Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 12 de septiembre de 2002
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Celebran miles el Día Nacional de Cataluña

Apoyo incondicional de Aznar a un ataque unilateral de EU contra Irak

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 11 de septiembre. Al considerar que "lo determinante" es acabar con "la amenaza que el terrorismo supone para todos", el jefe del gobierno español, el conservador José María Aznar, manifestó hoy ante el Parlamento su apoyo incondicional a un eventual ataque contra Irak, incluso cuando aún no existe un dictamen de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al respecto.

El jefe de la oposición socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, cuestionó al mandatario al advertirle que su grupo no apoyará una intevención militar sin autorización de Naciones Unidas.

Aznar, quien según la prensa considera "muy deseable, pero no imprescindible" el beneplácito de la ONU a un ataque contra el régimen de Saddam Hussein, sostuvo en la comparecencia que "lo importante es terminar con el terrorismo", y dio a entender su apoyo incondicional a George W. Bush al señalar que "estaremos siempre con aquellos que con nosostros y como nosotros luchan por la causa de la libertad y contra el terrorismo".

Afirmó que Irak incumple sistemáticamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y, por ello, "son justamente las Naciones Unidas las que tienen que responder y reaccionar en esa materia". Por ello, Aznar consideró "muy probable" una nueva resolución del organismo. Pero para que esa eventual resolución sea efectiva, precisó, se debe mantener una actitud "firme", pues consideró que no puede haber ningún tipo de obstrucción para eliminar la amenaza del "uso de armas de destrucción masiva".

Recientemente, más de 5 mil marines se movilizaron en la base militar de Rota, donde el ejército de Estados Unidos tiene uno de sus centros estratégicos del Mediterráneo.

En su breve discurso, Aznar mezcló el tema de la lucha contra el terrorismo a la intevención de Irak, aunque según El País, el servicio secreto español no cree que existan conexiones entre la red Al Qaeda, responsable de los atentados del 11 de septiembre, y Saddam Hussein. "No parece muy obvia la relación entre un régimen laico y un grupo que se caracteriza por su fanatismo religioso", dijo el director del Centro Nacional de Inteligencia, Jorge Dezcallar, citado por el diario.

Por su lado, con excepción del oficialista Partido Popular, la casi totalidad de las fuerzas parlamentarias españolas rechazó la postura de Aznar, asumiendo como premisa básica la "unidad" de la comunidad internacional ante un ataque.

Rodríguez Zapatero insistió en que España, además de buscar por todos los medios la implicación de la ONU en una acción militar, debe también asumir la postura que fije la Unión Europea, dado que el proceso de integración comunitaria exige la unidad de los países miembros ante asuntos de tal envergadura.

"Uno no se puede dejar seducir por una conversación telefónica con Bush", ya que entonces la "lealtad" se convierte en "sumisión", dijo el líder del Partido Socialista Obrero Español, en alusión a la conversación telefónica de la víspera entre Aznar y el mandatario estadunidense.

"Abrir un tercer escenario internacional de conflicto no es lo más prudente", ya que primero se deben detener los conflictos en Medio Oriente y Afganistán, añadió.

Más dura fue Izquierda Unida, la tercera fuerza parlamentaria, que consideró la postura de Aznar como "una subordinación inaceptable" ante el régimen de "extrema derecha" estadunidense, mientras destacó que Irak ha sufrido desde 1992 más de mil bombardeos, lo que ha provocado un auténtico "desastre humanitario".

En el País Vasco, el presidente del gobierno regional, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, advirtió que el apoyo del gobierno español a un ataque de Estados Unidos "no compromete ni al gobierno ni a la sociedad vascas". Voceros del Bloque Nacionalista Gallego también se mostraron contrarios a la posición de Aznar.

En tanto, el aniversario de los ataques del 11 de septiembre fue recordado con diversos actos en Madrid, Barcelona e incluso en la Vuelta Ciclista de España.

Sin embargo, en Cataluña, el 11 de septiembre se recuerda tradicionalmente la manifestación histórica que congregó hace 25 años a más de un millón de personas para, recién terminada la dictadura de Francisco Franco, reclamar un "autogobierno" y "libertad" para la región. Llamada la Diada Nacional de Catalunya, cada año miles de personas toman las plazas y calles catalanas para recordar aquella fecha. Este año, la celebración se vio alterada cuando centenares de independentistas catalanes contrarios al proceso de prohibición a Batasuna, la coalición nacionalista vasca a la que se acusa de ser brazo político de ETA, protestaron e increparon a representantes del gobierno español al grito de "fascistas, sois los terroristas".

Entre tanto, la policía autonómica vasca desactivó un coche bomba cargado con más de 25 kilos de explosivos en la región de Ziérbana.

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