Rechazan legisladores priístas la apertura eléctrica

No nos dividirán, asegura Bartlett

ANDREA BECERRIL, PATRICIA MUÑOZ Y ROBERTO GARDUÑO

El nuevo intento del gobierno foxista por que se discuta la privatización del sector eléctrico topó ayer con el rechazo de la mayoría de los senadores del PRI, quienes exigieron que no haya compromisos cupulares y se respete la posición que han mantenido desde hace tres años. Manuel Bartlett declaró al respecto que la intentona por dividir a legisladores priístas va a fracasar y por quinta ocasión echarán por tierra en esa cámara la pretensión de abrir la electricidad al capital extranjero.

''No van a dividir al PRI; podrá haber alguno que otro que acepte la entrega de la electricidad a trasnacionales, como Salinas, Zedillo, Chávez Presa, Gordillo, pero la decisión no está en los coordinadores de los grupos parlamentarios, sino en los más de 11 mil delegados de la asamblea nacional.''

Igualmente, el diputado priísta Francisco Rojas consideró que la propuesta -formulada un día antes en Gobernación- se debe analizar en los órganos internos partidistas, porque la asamblea es soberana y únicamente en ella se puede modificar un tema tan delicado como es el de la privatización de los recursos energéticos.

El coordinador de los senadores panistas, Diego Fernández de Cevallos, dijo que no puede dar por supuesto que el gobierno federal busque dividir a los priístas, pero ''se está avanzando para lograr los votos necesarios a fin de lograr las reformas''.

En la Cámara de Diputados el coordinador del PAN, Francisco Barrio, manifestó que la reforma eléctrica no debe pasar necesariamente por la modificación constitucional, sino a través de un nuevo esquema de concesiones donde generación y distribución no se consideren como ''servicio público''.

Los senadores del PRI fueron informados por su coordinador, Enrique Jackson, de los planteamientos foxistas en materia eléctrica. Les dijo que sólo les presentaron un audiovisual -''Power Point''- con el alegato de que se requiere una fuerte inversión en los próximos cinco años. Varios de los legisladores, entre ellos Bartlett, David Jiménez y Humberto Roque, recalcaron que no puede haber compromiso alguno del PRI sin conocer la propuesta concreta foxista, aunque de antemano consideraron que no hay novedad alguna, sino el reiterado propósito de privatizar la industria eléctrica.

La fracción del tricolor, dijeron, tiene muy claro que el gobierno federal hace nuevamente la lucha por reformar la Constitución y que está en su derecho de intentarlo, pero los priístas no lo pueden aceptar y no sólo porque se prohíbe en sus documentos básicos, sino porque después de tres años de estudiar a fondo esa posibilidad se encontró que dañaría de manera severa al país.

Entrevistado al final de esa reunión, Bartlett insistió en que la postura de la mayoría de los senadores del PRI es ''clarísima'' en contra de la reforma constitucional. Dijo que el recordatorio que les hizo el gobernador José Murat a los priístas en Gobernación fue muy sensato, toda vez que los obligó a tomar en cuenta los acuerdos de la asamblea del partido, que van a ser defendidos. ''Si alguien intentara cambiarlos, vamos a demostrarles que deben mantenerse, y no porque sean sacrosantos, sino porque tenemos elementos para demostrar que la privatización es lo peor que le podría pasar al país''.

Por separado, el legislador y ex director general de Pemex, Francisco Rojas Gutiérrez, calificó de incompleta la propuesta del gobierno foxista planteada por los secretarios Felipe Calderón, Santiago Creel y el director general de la CFE, Alfredo Elías Ayub, porque ''en México es necesaria una reforma que implique el sector eléctrico y de hidrocarburos. La interdependencia de éstos obliga a todos los partidos y a la sociedad a un análisis profundo de este proceso''.

Francisco Barrio Terrazas, a su vez, comentó que el PAN desea la presidencia de la Comisión de Energía, donde podrá incidir en el proceso de negociación para abrir a capital privado la generación de energía eléctrica.