A PLENO ZOCALO

José Agustín Ortiz Pinchetti

Camino al Congreso: la autorreforma

A PROXIMA LEGISLATURA tendrá que cuidar sus energías. Será breve el tiempo para sacar reformas importantes. Se está precipitando la grilla por la sucesión presidencial. Muy malo: habría que concentrarse en las tareas de gobierno y ahí acreditar sus méritos y no adelantar vísperas e imágenes. Más allá de noviembre de 2004 serán muy difíciles los acuerdos parlamentarios en cuestiones clave. Una es la autorreforma del Congreso.

HASTA 1997 EL Congreso era caja de resonancia y mecanismo para procesar las iniciativas del señor del gran poder. Hoy es independiente del Presidente pero su estructura está funcionando como si nada hubiera pasado. ƑY qué reformar? Señalo siete defectos corregibles:

1. DEMASIADO DISTANTE. El Congreso no sólo tiene lejanía sino que está desprestigiado frente a la población. Las iniciativas del CIDE y de Coparmex para vigilar las actividades de los legisladores van en la dirección correcta. Hay que crear instrumentos de contacto, monitoreo y vinculación con la sociedad civil. Hay que comunicar e informar, no hacerse publicidad.

2. DEMASIADO POBLADO. El excesivo y costoso número de diputados y senadores da a las burocracias de los partidos poder excesivo. La Cámara de Diputados funcionaría bien con 300 miembros y el Senado con dos legisladores por entidad federativa, como estaba originalmente.

3. DEMASIADAS VACACIONES. El Congreso tiene hoy siete meses de receso ƑPor qué no reducirlo a 30 días y organizar un trabajo efectivo? No se trata de producir leyes y decretos como una fábrica de salchichas, sino de estudiar los proyectos e intervenir de modo constructivo en la vida pública. La víctima de la reducción de vacaciones será la grilla: actividad frenética para asegurar el futuro personal cuando se acabe el periodo.

4. ALCANCES CORTOS. Pueden ampliarse las facultades de las comisiones para investigar, afrontar y esclarecer los grandes problemas económicos y sociales y coadyuvar en la gestión del Poder Ejecutivo.

5. DEMASIADO FRIO. Hay que eliminar la congeladora generada por una norma perversa que obliga aprobar primero en comisiones los proyectos para pasarlos después al pleno. Esto permite rezagos. Hay que establecer la obligación de enviar al pleno cualquier proyecto que no se hubiera dictaminado en tres meses. Les informo que sólo en la Cámara de Diputados hay 700 proyectos pendientes.

6. DEMASIADO TURBIO. Debe fiscalizarse, transparentar sus bienes y rendir cuentas. Prohibirse y penalizarse el tráfico de influencia. Pero en serio. No se vale que servidores públicos bien pagados, como son los legisladores, emprenden litigios contra el propio Estado.

7. DEMASIADO BREVE. Hay que establecer la posibilidad de la relección inmediata de los legisladores federales en elecciones directas. Esto los vincularía con sus distritos y daría vía a una carrera larga y bien cimentada. Yo estoy en contra de que diputados y senadores en funciones autorizaran su propia relección. Varios legisladores siniestros se volvieran vitalicios. Antes hay que prestigiar al Congreso. Y no es tarea fácil. Hoy sólo uno por ciento de la población piensa que su labor justifica su existencia.

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