La mayoría de muchachos proviene de la clase media, señala Luis Miguel Rionda

De cara a tentaciones neofascistas, un experto propone satisfacer las expectativas juveniles

Si pudieran hospedarse, superarían la oferta hotelera de la ciudad de Guanajuato

Reventarse durante el Festival Cervantino es una especie de rito de paso, considera

ARTURO JIMENEZ ENVIADO

Guanajuato, Gto. El fenómeno social de la llegada masiva de jóvenes durante el Festival Internacional Cervantino (FIC) no se resolverá con ''medidas neofascistas" que busquen desalentar su arribo o aumentar la presencia de integrantes de cuerpos de seguridad pública, como la Policía Federal Preventiva (PFP), sino atendiendo las expectativas que esos muchachos traen al decidir venir a esta ciudad.

Esas reflexiones despiertan los planteamientos del investigador Luis Miguel Rionda, director del Centro de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad de Guanajuato (CICSUG) y quien desde 1993 ha realizado diversos estudios sobre el perfil de la población que visita Guanajuato durante el FIC, en especial los jóvenes.

''Cada año, durante el Cervantino, renacen las tendencias neofascistas en esta ciudad, siempre surgen iniciativas de ese tipo, como la de poner al Ejército en las calles o, como ahora, invitar a la PFP", comenta Rionda en entrevista, y agrega:

''Ese tipo de medidas, potencialmente represivas, no funcionan. Las veces que se han tratado de aplicar han resultado contraproducentes. Sólo tensarán el ambiente en las calles. De por sí tenemos bastante vigilancia con las corporaciones municipales y estatales, además de agentes de la Procuraduría General de la República."

Sectores de clase media

Las constantes de las investigaciones de Rionda sobre los jóvenes turistas han variado poco en los recientes 10 años. Además, en dos o tres temas los resultados de las encuestas aplicadas por su equipo de trabajo se oponen a lugares comunes sobre ese fenómeno social:

Por ejemplo, el grueso de los jóvenes no proviene de sectores populares, sino de clase media y son estudiantes de nivel medio superior y superior, pero traen relativamente poco dinero para gastar y su estancia promedio es de poco más de un día.

Llegan sobre todo durante los tres fines de semana que abarca el festival, procedentes principalmente del centro-occidente del país, más que nada de las ciudades de México y Guadalajara, así como de la región.

El promedio de visitas a Guanajuato durante el FIC es de entre una y dos veces por persona, para después ya no regresar, al menos a modo de aventura.

La gran mayoría duerme en sus automóviles y, si son mochileros, en casas de campaña instaladas en jardines o en casas de conocidos o familiares.

Según el gobierno municipal, expresa Rionda, el fin de semana pico de los tres que abarca el festival es el intermedio, con una afluencia que a veces llega a 70 mil muchachos, aunque la cifra más común oscila entre 20 mil y 30 mil.

Como llegan y se van en oleadas, es difícil calcular el total de jóvenes de las tres semanas cervantinas completas, pero sí superan los 120 mil.

Poco dinero, consumo escaso

Entre otros datos sorprendentes está el de que las mujeres jóvenes representan 54 por ciento, contra 46 de los hombres jóvenes.

''Además, es más frecuente que ellas vengan organizadas en grupos de amigas o con un profesor. Los chavos pueden venir por su lado: de manera individual, en parejas o pequeños gru-pos". Las edades de ambos sectores fluctúan entre 17 y 28 años.

Como traen relativamente poco dinero, su consumo no es muy elevado. Comen antojitos, beben refrescos y si vienen en vehículo particular traen sus bebidas. ''Pero por su elevado número son importantes para los prestadores de servicios".

Aunque pudieran hospedarse en hoteles, eso sería imposible por las cerca de 8 mil habitaciones locales que resultarían insuficientes.

Rionda explica el fenómeno de ese arribo masivo: ''Los jóvenes traen encima una presión social para hacer ese viaje. Es una especie de rito de paso en el que tienen que venir a reventarse al Cervantino para ser aceptados por sus amigos ya como hombres. El viaje será parte de las historias que tendrán para contar de mayores.

''Hace cuatro años, mediante métodos etnológicos, se hicieron entrevistas de campo con los chavos y se confirmó que la gran mayoría no vino por motivos propios sino por la presión del grupo, que los retan a desobedecer a sus padres y lanzarse un fin de semana por acá."

-ƑPero, por qué Guanajuato y por qué durante el FIC?

