Lula se pronuncia en favor de la inclusión de Cuba en el mecanismo de consulta regional

El Grupo de Río pide a la ONU impulsar la paz en Colombia

Con reservas, el venezolano Hugo Chávez acepta la propuesta; "me parece peligrosa", expresa

Fortalecer la gobernabilidad democrática y combatir la pobreza, compromisos de presidentes

AFP, DPA Y REUTERS

Cuzco, 24 de mayo. El Grupo de Río concluyó hoy su cumbre presidencial con los compromisos de fortalecer la gobernabilidad democrática, luchar contra la pobreza y abogar por un comercio equilibrado, así como con un llamado a que la Organización de Naciones Unidas (ONU) impulse un proceso de paz en Colombia, instando a las guerrillas a un acuerdo de cese el fuego, a lo que se opuso el venezolano Hugo Chávez, por considerar que podría abrir las puertas al "intervencionismo".

A su vez, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva se pronunció en favor de que Cuba participe "al menos como observador especial" en la siguiente cumbre del organismo, de la cual su país será anfitrión el próximo año.

"Pretendo consultar el tema, pero no tiene ningún sentido que Cuba esté fuera del grupo", expresó en conferencia de prensa junto con su homólogo peruano, Alejandro Toledo.

La declaración de Brasil, que según analistas busca consolidar su liderazgo en América Latina, llega en momentos en que varios países de la región han criticado fuertemente a Cuba por la prisión de disidentes y la pena de muerte a tres secuestradores.

"Nos preguntamos por qué Cuba no está en el Grupo de Río. No sabemos la razón exacta", señaló Toledo.

Lula se encontrará con Castro cuando ambos asistan este domingo a la toma de posesión del presidente argentino Néstor Kirchner.

Por otro lado, el mandatario brasileño criticó a los países industrializados y ratificó su compromiso de lucha por la unidad latinoamericana.

"No podemos aceptar los subsidios agrícolas" de los países industrializados, pues son "prácticas arbitrarias que nos roban mercados", aseguró, y prometió que las naciones de América Latina defenderán "con firmeza y coherencia" que el libre comercio sea una realidad de doble vía.

Menos fondos a deuda y más a infraestructura, proponen

Tanto Lula como el presidente mexicano Vicente Fox recibieron el respaldo de sus colegas de la región para hablar como sus representantes en la próxima reunión del Grupo de los Ocho, los países más ricos del planeta, que se celebrará en la ciudad francesa de Evian el primero de junio.

"Nos sentimos bien representados, tienen nuestro respaldo", señaló el peruano Toledo, quien incluso aseveró que él mismo también podría asistir. Apuntó que los industrializados deben saber que "creemos en la democracia" y que "la globalización significa que también ellos se jueguen este partido".

La cumbre aprobó también una propuesta de Toledo para que los países acreedores de América Latina destinen 20 por ciento del servicio de la deuda externa a la inversión en infraestructura en la región, lo que fue bien recibido por los organismos financieros internacionales.

En tanto, analistas consideraron un "espaldarazo" para Alvaro Uribe la declaración especial sobre Colombia del Grupo de Río, aprobada a propuesta del presidente ecuatoriano, Lucio Gutiérrez. Para Uribe, el texto, más que un triunfo diplomático, supone el "despertar" de las Américas frente al conflicto de su país, el más antiguo del continente, con más de cuatro décadas.

La declaración insta a Kofi Annan, secretario general de la ONU, a que "utilice sus buenos oficios para impulsar decididamente un proceso de paz en Colombia, exhortando a los movimientos guerrilleros que operan en dicho país a firmar un acuerdo de cese de hostilidades y entrar en un diálogo abierto y transparente que, a través de un cronograma con plazos, discutido y aprobado por las partes, permita llegar a una solución pacífica y definitiva al conflicto colombiano, que cada vez afecta más a los países de la región".

El texto concluye: "si este proceso no tiene el éxito deseado, el Grupo de Río, junto al secretario general de Naciones Unidas y en coordinación con el gobierno de Colombia, buscará en una nueva consulta otras alternativas de solución".

Este último punto causó cierta inquietud entre algunos mandatarios, ya que la víspera Uribe interpretó ante la prensa que si los guerrilleros no respondían al llamado de pacificación se debería buscar otra salida, pidiendo apoyo internacional "para derrotar militarmente" a los insurgentes.

Este día Uribe aseguró que su gobierno buscará todas las alternativas para que los rebeldes se sienten a dialogar, mientras el ecuatoriano Gutiérrez señaló que si los grupos armados no atienden el llamado quedarían de espaldas a la comunidad internacional.

Chávez acogió la propuesta con reservas, al apuntar que la solicitud que se hará a la ONU "más bien me parece peligrosa y así lo he dicho con mucha crudeza a los presidentes. Me parece que no se debatió el tema a fondo".

El presidente peruano afirmó que si la propuesta no funciona "se seguirá convergiendo (ya que) no hay ninguna decisión del Grupo de Río sobre militarización" o desplazamiento de fuerzas internacionales para apoyar la lucha contra las guerrillas colombianas.

Mientras Toledo dijo que la paz como preocupación es lo que impulsa al grupo regional a hacer esta petición a la ONU, Uribe indicó en otras declaraciones que agradecía la propuesta y que "por primera vez en América Latina, el terrorismo en Colombia ha recibido el mensaje de que no es invencible".

Al cabo de dos días de reuniones, los líderes de los 19 países del grupo conformado en 1986 firmaron el llamado Consenso de Cuzco, que propone una agenda latinoamericana como plan de acción para insertar a la región en la escena internacional con peso político propio.

Esta declaración se divide en cinco temas: superación de la pobreza y la exclusión, paz y seguridad, gobernabilidad democrática, mecanismos financieros para fortalecer la democracia e identidad cultural y mayores relaciones externas con otros países y regiones.

En cuanto al combate a la pobreza, se formó un grupo técnico que se encargará de definir áreas y acciones conjuntas, intercambio de información y consultas en Ginebra, así como de pedir diversos apoyos.

En el tema de paz y seguridad se destacó la búsqueda de fórmulas para fortalecer el sistema multilateral y coordinar posiciones sobre una reforma en el Consejo de Seguridad de la ONU, así como fortalecer la lucha contra terrorismo, drogas, lavado de dinero y tráfico ilícito de armas.

En gobernabilidad democrática se resaltó la importancia de consolidar la institucionalidad, tomando en cuenta a la sociedad civil y el respeto a los derechos humanos.

Sobre los mecanismos financieros, los mandatarios se manifestaron por un comercio internacional libre y equitativo, además de examinar los procesos de globalización e iniciativas que aproximen las visiones de Davos y Porto Alegre.