Exige la nulidad de la donación del ex Convento de Santa Catalina

Nueva batalla del pintor oaxaqueño en defensa del patrimonio cultural

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Luego de haber impedido la instalación de un McDonald's en el zócalo de Oaxaca, Francisco Toledo y la asociación Pro-Oax se disponen a librar una nueva batalla en favor del patrimonio cultural de su estado: evitar que el ex Convento de Santa Catalina, edificio construido en 1568 y ubicado en la capital del estado, pase a manos de particulares, contraviniendo toda normatividad en la materia.

El pintor informó ayer, después de recibir el Premio Federico Sescosse 2003, que ''se trata de un problema parecido al del ex Palacio del Arzobispado. Quieren desincorporar el ex Convento de Santa Catalina del patrimonio nacional para ponerlo en manos de particulares".

Abuso de poder

De acuerdo con Ana María Cruz Vasconcelos, representante legal de Pro-Oax, la próxima semana sus representados interpondrán acción legal ''en contra de las secretarías de Hacienda, de Desarrollo Social y de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, para exigir la nulidad absoluta de un convenio totalmente antijurídico que firmaron éstas para donar a Fonatur el ex convento sin ninguna base legal.

''En el gobierno de Luis Echeverría, por decreto presidencial, se creó un fideicomiso sólo para acondicionar el recinto como hotel y arrendarlo, pero jamás fue traslativo de dominio. Cuando De la Madrid disolvió el fideicomiso, éste no tenía en propiedad el ex convento. Entonces, es un absoluto abuso del poder y un exceso de esas secretarías que lo donaron a Fonatur sin base legal".

La denuncia será firmada por Toledo, presidente de Pro-Oax. Según Cruz Vasconcelos, ''nadie puede dar lo que no tiene. El fideicomiso no tenía en propiedad el inmueble y no puede donarlo, se trata de un inmueble histórico que es inalienable e imprescriptible. Por tanto, es imposible convertirlo en propiedad privada".

El ex Convento de Santa Catalina fue fundado en 1568 por el obispo fray Bernardo de Alburquerque para albergar a monjas franciscanas. La construcción se concluyó a principios del siglo XVII. El edificio tuvo varios usos hasta que fue convertido en hotel en los años 70. Entre sus aspectos más valiosos, además de su arquitectura, están unos lavaderos y una pinacoteca.

La cadena hotelera a la cual pretende cederlo Fonatur es Servicios Turísticos, SA, administradora de los hoteles Camino Real. El hecho, explicó la abogada, también invade ''la soberanía de Oaxaca, porque no se pidió permiso a la Legislatura del estado cuando se enajenó el inmueble".