José Emilio Pacheco en el 60 aniversario

El Colegio Nacional, respuesta a la barbarie

Vicente Fox se dice promotor de la libertad de expresión

JUAN MANUEL VENEGAS

El México moderno sería impensable sin las aportaciones de El Colegio Nacional, resumió Miguel León-Portilla al hacer la reseña histórica de los 60 años de la institución, ante cuyos miembros el presidente Vicente Fox se dijo promotor de una democracia donde la libertad de expresión y de creación son reflejo de un régimen de gobierno en que "las voces de todos los actores políticos y sociales son escuchadas, sin acallarlas y sin presionarlas para que maticen sus afirmaciones".

En tal sentido, destacó la contribución de El Colegio Nacional, ejemplo y símbolo de la "nueva etapa democrática del país". De igual forma, el mandatario ofreció a la comunidad intelectual del país dar prioridad al desarrollo del sector educativo, que no sólo es un pilar de la democracia, sino que en la globalización "se ha convertido en el principal activo de un país y de una sociedad".

En tanto, José Emilio Pacheco, presidente en turno de la institución, centró en la fundación de El Colegio Nacional la parte medular de su mensaje: "fue una respuesta a la barbarie que hoy, como entonces, amenazaba con devorar el mundo". Y con la historia del mundo y de México contada desde este recinto, recordó al escritor Alfonso Reyes, uno de los fundadores, cuando le preguntaron: "¿para qué servían todas esas actividades que a través de las instituciones del Estado paga el pueblo mexicano?"

La respuesta fue "contundente"; citó el escritor: "para que el porvenir no quede librado a la desesperación ni la violencia".

León-Portilla, en la historia resumida que presentó de los 60 años de El Colegio Nacional, recordó a Antonio y Alfonso Caso: el primero enriqueció el saber filosófico en México, y el segundo, además de crear el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional Indigenista, como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México la dotó de una "sabia" ley orgánica que hasta hoy sigue vigente.

También mencionó a Ignacio Chávez, que hizo realidad el Instituto Nacional de Cardiología; Manuel Sandoval Vallar, discípulo de Albert Einstein, introdujo la física moderna en nuestro país; Ezequiel Ordóñez, que "hizo algo parecido" en el área de la geología, e Issac Ochoterena, en el campo de la biología. También entre los fundadores recordó a José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Enrique González Martínez y Mariano Azuela.

La historia que leyó León-Portilla en el Aula Mayor del El Colegio Nacional trajo a otros de los fundadores: el musicólogo y compositor Carlos Chávez y "los genios de la pintura" Diego Rivera y José Clemente Orozco. En la continuación de su reseña no faltaron las menciones de los premios Nobel, Alfonso García Robles, Octavio Paz y Mario Molina.

Con todos ellos y muchos más escritores, filósofos, científicos, músicos, pintores e historiadores, la conclusión de León-Portilla fue: "sus integrantes (de ayer y de hoy) han cumplido con su obligación de crear y transmitir sus conocimientos a cuantos han concurrido y siguen concurriendo a los cursos que, sobre distintas especialidades, imparten en la sede de El Colegio y en otras universidades del país y el extranjero. Los colegiados han trabajado en los campos de su especialidad atentos a la problemática de México y debatido temas de interés prioritario en el contexto nacional".