Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 8 de diciembre de 2002
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Mundo
Marchan en Venezuela simpatizantes y opositores del presidente; no hubo incidentes

Habría estado de excepción si sigue el paro petrolero: Chávez

Se cambiará toda la directiva de PDVSA, de ser necesario, afirma el mandatario

Habrá elecciones cuando corresponda, no cuando la oposición quiera, sostiene

AFP, DPA Y REUTERS

Caracas, 7 de diciembre. Miles de simpatizantes del gobierno venezolano efectuaron hoy una multitudinaria marcha de respaldo al presidente Hugo Chávez, quien afirmó que en Venezuela habrá elecciones cuando corresponda y no cuando quiera la oposición "golpista, fascista y desestabilizadora", y que en su momento la oposición será derrotada "una y 100 veces".

Comandos de la marina venezolana tomaron el control del petrolero Pilín León que había sido anclado hace unos días al sumarse a la huelga general de la oposición, esos sectores efectuaron una marcha silenciosa de luto por los actos de violencia de la víspera, que provocaron tres muertos y más de 20 heridos.

Chávez anunció un plan para restructurar la directiva de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), y dijo que de ser necesario "se cambiará a la junta directiva completa". El pasado viernes varios directivos de PDVSA pusieron sus cargos a disposición de la empresa después de que un grupo de individuos disparara indiscriminadamente contra opositores reunidos en un acto para exigir la renuncia de Chávez en la Plaza Altamira de la capital. Algunas fuentes dijeron este sábado que el saldo de los disturbios ascendió a cinco muertos.

El paro, reducido a sabotaje

El mandatario reiteró que el paro promovido por sus adversarios, que lleva seis días, se ha reducido a un "sabotaje" contra la vital industria petrolera. Admitió también que la huelga ha afectado las operaciones de producción de la industria petrolera, y que pese a todo se sigue cumpliendo en lo interno y lo externo.

Las fuerzas armadas venezolanas defenderán la industria petrolera para que Venezuela pueda cumplir con sus compromisos internacionales en medio del paro general, señaló por su parte el ministro de Defensa, José Luis Prieto. En un mensaje a la nación, Prieto reconoció que la seguridad del país se ha visto afectada y que las fuerzas armadas tienen importantes y trascendentes funciones que cumplir.

El presidente llamó nuevamente a la oposición a poner fin a la huelga y dejó abierta la posibilidad de declarar un estado de excepción si el paro petrolero sigue, y ordenar por decreto la reanudación de labores.

Acompañado de los jefes de la aviación, armada, ejército y guardia nacional, el ministro dijo que se ha afectado a la empresa estatal petrolera y que hay peligro de que se produzcan fallas eléctricas, además, recordó que dejar de honrar los compromisos comerciales internacionales de Venezuela afectará el prestigio del país.

Lamentó los hechos de violencia del viernes y desmintió rumores en el sentido de que habría renunciado el comandante de la aviación venezolana, y afirmó que también es falso que esté preso el comandante general del ejército. Atribuyó dichos rumores a "intereses perversos por desinformar y crear confusión".

Momentos antes, el comando general del ejército emitió un comunicado en que se declaraba "conmovido" por el ataque en la Plaza Altamira, y pedía que los responsables "reciban la condena que la ley garantiza". El texto, firmado por el general Julio García Montoya, citaba la "bárbara e innecesaria manifestación de violencia", pero concluía que como institución castrense debía cumplir su misión y mantenerse apartidista.

Ante miles de simpatizantes, el mandatario insistió en que la huelga general contra su gobierno ha sido "un paro inexistente e irracional", y reiteró su denuncia de que los "conspiradores" planean derrocarlo. Pero advirtió que esta vez no lo sorprenderán como en abril, porque el gobierno está preparado para responder "donde haya que hacerlo".

Las decenas de miles de chavistas recorrieron unos nueve kilómetros desde el populoso sector de El Valle, en el suroeste de la capital, y culminaron la marcha ante el presidencial Palacio de Miraflores, y prácticamente tomaron el centro de Caracas coreando consignas de apoyo al mandatario y de repudio a los opositores.

En su discurso, Chávez afirmó que la oposición será derrotada "una y 100 veces" porque tiene el apoyo de "ciento por ciento" en los barrios pobres, por lo que llamó al pueblo a emprender una campaña para dotar de los documentos de identidad a quienes no lo tienen y a inscribirlos en el padrón electoral.

"No debemos olvidar que esto nos llevará a un nuevo proceso electoral. Es posible que vayamos a un referéndum revocatorio -previsto en la Constitución para agosto de 2003- para preguntarle al país si quiere que Chávez se quede o se vaya", sostuvo.

Afirmó que "esta oposición golpista y sanguinaria que lamentablemente tenemos, dificulta construir un camino pacífico y democrático como el que venimos construyendo. Añadió que esa oposición "fascista y terrorista" dice que quiere elecciones, pero en realidad "tiene una carta oculta y un puñal escondido para clavárselo al corazón de la revolución bolivariana.

"La mayor parte de ellos no cree en la democracia y conspira por el camino del golpismo, el terrorismo y el fascismo. Esta es la misma oposición que perpetró el golpe de abril pasado", reiteró.

