.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas
C U L T U R A
..

México D.F. Domingo 10 de agosto de 2003

Patricia Laurent explica su paso de ese género a la novela

''El cuento, como pieza de joyería; empero, no vende''

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

La escritora Patricia Laurent Kullick pertenece a una nueva generación de escritores: la que se desarrolla, crece y toma fuerza fuera del Distrito Federal. Es autora de los libros de cuentos Están por todas partes, El topógrafo y la tarántula y Esta y otras ciudades. En 1999 obtuvo el Premio Nuevo León de Literatura con la novela El camino de Santiago, que aparece ahora con el sello Era.

La literatura, dice en entrevista telefónica desde Monterrey, ''es una alternativa de vida. Casi creo que es eso o el suicidio. Soy una escritora con mucha necesidad de escribir, y para mí es una herramienta para seguir aquí''.

Perteneciente a una familia numerosa, quiso escribir desde pequeña, pero antes de llegar a elaborar sus propios textos debió estudiar una carrera. ''Tuve un intento de ingeniería mecánica y como nunca entendí de qué se trataba, me salí. Tenía 17 o 18 años. Ahí es donde ya empiezo a darme cuenta de qué es lo que quería realmente, aunque eso fue antes de fracasar en esa carrera. Empecé a leer más. La lectura misma es la que guía hacia la escritura".

Con los tres libros de cuentos, la novela publicada y otra ya terminada El circo de la soledad, Patricia Laurent (Tampico, 1962) no está confiada. ''Siento que estoy toda miedosa. No sé realmente si voy a tener algo que decir. Tengo otra novela, pero llevo unos seis meses de no sentarme a nada. No sé si las bestias van a volver o si me van a abandonar. Por eso no puedo decir si realmente voy a ser escritora o me voy a quedar en el camino.

''Todo lo que he vivido -añade- ha influido mis cuentos y ahora la novela. Hay bastante ficción en ellos, pero toda ficción tiene algo de autobiográfica. Casi todo -ensayos, periodismo, etcétera- termina siendo autobiográfico. A mí me afectó bastante, y me sigue afectando, todo el entorno. Sobre todo al crecer en un ambiente tan poco literario, más bien industrial.''

Su paso del cuento a la novela tiene una causa: aparte de que el relato es más difícil, "como una pieza de joyería", la realidad "es que no se vende. No se consume o se consume muy poco. Escribes para llegar a la gente, si no mejor lo dejas en casa".

Sin embargo, El camino de Santiago es hasta cierto punto como pedazos de cuentos ''todos pegados, no me he quitado esa parte de abrir y cerrar los capítulos, pero tal vez esa va a ser mi forma de escribir; no lo sé''.

Sin embargo, reconoce que escribir novelas resulta, en su caso, más difícil "porque soy una persona de resultados inmediatos", y varía su proceso creativo según se trate de un relato corto o de una novela: "Sólo me siento a escribir cuentos cuando ya los tengo preparados en la cabeza. Nunca me siento con la mente en blanco a escribir, jamás. No soy de los escritores que se sientan tres, cuatro horas diarias frente a la computadora.

''Creo que uno tiene que sentarse a escribir cuando tiene algo que decir. Al principio sí lo hice porque oía que todos los escritores se disciplinaban. Hice mi esfuerzo, definitivamente, pero me causaba mucha angustia y desesperación y terminé por no hacerlo. Me dije que me iba a sentar a escribir cuando tuviera algo en la cabeza".

Cuando escribe novelas es diferente, "ahí sí me siento a veces por cierto tiempo porque ya sé por dónde va. Ya conozco un poco la historia en mi mente y ya nada más es guiarla, pero con el cuento jamás me siento en blanco a ver qué voy a contar".

En El camino de Santiago conviven Mina (la narradora) y Santiago (uno de los personajes que viven dentro de ella), es un texto que trata de un fracaso, de un intento por entender la lógica humana, y surgió a partir de que "siempre he pensado que me enseñaron a desamar. No fue un proceso como el de todo el mundo en el que se entrena a los niños a amar. Y aunque no es lo principal empecé a pensar en mis desconciertos, en cómo no se podía amar como yo amaba y cómo fui dejando esa parte de mí fuera, que es la que se llama Mina en el libro, que es mucho más auténtica. Santiago representa el cómo diseñar el poder para relacionarte con la gente, para ser aceptada, y es realmente un fracaso".

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email