.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas

M U N D O
..

México D.F. Domingo 26 de octubre de 2003

Antes beneficiario de esquemas turbios del Estado, hoy es blanco del Kremlin

Acusado de fraude y otros cinco delitos, detienen al hombre más rico de Rusia

Cabilderos de ExxonMobil estarían detrás del arresto del magnate petrolero

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 25 de octubre. En un nuevo caso de aplicación selectiva de la justicia, acorde con los intereses políticos supremos, la procuraduría detuvo este sábado al hombre más rico de Rusia, Mijail Jodorkovsky, presidente de Yukos, el mayor consorcio petrolero del país y, potencialmente, el quinto del mundo si logra concluir su fusión con Sibneft, cuyo 72 por ciento de acciones ya adquirió.

Arrestado esta madrugada durante una escala técnica de su avión privado en la ciudad siberiana de Novosibirsk, Jodorkovsky fue trasladado a la sede de la procuraduría en Moscú, donde tras ser sometido a un intenso interrogatorio, de testigo en el caso penal que se sigue a uno de sus socios, Platón Lebediev, cerebro financiero de Yukos, se convirtió en inculpado.

La procuraduría acusa a Jodorkovsky de "fraude a gran escala y en grupo organizado, reiterada evasión fiscal, falsificación de documentos oficiales, incumpliento de resoluciones judiciales, afectación de intereses de accionistas mediante engaño y malversación de bienes ajenos". Todo ello, a juicio de los funcionarios a cargo de la investigación, habría causado "perjuicios al Estado por más de mil millones de dólares".

Un juez dictó el auto de formal prisión contra el magnate, quien podría -de estar la fiscalía en condiciones de probar los cargos en el respectivo juicio- ser condenado a 10 años de cárcel, la pena máxima establecida por el delito más grave que se le imputa.

Es claro que la procuraduría, que en Rusia ha perdido autonomía hasta convertirse en instrumento del poder político, no pudo por sí sola tomar una decisión de esa naturaleza.

También es obvio que Jodorkovsky se benefició de los esquemas turbios que hicieron posible en la época del anterior presidente, Boris Yeltsin, que un modesto funcionario del Komsomol (juventudes comunistas) empezara su carrera empresarial como vendedor de computadoras, al disolverse la Unión Soviética, hasta llegar a amasar una fortuna que se estima en 8 mil millones de dólares.

La de Jodorkovsky es la misma historia, aunque la más exitosa en términos de riqueza acumulada, de cualquiera de los llamados oligarcas que controlan entre 60 y 80 por ciento de la economía de Rusia, según diversas estimaciones, entre quienes figuran no pocos de los más asiduos visitantes de los despachos del Kremlin.

Visto así, sorprende que la procuraduría se haya tardado tantos años en darse cuenta de que algo no andaba tan bien en los negocios de Jodorkovsky, quien era poco menos que un personaje fuera de toda sospecha hasta que se le ocurrió financiar a los partidos políticos de oposición, como primer paso para aspirar a la presidencia en 2008 (dando por descontado que Putin será relecto para un segundo periodo en marzo próximo).

Este puede ser el verdadero origen de su encarcelamiento, medida que además buscaría intimidar a la elite empresarial rusa para que no se inmiscuya en política -al menos, no contra la línea que el Kremlin se reserva el derecho de imponer-, pero circulan otras hipótesis.

Dada la cercanía de las elecciones legislativas para renovar la Duma, en diciembre siguiente, Jodorkovsky se convierte en blanco ideal para que las coaliciones oficialistas sumen votos en los estratos más empobrecidos, que aplauden la caída del hombre más rico del país, el cual, para colmo -desde la perspectiva xenófoba de muchos rusos-, es de origen judío.

Tampoco debe descartarse que el acoso judicial contra Yukos se deba a la intención de desbaratar sus planes de vender parte importante de sus acciones a ExxonMobil, más aún que se incrementó el valor de este consorcio ruso cuando, al fusionarse con Sibneft, se volvió la tercera compañía con mayores reservas de crudo en el mundo.

El sentido común no favorece esta versión, porque mientras más se persigue a Jodorkovsky menos valen sus acciones y más rápido está dispuesto a deshacerse de ellas. No obstante, algunos analistas sugieren que en el entorno presidencial hay influyentes cabilderos de esa y otras multinacionales del petróleo.

Gente cercana al magnate cree que se está forzando a Jodorkovsky a algún entendimiento extrajudicial -como el que aceptó el magnate de los medios, Vladimir Gusinsky, de cambiar empresas por libertad-, para ser otros los que decidan a quién vender las acciones de Yukos-Sibneft y a qué precio.

Putin, hace un par de semanas, afirmó que el Kremlin no se opondrá a que Yukos-Sibneft venda acciones a un gigante multinacional, pero agregó que Jodorkovsky debería consultarlo con las autoridades de Rusia. El magnate no sólo no consultó, sino que reclamó al presidente -como se apreció en la transmisión en vivo de la televisión local- "las arbitrariedades" que, dijo, permite cometer a Rosneft, la petrolera del Estado.

Por eso hay quien sostiene que el elemento de la venganza presidencial también podría haber influido en el actual destino carcelario de Jodorkovsky.

Es probable que varias razones, no una sola, hayan impulsado al Kremlin a dar luz verde a la procuraduría para proceder contra el magnate petrolero con ambiciones políticas.

El problema, sin embargo, no termina con Jodorkovsky en prisión. Aparte de las repercusiones negativas para la economía rusa, ahora comienza la batalla decisiva entre los diferentes clanes incrustados en el Kremlin, algunos con poderosos aliados foráneos, la petrolera familia Bush, entre ellos.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email