Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 20 de enero de 2003
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Deportes

José Cueli

Fue la tarde de un toro De Santiago

La claridad que le falta al lúgubre mes de enero la han traído el domingo pasado David Silveti y el día de ayer un espléndido sol invernal mexicano y un Zotoluco que hizo resonar en la Plaza México su canto de madera, al sonar con dejo antiguo su antífona marcada por la casta a un bravísimo toro de la ganadería De Santiago, como antes había sonado la de David Silveti, señalada por su clasicismo, al cobijo del bronce de las viejas leyendas del toreo.

Asoleada tarde de enero en la plaza casi llena y la luz alumbradora del queacer torero del Zotoluco; formidable himno rústico -no exquisito- lleno de virilidad, sobradamente frenético, al ofrecer a los aficionados el marfil moreno de su cuerpo a los pitones del bravo toro De Santiago, al que le faltó un puyazo y se iba para arriba. Zotoluco lo pudo a base de valor y oficio, y gracias a su casta que impactó al público y, en especial, a las guapas y a la nueva afición.

El garrido torero, por su impulso, por su ímpetu, por su ardor, por la fuerza de sus pases, consiguió que la efusión embriagada de esa locura llamada toreo encendiera la plaza y luego la enfriara por lo defectuoso de la ejecución de la suerte de matar. Al final el aire nos helaba, a pesar del sol, y resurgía en la mente la faena del Zotoluco, a dos milímetros de los pitones, preso entre ellos al marcar los pases, en especial a su segundo toro, que se comía la muleta y literalmente planeaba y fue premiado con arrastre lento.

El Juli, elegantemente vestido -ciruela y negro- ante los toritos débiles, descastados de De Santiago -un puyazo por torito-, varios rodando por el ruedo, lo noté desganado, como aburrido de tanta corrida. Eso sí, colocó un par de banderillas al quiebro espléndido y pasaportó a su primer enemigo de una estocada entregándose en todo lo alto que fueron torería pura. En tarde se le rindió un merecido homenaje al ex juez de plaza Jesús Dávila. Caballero en la plaza y fuera de ella.

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