Convoca a la solidaridad con los mexicanos damnificados por las inundaciones

Rivera Carrera critica los comentarios "amarillistas" sobre la salud del Papa

Afirma que Juan Pablo II "morirá, como todos", pero aún trabaja y gobierna a la Iglesia

JOSE ANTONIO ROMAN

El cardenal Norberto Rivera Carrera salió al paso a los comentarios "amarillistas" sobre el deteriorado estado de salud de Juan Pablo II, y en su homilía dominical dijo que "todo el mundo sabe" que el Papa está enfermo y algún día morirá, "como todos nosotros", pero, aseguró, el pontífice "sigue trabajando y gobernando" a la Iglesia católica.

Por ello, agregó, "no cabe la zozobra, ni mucho menos el amarillismo; seguimos rezando por el Papa para que cumpla la función que el Señor le ha encomendado". Al término de la misa, el también arzobispo primado de México convocó a mostrar la tradicional solidaridad nacional con los miles de damnificados por las inundaciones en varias regiones del país.

Con sorpresa, porque casi nunca los obispos hablan abiertamente sobre la delicada salud del Papa, Rivera se refirió a ella desde el altar mayor de la Catedral en su acostumbrada misa dominical. Desde ahí preguntó a los feligreses si conocían el estado de salud del Papa. "Por supuesto que todo el mundo sabe que está enfermo", respondió él mismo.

"ƑSabían que se va a morir? También se va a morir, como todos nosotros, pero así, enfermo, sigue trabajando", añadió el cardenal, quien en su mensaje informó de las actividades que el Papa había tenido apenas en el transcurso de la mañana de ayer en el Vaticano, cuando canonizó a tres religiosos y recibió al arzobispo de la Iglesia anglicana, además de que se anunció para el próximo martes una visita pastoral al santuario de Pompeya.

Añadió que en los próximos días él viajará a Roma para las celebraciones del 25 aniversario del pontificado de Juan Pablo II y al consistorio en que se consagrarán nuevos cardenales, y que dirá al Papa el "cariño que todo México siente".

Es cierto, señaló, el Papa está enfermo, pero en lugar de lamentarse o quedarse en la cama "sigue trabajando todos los días, sigue a favor del Evangelio, y lo seguirá haciendo, mientras Dios le preste vida".

Fue entonces cuando el prelado criticó a los medios de información que de manera "amarillista" hablan de la salud del Papa, refiriéndose a él como "agónico" o dicen que "ya no gobierna" a la Iglesia o está por terminar su pontificado. Aunque varios de los cardenales de la curia romana han pedido a los fieles católicos que recen por su estado de salud, esto no implica que el Papa se esté muriendo, señaló.

Nuevo mexicano en la curia romana

Por otra parte, el Papa designó al arzobispo mexicano Luis Robles Díaz, hasta ahora nuncio apostólico en Cuba, nuevo vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), uno de los principales cargos que tiene Roma en su relación con las iglesias de la región.

Robles Díaz era el único religioso mexicano en el cuerpo diplomático del Vaticano, y con su nuevo encargo pasará a ocupar un posición importante en la curia romana. En la CAL sustituye al arzobispo español Cipriano Calderón Polo, quien después de 14 años en el cargo hace varios meses presentó su renuncia, al haber cumplido 75 años, edad límite establecida en el Código de Derecho Canónico para desempeñar un cargo, disposición de la que el Papa es la única excepción.

El arzobispo Robles nació en El Grullo, diócesis jalisciense de Autlán, el 6 de marzo de 1938. Tras ser ordenado sacerdote en 1963, entró en el servicio de la diplomacia del Vaticano en 1967.

Desde ese entonces Robles Díaz ha trabajado en Honduras, Sudáfrica, Etiopía, Sri Lanka, Ecuador y Colombia. En 1985 fue nombrado nuncio en Sudán y cinco años después desempeñó ese mismo cargo en Uganda. En 1999 el Papa lo designó nuncio apostólico en Cuba.

La CAL tiene por objetivo "aconsejar y ayudar a las iglesias particulares en América Latina".

Desempeña esa función estudiando "las cuestiones que se refieren a la vida y progreso de dichas iglesias, especialmente estando a disposición tanto de los dicasterios de la curia interesados por razón de su competencia, como de las mismas iglesias para resolver dichas cuestiones".

El Papa ha previsto además que a esa comisión "corresponde favorecer las relaciones entre las instituciones eclesiástica internacionales y nacionales, que trabajan en favor de las regiones de América Latina y los dicasterios de la curia romana".

La comisión depende de la Congregación Vaticana para los Obispos, motivo por el cual su presidente es el prefecto de ese organismo, a cargo en estos momentos del cardenal Giovanni Battista Re.