De Emilio Martínez-Lázaro, será estrenada el viernes

El otro lado de la cama es una comedia cinematográfica sobre la infidelidad

JUAN JOSE OLIVARES

El otro lado de la cama, postulada en seis ocasiones a los premios Goya 2002, es la reciente cinta del director español Emilio Martínez-Lázaro, quien en 1977 obtuvo el Oso de Oro de Berlín por su película Las palabras de Max, que poco se parece a esta comedia musical de enredos sexuales y conflictos de infidelidad, que será estrenada en México el próximo 10 de octubre.

"La película no tiene que ver con ningún proyecto de tipo musical -quizá en la cabeza de los productores sí, pero en la mía no. A mí lo que me lleva a hacer una película es que me guste o me interese. Si empiezas a calcular si gustará o no, el desastre está asegurado y no pasa nada. Hay que hacer cintas coherentes que tengan una historia fuerte y que estén contadas, en este caso, con gracia y que emocione. Hacerlo como musical forma parte de mi proyecto personal. Quise hacer una cinta que desde el principio contara algo, en la que los protagonistas la pasan muy mal. El resultado final debería ser de un optimismo desbordante (que no feliz), eso lo tenía claro; que terminara bien, de salir con una sonrisa, de mostrar el lado bueno. El cine musical tiene una exaltación de la alegría", comenta el realizador en entrevista.

El otro lado de la cama es una comedia de amor, sexo, amistad, pero, sobre todo, de la mentira. La cinta, de 114 minutos, es distribuida en México por Artecinema.

Para la actriz María Esteve, hija de la actriz y cantante Marisol -muy popular hace muchos años por actuar en cintas musicales de España-, los personajes sufren continuamente. "Creo que los españoles tenemos cierta tendencia a reírnos de nuestras desgracias. Me interesó mucho cómo la historia trataba la infidelidad, porque no pretendía en ningún momento ser tramposa, en el sentido de ser políticamente correcta, ni durante el metraje ni al final de la cinta. No es moralista, es real."

La candidata al Goya como actriz de reparto, quien participó en otras cintas como Nada en la nevera, agregó: "La cinta se entiende en todos los países en los que se está estrenando, por cómo reaccionan los personajes, lo que hay debajo de las palabras. La identificación del público con los personajes ha sido fundamental. Son sentimientos universales que nos empeñamos en negar, pero están dentro de uno".

Gustó a los colegas

Para el también director de Los peores años de nuestra vida, "al principio pensaba que sería una bofetada, por su planteamiento musical. Gustó a los colegas, unos lo reconocieron y a otros les costó trabajo. Es normal. Lo cierto es que la cinta abre un campo, en el sentido de que es algo que venía haciendo con mis dos comedias anteriores. El hecho de hacer comedias no significa que estás haciendo una idiotez. En las comedias, la base de los personajes suele ser real para que derive en humor. Esto creo que es comedia cinematográfica. Todo el cine que he hecho está basado en mis experiencias y en lo que pienso, y también en todo el cine que he visto, y no puedo evitarlo".

Abunda: "El humor es la manera más difícil de expresión, la más compleja, porque está basado en la crítica a cierta imposibilidad de entender lo que nos pasa".

Respecto de hacer cantar a los actores, explica: "De María y Natalia sabía que cantarían, pero los otros estaban negados. Llamé a unos amigos músicos para que me ayudaran y me dijeron que todo mundo podía cantar si se le encontraba su registro de voz. Puede ser que lo hagas mal, pero lo que debes evitar es mostrar inseguridad. Eso se logró. Nunca le tuvimos miedo a lo musical. Las canciones no debían romper el ritmo y tono de la película".

María Esteve interviene: "Antes que nada supe que se iba a hacer una comedia musical en España y que la dirigiría Emilio. Un día le llamé y aunque no me conocía le di mi nombre y le dije: 'quiero hacer un papel en tu película, aunque sea de florero; quiero una prueba para ver si encajo'. El me respondió que estaba pensando en mí. Me encantó el personaje y el hecho de que tuviese que cantar. Me pareció una oportunidad única y fui a rodar como cuando lo hice por primera vez, con la misma ilusión, aparte de que me encanta cantar y nunca había tenido la oportunidad de hacerlo profesionalmente".

La idea de hacer una comedia con canciones interpretadas por actores costó trabajo al director. "El productor y el guionista no querían de ninguna manera que sacara a dos chicas cantando desde el principio, me habían dicho que lo cortara, pero quería hacerlo para ver qué provocaba, y dio resultado."

-ƑMaría, qué le pareció a tu mamá la cinta?

-Se sorprendió no sólo con mi trabajo, sino con la cinta en general. El otro lado de la cama no ha pretendido repetir alguna fórmula, sino adaptarse a los nuevos tiempos que vivimos; ése ha sido un gran acierto; no hay similitud con el cine que ella hacía.

Actúan también Paz Vega, Natalia Verbeke, Guillermo Toledo, Alberto San Juan y Ernesto Alterio. El guión es de David Serrano, la fotografía de Juan Molina, y la música de Roque Baños.