Pide mantener la movilización

Chávez llamó al pueblo a mantenerse movilizado para defender la revolución, ganar las calles y evitar otro golpe de Estado, así como evitar "la operación de sabotaje que intenta paralizar el corazón económico de Venezuela". Dijo que ha llegado la hora de "defender en la calle la industria petrolera, ya que es de todos y no de una elite".

Añadió: "Si logran parar la industria petrolera, si logran paralizar al país, no habría gasolina ni luz y retrocederíamos 100 años. Por eso debemos evitar la paralización de la industria cueste lo que cueste". Por ello reiteró la militarización de la industria petrolera y llamó a sus partidarios a movilizarse "por todo el país" para esta defensa.

La manifestación oficialista también guardó un minuto de silencio por las víctimas de la violencia del viernes pasado en la Plaza Altamira, donde un grupo de militares disidentes se mantienen atrincherados desde el 22 de octubre pasado.

"Esta no es una marcha de odio ni de desprecio a nadie. A raíz de los acontecimientos de anoche, guardamos un minuto de silencio por las víctimas", explicó el vicepresidente José Vicente Rangel, en tanto que los opositores se quejaban de que el gobierno se había negado a declarar una jornada de luto nacional por los sucesos.

La opositora Coordinadora Democrática, que aglutina a sectores empresariales de Fedecámaras, de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y de los partidos opositores que buscan la caída del gobierno de Chávez, decretó por su parte tres días de luto "activo nacional" en consonancia con el "paro activo" que realizan.

En tanto, entre música, consignas y banderas, Rangel señaló que era una marcha de "gente seria y sensata", y envió un mensaje de condolencias a los familiares de las víctimas de los más recientes sucesos, mientras más personas seguían sumándose a la manifestación.

"No al chantaje terrorista, Venezuela no se detiene", era una de las consignas de los chavistas en la tribuna. Dirigentes del gobernante Movimiento V República (MVR) lanzaban las consignas: "El pueblo está en la calle y no lo para nadie", "No volverán" y "Chávez somos todos".

La marcha de la oposición partió del barrio de Chuao hasta Petare, bajo la consigna: "por la paz y contra el terror", ya que acusan a los seguidores del chavismo de lo que llaman "la masacre de Altamira", y no han dejado de responsabilizar al propio mandatario, acusándolo de emitir órdenes al respecto.

Los opositores, vestidos de negro, realizaron una serie de "homenajes" por los tres muertos y varios heridos del viernes, cuando un sujeto disparó indiscriminadamente contra la gente que apoyaba a los militares disidentes.

Voceros de los venezolanos contrarios a Chávez criticaron la bulliciosa marcha oficialista con comentarios de que "así se muestra la sensibilidad" del gobierno.

La prensa opositora, entre ésta el diario El Nacional, presentó una foto en la que, dice, el pistolero confeso de la agresión en la plaza Altamira se encontraba el día anterior en una concentración de simpatizantes del presidente Chávez frente a la sede de PDVSA.

El sujeto es un taxista de 39 años de origen portugués e identificado como Joao de Goveia, además de que la policía tiene detenidos y bajo interrogatorio a otros seis sospechosos.

El fiscal general, Isaías Rodríguez, expresó que los detenidos serán trasladados a los tribunales este domingo. De momento, agregó, se sabe que el portugués ingresó en el país este año.

La oposición se mantuvo en la plaza Altamira, donde en la noche realizaba una vigilia en honor a los caídos y un nuevo cacerolazo, con insistentes reclamos de "elecciones ya"

El presidente venezolano, quien desde anoche destacó que los opositores ya habían comenzado a gritar "Chávez asesino", y que aun cuando los cuerpos de las víctimas estaban calientes, los opositores ya tenían al asesinado identificado al señalar al presidente, pidió no adelantar conclusiones y esperar las investigaciones sobre los hechos.

Horas antes de lax manifestaciones, Chávez aseguró ante corresponsales extranjeros que "la gran operación de sabotaje sobre la empresa petrolera se ha convertido en un alto riesgo para el país", y acusó a sus adversarios de tener una "motivación política bastarda".

Señaló que el gobierno puso en marcha un plan para recuperar, con las fuerzas armadas, el control de los 11 buques que se sumaron a la huelga, y anunció que ya se había recuperado el control del tanquero Pilín León, el primero que desde el jueves se había sumado a los huelguistas y cuyo capitán fue sustituido, ya que los marineros bajo su mandono lo seguían.

Un capitán de otra de las naves varadas confirmó que un comando militar de elite tomó el control, que se trataba de una unidad muy bien entrenada, y calificó su esfuerzo de "desproporcionado".

Chávez dijo que esos comandos seguirán recuperando el resto de los tanqueros, ante lo cual los opositores habían dicho inicialmente que opondrían resistencia o que la gente los apoyaría a resistir.

Asimismo, agradeció a los trabajadores de la industria que han estado colaborando, y dijo que lo cierto es que las órdenes para la movilización de los buques no han estado saliendo de las oficinas de PDVSA. Comparó ese tipo de actitudes de los gerentes con quien pone un bomba en un lugar público para luego calificarlo de "sabotaje".

Uno de los gerentes opositores de la petrolera, Juan Fernando, admitió que pese a las demoras en las entregas, las exportaciones siguen fluyendo al reconocer que ayer partió a Cuba un buque con 240 mil barriles de diesel.

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