ASTILLERO

Julio Hernández López

Slim, el tema incómodo

López Obrador critica el pasado y justifica el presente
Atole (de elogios) con el dedo a reporteros

NO TODOS LOS asistentes a las madrugadoras conferencias de prensa viven sujetos a la supuesta fascinación claudicante que el jefe del gobierno capitalino parecería estar ejerciendo sobre su fuente. Ayer, por ejemplo, varios reporteros pusieron en evidencia que Andrés Manuel López Obrador denuncia con pasión genérica las políticas neoliberales pasadas, la corrupción y la privatización de bienes públicos, pero, al mismo tiempo, evade de manera ladina abordar el punto de su relación interesada con uno de los principales beneficiarios de esas políticas y esas privatizaciones, como es el empresario Carlos Slim (en la misma sesión, diversos periodistas se quejaron de que el peje declarante sólo dice lo que le conviene. Cansados deben estar además de esos elogios que en voz del funcionario diariamente entrevistado parecerían confesiones de amansamientos o blanduras profesionales. "ƑPor qué no da los nombres de sus adversarios, siempre los...?", quería preguntar Carmen Jaimes, de Televisa, pero fue interrumpida por el tabasqueño: "Pues ustedes los conocen muy bien. Además, ustedes son inteligentísimos". Jaimes se defendió: "Pero que no sean adivinanzas, mejor", y Andrés Manuel soltó otra cubetada de empalagosa miel: "No, no, no. Esta es la mejor fuente que hay. Son los mejores periodistas, la gente más joven, más profesional, más objetiva, más independiente, con imaginación, con talento..."

AUN ASI, CON esos elogios que ningún buen periodista puede aceptar del poderoso con el que le toca trabajar diariamente, Verónica Méndez, reportera de XEW radio, le preguntó si la vinculación con Slim "Ƒno empaña un tanto su administración, su posición de no volver al pasado?" "No, no", respondió el tabasqueño, con un agregado de antología: "porque lo del Centro Histórico tiene que ver con la necesidad de recuperar el patrimonio de la ciudad y el patrimonio del país, y el ingeniero Slim y otros inversionistas están contribuyendo con ese propósito" (o sea, colige esta columna de entendimiento privatizado, que si Carlos Salinas o Carlos Cabal o cualquier banquero del Fobaproa decide arrepentirse de un porcentaje de sus enriquecimientos a costa del erario y comprar fincas en el Centro Histórico, serían santificadamente bienvenidos en el paraíso pejelagarto).

PERO LA CHIMOLTRUFIA tropical así como dice una cosa dice la otra, pues en seguida se acomodó: "...Yo no estoy de acuerdo con las privatizaciones, sin duda, sobre todo lo que se hizo de entregar todos los bienes nacionales a unos cuantos..." La reportera Méndez avanzó: "Pero él fue uno de los principales beneficiarios". Y el peje aceptó: "Sí, sí". Y añadió la periodista: "Es el más fuerte inversionista en la ciudad de México". Pero quiso defenderse Andrés Manuel: "Nosotros no podemos cerrar la puerta a quienes quieren invertir en la ciudad". Andrés Toledo, de Radio 13, indagó: "ƑDescarta la versión de que se esté vendiendo todo a Slim, y que vaya a ser el dueño del Centro Histórico?" Y fuerte, categórico, preciso, inequívoco, López Obrador respondió: "No. Eso es otra cosa". De La crónica de hoy, Adrián Castillo terció: "ƑNo le genera ningún tipo de conflicto ético esta relación?", a lo que el flamígero declarante respondió, nuevamente enhiesto: "No, para nada. Me generaría mucho conflicto ético aceptar las políticas de Salinas, las conductas de Salinas, el no poder hablar del Fobaproa, el no poder decir nada acerca de Zedillo. Eso me generaría mucho problema" (chido: la honestidad valiente tendría conflicto ético con las políticas y conductas del salinismo, pero no con sus consecuencias ni sus beneficiarios: Carlos and Charlie sólo fue una manera ingeniosa de bautizar la privatización de Telmex, pero cualquier dinero oscuro puede ser purificado si es puesto al servicio de un proyecto patriótico, popular y tropical. šYes!).

ATRAS QUEDARON PARA López Obrador, como se ve, las denuncias respecto a negocios con predios que se hacían en connivencia con el poder público, como los denunciados en la página 95 de su libro Entre la historia y la esperanza, en donde narra cómo durante el gobierno de Mario Trujillo García (1970-1976) los terrenos que Manuel Bartlett Díaz había recibido en herencia de su padre, el ex gobernador Manuel Bartlett Bautista, "fueron urbanizados de una peculiar manera: Bartlett hijo se asoció con el yerno de Trujillo, Ignacio Cobos", y ambos acordaron llevar los servicios públicos a ese naciente fraccionamiento, pero "con cargo al erario". Cobos empezaría así una carrera de "negocios a la sombra del poder público; ahora es el hombre más rico del estado; está asociado con Carlos Slim". El mencionado Cobos es, además, como debe saber hasta el actual jefe de Gobierno, uno de los hombres de confianza de Slim en sus siempre audaces negocios, como la "recuperación" del Centro Histórico de la ciudad de México.

ASTILLAS: QUE DICE EL secretario Santiago Creel que se equivocó, que siempre no va a renunciar la señora Marta a Vamos México. El ocupante del Palacio de Cobián, donde antaño se manejaba la información política más precisa del país, había dicho el lunes pasado que la renuncia martística era cierta, y adelantó que "Presidencia" haría "el anuncio formal" y daría "los pormenores de esa decisión". Esta columna chismosa desearía saber el tamaño del berrinche que hizo dar marcha atrás a la citada renuncia (del que dio evidencia la declaración en Guanajuato de que "nada, nada" la detendrá) y queda en espera de que más delante se confirme lo que hoy hubo de retenerse para que la presidenta no dé la impresión de que el fuego interno la había alcanzado... Mientras tanto, en Guadalajara, la señora Marta, luego de reunirse con empresarios locales, aseguró que ella "nunca pasa la charola" para que los hombres del dinero financien la fundación Vamos México... šAguas! El jefe Diezmo se ha autodenominado "mediador" oficioso en el pleito entre priístas y panistas a causa del intento de desaforar al senador Ricardo Aldana. Recuérdese que Fernández de Cevallos fue garante y testigo de honor (extraoficial, desde luego) del pacto habido en la torre de Pemex el año pasado para conjurar una amenaza de huelga a cambio de impunidad para Carlos Romero Deschamps, Aldana y otros involucrados en el Pemexgate. En nombre de éstos asistió a la reunión secreta el abogado Juan Velázquez... Y, mientras México vive su primer simulacro de ataque bioterrorista, y los niños verdes deciden si acatan un fallo judicial irrevocable en su contra, y Derbez se defiende casi con lágrimas en los ojos de los vaticinios adversos de Zedillo, šhasta mañana!

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