-Esa pregunta todavía no la puedo contestar. Lo he discutido con otros colegas de la Red Nacional de Estudios sobre la Juventud. No hay en otra parte del país un equivalente al que se presenta en Guanajuato. Lo más cercano son los springs breakers, que llegan desde Estados Unidos a Cancún, Tijuana y otros lugares de México al inicio de la primavera.

''Estos chavos sí traen la misma perspectiva de reventarse, de llegar a extremos y en grupo. Es una experiencia cultural en la que los jóvenes desafían todos los esquemas culturales que han heredado."

Se le comenta que hay quienes consideran que los jóvenes eligen la ciudad de Guanajuato porque les ofrece una sensación de libertad y seguridad, además de su belleza urbana. Y responde: ''La ciudad ofrece el encanto de sentirse cobijado por ella y dar un sentido de seguridad, pero esto es algo ilusorio, pues también llega una ola de delincuencia."

Un ejemplo: ''Hace tres años las cifras de denuncias por robos, asaltos y otros delitos mostraron que se multiplican por 10 durante el Cervantino. También llegan vendedores de droga al menudeo".

Los jóvenes, indica, no alcanzan a percibir que en realidad están violando la normatividad municipal. Sin embargo, el investigador dice que la solución no son las medidas ''potencialmente represivas".

Crear una oferta, la propuesta

Rionda enfoca el asunto del consumo de alcohol de distinta manera: ''El problema no es su consumo, sino que se realiza en la vía pública. Lo que se debería hacer es que los visitantes tuvieran la posibilidad de ese consumo en locales cerrados y controlados, que además generarían impuestos.

''Y con un horario amplio, por ejemplo, hasta las cinco de la mañana, pero la tendencia es restringir horarios. Ahí empieza el problema, porque los visitantes salen a la calle a buscar consumir lo que sea. Lo que molesta a los guanajuatenses es el escándalo callejero, el ambiente de riesgo."

Propone prohibir ''de manera radical" el consumo en la calle, pero a la vez ''flexibilizar el control" sobre los establecimientos formales.

Acerca del no funcionamiento de La Yerbabuena, Rionda dice que cada nuevo director del Cervantino quiere descubrir el ''hilo negro" con espectáculos que saquen a los jóvenes del centro, como hicieron Sergio Vela, Mercedes Iturbe y, hasta el año pasado, Ramiro Osorio.

''Los chavos vienen con la perspectiva, un poco difusa, de que en Guanajuato hallarán cultura por todos lados, lo que no es cierto. El Cervantino es un acto cerrado al que se acude boleto en mano. Los espacios abiertos en realidad son muy pocos.

''En la calle no hay más que mimos pésimos o grupos folclóricos que piden dinero; no existe oferta de calidad. Y los chavos deambulan, buscan ver algo interesante, pues muchos ni revisan el programa. La mayoría espera ver algo en la Alhóndiga, pero sólo caben unas 6 mil personas."

Aunque parezca increíble, agrega, muchos jóvenes también vienen con la perspectiva de presentarse en el festival. ''Y con gusto lo harían en un rincón de una plaza, pero les cae la policía".

Ante la falta de alternativas callejeras, se debe tratar de responder a esas expectativas. ''Si encontraran una oferta cultural en espacios abiertos se distraerían mucho de sus afanes de consumir alcohol".

Y cuenta que en 1993 ensayó una experiencia en esa línea. ''Convencí al gobierno estatal de que destinara 50 mil pesos para instalar tres foros libres en plazas que no se utilizan durante el festival. Pusimos un tapanco, sonido y, en un caso, iluminación".

Rionda contrató a los cómicos locales Los Juglares para que cada uno funcionara como motivador en los escenarios. ''Fue sensacional": los chavos participaron como espectadores o músicos o declamadores. Inclusive se presentaron de manera gratuita Mexicanto, Carlos Díaz Caíto, CLETA y otros.

''Uno de los ganchos con los jóvenes fue que se les otorgaría un reconocimiento firmado por el director del FIC. Tuvimos a cientos de muchachos sentados en las plazas, atentos y sin consumir alcohol. Pero la experiencia ya no se recuperó."

Cuando Osorio asumió como director del festival, Rionda le propuso la experiencia, pero no le interesó. Sin embargo, dice, la propuesta de Foros Libres la podría encabezar el Instituto Estatal de Cultura o la Casa de Cultura municipal.