El secretario de Hacienda urge al Congreso a introducir cambios en el sistema fiscal

La devolución del IVA a las empresas representa casi 5% del PIB: Gil Díaz

Calificó de "puerta falsa" fincar el desarrollo del país en el gasto público deficitario

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, hizo este jueves un llamado "apremiante" al Congreso para legislar los proyectos que permitan reducir la dependencia que tiene la economía mexicana de Estados Unidos, y calificó de "puerta falsa" la pretensión de fincar el desarrollo del país en un gasto público deficitario.

Gil Díaz urgió al Congreso a introducir cambios en el sistema fiscal, en especial al régimen de devoluciones a las empresas del impuesto al valor agregado (IVA) y otros tratos preferenciales, cuyo costo para el fisco alcanza cada año 328 mil 675 millones de pesos, cantidad equivalente a 5 por ciento del producto interno bruto (PIB).

En una comparecencia ante la comisión de Hacienda del Senado, el funcionario urgió nuevamente al Congreso a avanzar en la legislación de reformas para permitir mayor participación privada en sectores clave como el eléctrico y para mejorar el sistema fiscal, al tiempo que consideró "indispensable" que el gasto público "no exceda nuestras posibilidades realistas de financiarlo".

Las declaraciones del secretario Gil respecto a la inconveniencia de elevar el gasto público con base en un mayor déficit fiscal ocurrieron después de que los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) han reclamado por medio de sus representantes en el Congreso una ampliación del presupuesto destinado al área social y de infraestructura, y en especial a la educación. Sólo el PRD ha planteado elevar el déficit fiscal previsto para 2003 de 0.5 por ciento del PIB a 0.65 por ciento.

En su presentación ante la comisión legislativa, Gil Díaz consideró que a dos años de iniciado el actual gobierno "quizá el tema más apremiante es el de legislar los proyectos que permitan que México dependa menos del desempeño de las economías de Canadá y Estados Unidos. Son éstos y no el gasto público deficitario, el que tantas desgracias nos ha acarreado en el pasado, los que permitirán desencadenar fuerzas productivas que mediante flujos cuantiosos de inversión, ganancias en productividad y absorción de nuestra creciente mano de obra permitirán el progreso del país. Esa es la fórmula y no otras que, como lo acreditan nuestra historia y la experiencia de multitud de naciones, son puertas falsas".

El funcionario calificó como "una hazaña digna de consideración" que el país haya logrado estabilidad financiera en los pasados dos años, pero dijo que para pasar de una recuperación incipiente a un despegue de gran dinamismo "falta poner en su lugar los incentivos que la propicien".

Habló entonces de la reforma fiscal. Los cambios introducidos a finales del año pasado, dijo, contribuirán a mejorar la recaudación del impuesto sobre la renta, principalmente a partir de 2004. Pero el sistema fiscal, añadió, necesita todavía de cambios importantes en la tributación al consumo, particularmente en lo que se refiere al problema que presentan las devoluciones del impuesto al valor agregado".

Aseguró que las diversas concesiones o tratos preferenciales contenidos en las actuales leyes tributarias equivalen a cinco puntos porcentuales del PIB y a 45 por ciento de la recaudación.

También planteó la urgencia de la reforma eléctrica y en este punto aseguró que la deuda total de las empresas públicas del sector alcanza 9 mil millones de dólares, que al relacionarlos con las ventas o el capital o el flujo de efectivo de esas compañías, arroja cocientes a futuro por encima de las normas internacionales, en medio de un mercado internacional de fondos que ha venido experimentando lapsos "preocupantes de astringencia".

En la sesión de preguntas y respuestas, la senadora Verónica Velasco, del Partido Verde Ecologista de México, recriminó al funcionario la propuesta del gobierno, contenida en el paquete económico para 2003 que debate el Congreso, de implantar un impuesto especial al uso automotriz de gas licuado de petróleo, con el único propósito de aumentar la recaudación. De ser aprobado, dijo, México sería el único país del mundo que impone un gravamen a la protección al ambiente.

Gil Díaz aseguró que la Secretaría de Hacienda dispone de estudios que demuestran que el gas, como combustible motriz, es menos contaminante que la gasolina. Además, dijo, con este gravamen el fisco dispondrá de recursos adicionales por 3 mil 700 millones de pesos.

A la senadora Dulce María Sauri, del PRI, quien cuestionó el incremento del gasto corriente, el funcionario respondió que "si algo se puede afirmar de este gobierno" es que ha llevado ahorros importantes en gasto corriente.

El senador Héctor Larios, del PAN, planteó la inconformidad respecto de la pretensión de Hacienda de elevar de 3 a 6 por ciento el impuesto por el crédito al salario (que permite a trabajadores con ingreso menor a cuatro salarios mínimos no pagar impuesto sobre la renta), pues dijo que este gravamen tendría un efecto negativo en la creación de empleo.

Gil Díaz aseguró que en caso de ser aprobado, este impuesto permitirá al gobierno un ingreso de 9 mil millones de pesos. Dijo que no tendría un efecto negativo en la creación de empleos, dado que su efecto sobre las nóminas que pagan los patrones sería un aumento de 0.5 por ciento respecto de su nivel actual.

Sobre la inquietud del senador priísta Fernando Gómez Esparza por el incremento del contrabando y la economía informal, el funcionario dijo que el combate a la introducción ilegal de mercancía y el crecimiento del comercio en vía pública debe ser responsabilidad de los tres niveles de gobierno. "Si los gobiernos estatales y municipales no hacen respetar el uso de las calles para que no se conviertan en establecimientos comerciales, no será posible abatir el comercio informal", dijo.