Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 26 de noviembre de 2002
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Cultura
LA MUESTRA

Carlos Bonfil

Espíritu del Artico

Leyenda del corredor veloz Tradiciones y mitologías locales

UNA LEYENDA DEL Artico canadiense. En la comunidad de Igloolik, en las islas de Baffin, a orillas de la bahía de Hudson, el cineasta Zacharias Kunuk, de origen inuit, recoge los testimonios de los ancianos del lugar y con asistencia de su amigo Paul Apak, arma un guión en torno de la leyenda de Atanarjuat, el corredor veloz. Ubicada en una época anterior a la colonización europea, la historia narra la rivalidad entre el protagonista y el villano Oki, hijo de un usurpador que asesinara a su padre, jefe de la comunidad. Disputa doble, por una mujer que ambos hombres codician y por la legitimidad moral del liderazgo. Intervienen, como elementos fantásticos, los poderes del chamanismo que en más de una ocasión deciden el destino de los protagonistas, y el poderío de la naturaleza, descrita suntuosamente por la cámara de Norman Cohn, galardonada en Cannes.

ESPIRITU DEL ARTICO (Atanarjuat, the fast runner), producción canadiense, hablada totalmente en inuktitut, reorienta, 80 años después y en ámbitos muy parecidos, los registros de la vida cotidiana en el círculo polar ártico del clásico de Robert Flaherty, Nanuk el esquimal (Nanook of the North, 1922). Considérese la similitud del registro: la construcción de una vivienda iglú (el homenaje es directo; Flaherty debió construir un iglú mucho más grande para dar cabida a un equipo pesado; Kunuk se mueve con agilidad en dimensiones reales gracias a su cámara de video digital), los desplazamientos en trineos de perros y la cacería de caribúes y focas, el tratamiento de las pieles, y los rituales de la vida doméstica.

KUNUK INCORPORA AL tono documental la elaboración de una ficción que entrelaza tradiciones y mitologías locales, además de aspectos poco abordados en este cine, como la alusión al adulterio y las referencias directas a la sexualidad y sus códigos de honor patriarcales. Una secuencia fascinante es la sesión de un rito chaman, mitad invocación, mitad exorcismo, para restablecer el orden tribal amenazado y refrendar la autoridad de los ancianos, con intervención directa de los antepasados.

A LA RECREACION casi antropológica, Kunuk añade una estupenda dinámica narrativa, como la larga persecución de Atanarjuat por sus enemigos (manejo agilísimo de la cámara, encuadres siempre sugerentes), y los elementos de suspenso en la secuencia en que sus protectores disimulan el cuerpo del héroe entre algas marinas; abundan las escenas humorísticas, y la fotografía captura con elegancia la transición de las estaciones y los contrastes y similitudes entre las dos superficies infinitas, la tundra y el cielo, su espejo alucinante. Mantener vivo el interés del espectador a lo largo de casi tres horas con una astuta combinación de recuento mitológico y registro documental, es un logro no desdeñable en esta aventura del joven realizador inuit y su comunidad cómplice.

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