Imposible, respuesta rápida ante una recesión

Analiza el G-7 remedios a largo plazo para superar estancamiento económico

REUTERS

Deauville, Francia, 17 de mayo. Ante la imposibilidad de una solución rápida para un mundo al borde de la recesión, los ministros de Finanzas de las principales potencias del mundo discutieron este sábado "remedios" a largo plazo para sus estancadas economías y ayuda para el Tercer Mundo.

Reunidos en la localidad francesa de Deauville, en la costa de Normandía, por primera vez desde el fin de la guerra contra Irak, los ministros tenían previsto mantenerse alejados de cualquier medida de emergencia sobre las preocupaciones inmediatas en torno al crecimiento o problemas monetarios.

Había pocas probabilidades de iniciativas monetarias, fiscales o cambiarias inmediatas, según comentarios de varios delegados a la reunión.

Frente al estancamiento de las economías en Europa y Japón, y a una caída del dólar estadunidense, la reunión de ministros del Grupo de los Siete (G-7) estaba preparando la agenda económica para una cumbre a celebrarse en la localidad francesa de Evian en junio, con objetivos a más largo plazo.

Se esperaba que el constante optimismo en torno a un repunte económico, si bien tibio, se convirtiera en la postura oficial.

Un borrador del comunicado del G-7 presentado a los ministros este sábado, y al que tuvo acceso Reuters, expresó confianza en que la economía mundial puede recuperarse y que los grandes riesgos que enfrenta han mermado.

Sin embargo, el comunicado equilibraría ese optimismo resaltando las numerosas dificultades que quedan por delante.

Cuando los ministros se reunieron el viernes, dijeron que el comunicado no haría mención alguna de las tasas de cambio.

El comisionado de asuntos monetarios de la UE, Pedro Solbes, dijo este sábado que las tasas cambiarias serían incluidas en conversaciones sobre "la situación económica general".

Los funcionarios esperan que después de un primer trimestre sombrío para las economías del G-7 -que vio estancarse las de por lo menos tres miembros del grupo- sería invertido por un repunte de posguerra en el optimismo de los consumidores y las empresas. Preveían que una recuperación en las bolsas mundiales y datos sobre confianza de los consumidores estadunidenses alentara esas esperanzas.