Exigen destituir al alcalde perredista Domingo de la Cruz

Priístas de Zinacantán amenazan con "hacerse justicia por su propia mano"

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

San Cristobal de Las Casas, Chis., 7 de marzo. El sepelio de dos indígenas asesinados el pasado miércoles en Zinacantán se convirtió en una manifestación política, en la cual militantes priístas exigieron la destitución del alcalde perredista Domingo de la Cruz Pérez, y amenazaron con hacerse justicia por su propia mano si las autoridades no castigan a los responsables de los hechos violentos.

Mientras avanzaban cargando los atúdes de los dos tzotziles, desde el templo de San Lorenzo hacia un panteón ubicado en las afueras de la comunidad de Patosil -de donde eran originarios-, con mantas y consignas de "fuera presidente asesino", los más de 300 dolientes demandaron al Congreso del estado que se conforme un concejo municipal.

Dos días después de los hechos violentos que dejaron un saldo de dos muertos, 15 lesionados y cinco vehículos incendiados, en Zinacantán la situación es de cierta tensión, a pesar del pacto de respeto mutuo y de no agresión que los grupos en pugna firmaron anoche en esta ciudad.

Precisamente casi a la misma hora en que los representantes de los grupos antagónicos suscribían el acuerdo anoche, en Patosil presuntos priístas prendieron fuego a un camión propiedad de un perredista.

Ambos grupos se acusan mutuamente

A pesar de que en dicho pacto se estableció que la policía estatal permanecería en la zona, hoy no se vio a ningún agente en la cabecera de Zinacantán, adonde, por temor a nuevos hechos violentos, no han llegado como lo hacen cotidianamente decenas de turistas na-cionales y extranjeros.

Los cadáveres de Mariano Hernández Pérez y Antonio Rigoberto Pérez Montejo fueron llevados inicialmente al templo de San Lorenzo, donde se ofició una misa de cuerpo presente.

Luego fueron trasladados al cementerio, y el cortejo fúnebre se convirtió en una manifestación política contra las autoridades perredistas que por primera vez gobiernan en Zinacantán, a 10 kilómetros de San Cristóbal.

Los cuerpos fueron vestidos con ropa tradicional, y en el interior de los ataúdes negros de madera fueron colocados algunos objetos como recuerdos personales y velas e incienso.

Fieles a su tradición, los dolientes también repartieron caldo de pollo y posh (bebida embriagante tradicional, hecha de maíz) a quienes los acompañaron hasta el panteón.

"Si el alcalde entra en la presidencia, nosotras las mujeres lo vamos a matar, porque ya es mucho el sufrimiento que nos está causando", dijo enfurecida y llorando la indígena Petrona de la Torre.

El dirigente tzotzil Juan Gómez Sánchez agregó: "Queremos que haya paz, no queremos más sangre ni problemas, pero ellos (los perredistas) están provocando conflictos; no es justo, lo que queremos es que finalice el problema, que se vaya el presidente".

Los priístas acusaron de los hechos, además del alcalde, al juez municipal Mariano García, por lo que también demandaron su destitución.

Al mismo tiempo, se quejaron de que dos días después del enfrentamiento no hay ningún detenido.

En medio de acusaciones mutuas y de rumores de que habrá nuevos ataques, los grupos se mantienen a la expectativa. La alcaldía permaneció cerrada por tercer día consecutivo.

Los perredistas, encabezados por las autoridades municipales, se concentran en la comunidad de Nachig, su principal bastión.

Algunos priístas que presenciaron los hechos del miércoles aseguraron que los atacantes "pertenecen a un grupo armado que opera en el municipio", por lo que Mariano Vázquez López, regidor plurinominal del PRI, demandó a la Procuraduría General de la República que investigue y actúe en consecuencia.

Los denunciantes afirmaron que los miembros de dicho grupo usan uniformes tipo militar, radios de banda civil y portan fusiles AK-47 -cuerno de chivo-, y R-15.

"Los que nos atacaron venían uniformados, parecidos a los militares, algunos de ellos encapuchados, y ahora siguen armados", aseveró Juana de la Torre.

Por otro lado, la Secretaría de Gobernación informó que el coordinador para el Diálogo y la Negociación en Chiapas, Luis H. Alvarez, se reunió en Jolnishtié, municipio de Tila, con unos 50 representantes de organizaciones y comunidades indígenas de la región Selva Norte. En el encuentro, destacó la coincidencia en que es la paz y no la violencia la mejor condición para alcanzar el desarrollo al que tienen derecho las poblaciones.