Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 18 de septiembre de 2002
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Sociedad y Justicia

La Ssa promoverá ante el Congreso reformas a la Ley General de Salud

Proponen que se permita donación de órganos entre sujetos no emparentados

Descarta que con las modificaciones jurídicas se franqueen las puertas al tráfico ilegal

ANGELES CRUZ

Con el propósito de eliminar algunos "obstáculos que dificultan la donación de órganos" con fines de trasplante, la Secretaría de Salud (Ssa) propondrá reformar la ley que norma el sector para permitir la donación entre sujetos vivos no emparentados, informó Arturo Dib Kuri, director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra).

Rechazó que con esta propuesta se esté abriendo la puerta a la compra-venta de órganos, y señaló que la modificación legal realizada en 2000 para impulsar la donación cadavérica, además de que no tuvo éxito, le quitó a los enfermos de insuficiencia renal crónica, que no tienen familiares, la oportunidad de obtener un riñón de algún amigo que les salve la vida.

La novedad, una excepción

En entrevista, Dib Kuri comentó que la propuesta está en elaboración y posiblemente se envíe al Congreso de la Unión durante el periodo ordinario de sesiones en curso. La ley quedará tal como está actualmente: que la donación de órganos se puede hacer entre sujetos vivos, familiares consanguíneos o por afinidad civil. La novedad es la excepción: los enfermos candidatos a trasplante que no tengan un pariente o consanguíneo podrán recibir la donación de un órgano de una persona no emparentada.

Se incluirán todo tipo de controles, anotó el director de Cenatra. Según el funcionario, el acto de la donación se haría ante notario público, señalando la gratuidad y altruismo del mismo. Se dejaría constancia en un acta del hospital adonde se vaya a realizar la cirugía. Además, el comité interno de trasplantes del nosocomio en cuestión también tendrá que dar su aprobación, previa evaluación del caso. Toda la información sería enviada después al Cenatra, instancia que también haría su propia valoración.

Dib Kuri aseguró que la filosofía de esta reforma legal está basada en que nadie venda sus órganos. Sin embargo, dijo, ahora tampoco lo garantiza el parentesco entre el donador y el receptor.

Señaló que el proceso para la donación de órganos para trasplante entre personas que no tienen ningún vínculo familiar pasará por "muchos filtros". Mencionó al comité interno de trasplantes de los hospitales, en el cual participan incluso los directores de esos nosocomios. Los integrantes realizan una evaluación sicológica de las personas involucradas y entrevistan al donador, entre otros. Según el director del Cenatra, "es muy fácil identificar a la gente cuyo propósito en la donación es el dinero. En la primer entrevista saldría a relucir. Eso se percibe", insistió.

"Lo que no podemos hacer es que por esa posibilidad de que alguien pretenda vender alguno de sus órganos mucha gente se quede sin la posibilidad de recibir la ayuda de algún amigo", agregó.

En abril de 2000 se modificó el capítulo 14 de la Ley General de Salud para promover la donación cadavérica. En ese entonces la discusión fue muy intensa por la dudas expresadas por médicos y organizaciones de pacientes trasplantados respecto a la seguridaddib_transplantes_1 y respeto de los derechos humanos de los posibles donadores.

Por ello quedó plenamente establecido el concepto de muerte cerebral, única vía para la obtención de órganos con fines de trasplante, así como la garantía de que en caso de no haber ninguna evidencia sobre el deseo del paciente para donar o no sus órganos al momento de su muerte fueran los familiares quienes tuvieran la última palabra.

Para las autoridades de la Ssa de aquella época, la donación cadavérica era la mejor alternativa para resolver la demanda de órganos en el país. Ahora, Dib Kuri admite que fue muy importante preservar el derecho de la familia a decidir sobre el destino de los órganos de alguno de sus integrantes con muerte cerebral.

La reforma, indicó, facilitó que la población se concientizara sobre este problema de salud pública. Sin embargo, afirmó, no fue suficiente, porque no hubo campañas de información posteriores.

Comentó que la donación cadavérica alcanzaría para realizar los trasplantes que se requieren actualmente sólo si se obtuvieran los órganos de todas las personas que sufren algún accidente y quedan con muerte cerebral, pero hay un problema, mencionó Dib Kuri: en México los hospitales donde se realizan los trasplantes no son los mismos adonde llegan los accidentados y potenciales donadores. No existe comunicación entre esos nosocomios y el proceso de donación "implica un enorme esfuerzo, primero de convencimiento de los familiares del paciente, luego para tomar los órganos y finalmente trasladarlos adonde se realizará la cirugía de trasplante".

Los hospitales más importantes de traumatología del país son el Magdalena de las Salinas y el de Lomas Verdes, ambos del IMSS. Ninguno de los dos tiene una participación importante en el programa de trasplantes. Más limitada todavía es la vinculación con las unidades médicas de los estados, que atienden a los accidentados en las carreteras del país.

Para Dib Kuri la donación entre vivos es la mejor alternativa. El donador vivo "se somete a un riesgo quirúrgico, pero nada más". Se le practica un estudio clínico completo para certificar que está sano. La posibilidad de que muera en algún momento de la donación es de 0.005 por ciento, apuntó el funcionario.

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