Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 26 de agosto de 2002
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Economía

Descartó que se hagan nuevos ajustes al gasto en lo que resta del presente año

Gil Díaz: por su limitado capital político, el gobierno no impondrá el IVA pero impulsará la reforma eléctrica

Crecimiento de 2 por ciento anual, disciplina fiscal y lucha contra la inflación, prevé

NOTIMEX

El gobierno federal no insistirá en la discusión y aprobación de la propuesta de reforma fiscal que, entre otros aspectos, prevé gravar con 15 por ciento de impuesto al valor agregado (IVA) alimentos y fármacos, afirmó categórico el secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz quien, por otra parte, descartó que en lo que resta del año pudieran darse nuevos ajustes al gasto.

Asimismo, reiteró su confianza en que la economía crecerá este año ''entre 1.8 y 2 por ciento''; estableció que la propuesta presupuestal para 2003 se hará sobre la base de mantener la disciplina fiscal y profundizar la lucha antinflacionaria y, también, aprovechó para dejar en claro que ''no he presentado renuncia alguna al presidente Vicente Fox porque estoy convencido de su política económica, lo mismo que de su propuesta de política-política''.

Durante una prolongada conversación, el funcionario destacó que la decisión de no insistir en el asunto relativo a impuestos indirectos que ya el año pasado debatió y finalmente desechó el Congreso, responde a la convicción de que ''siendo limitado el capital político disponible, el acuerdo fue concentrarnos en sacar adelante la iniciativas de reformas eléctricas''.

No se pueden pedir tantas reformas

Esto, amplió, en virtud de que si bien se tiene plena conciencia de que en el renglón que se menciona ''México se ha quedado muy rezagado'', es imposible pensar en que ''podemos pedir al Congreso que discuta y apruebe un abanico demasiado amplio de reformas. Lo mejor es concentrarnos en lograr la modificación de leyes relativas a la electricidad, telecomunicaciones y, por ejemplo también, aquellas que se refieren a las garantías del crédito''.

Con esos cambios, expuso, se atraería mucho más inversión, se mejoraría la productividad, aumentarían los salarios reales, se ampliaría la base de recursos disponibles para combatir la pobreza y, finalmente, el país crecería a tasas altas y conservaría la confianza de los inversionistas.

Antes, Gil Díaz había dejado en claro que de darse reformas estructurales como las citadas, se vería un crecimiento sólido y con bajas tasas de inflación que restaría importancia, incluso, a la influencia de la recuperación de Estados Unidos ''en el repunte de la nuestra'', mientras que, advirtió, de no darse ''tendremos crecimiento sí, pero en niveles menos significativos''.

Cuestionado sobre las repetidas versiones que ''lo renuncian una semana sí y la otra también'', el funcionario consideró los rumores simples ''invenciones'' aunque, sonriente, aprovechó para decir que ''sólo por curiosidad, me gustaría saber quién las está fomentando''.

-La idea la traen los medios. Es un asunto que no he considerado, en virtud de que no hay ninguna razón para que presentara mi renuncia, toda vez que mi entendimiento, mi acuerdo con la política del presidente Fox, su política económica y su política-política es total; no veo ninguna falta de coincidencia.

En las recién restauradas oficinas de Hacienda, Gil Díaz aprovechó para dejar en claro que si aceptó trabajar con la actual administración fue porque ''pensé que le podía servir y ser útil al proyecto y al país. Estoy orgulloso y contento de pertenecer a su gabinete y mientras él así lo desee, aquí voy a seguir. Así que no depende de mí renunciar, sino de su voluntad''.

Interrogado en relación con los criterios sobre los cuales deberá elaborarse la propuesta presupuestal para 2003, dejó en claro que la intención del gobierno no es otra que mantener la disciplina en el gasto, toda vez que ''la decisión de no financiar el gasto con deuda ha probado dar buenos resultados''.

Hizo un amplio recuento de la evolución que en su opinión ha tenido la economía mexicana en los dos últimos años y destacó que si bien la recuperación de la economía de Estados Unidos ''ha sido débil y no se ha dado con la fuerza suficiente en áreas relacionadas con las exportaciones nacionales'', la recuperación del país está en marcha. Y esto, advirtió, como resultado de que el mantenimiento de la disciplina monetaria y fiscal, por parte del Banco de México y de Hacienda, comienza a rendir frutos en el renglón del crecimiento, como antes los dio en materia de inflación que, recordó, reportó avances anuales por debajo de los pronósticos del propio banco central.

Hoy, amplió, podemos decir que gracias a la conducción correcta de tales políticas se ha mantenido la estabilidad en los mercados financieros, lo que elevó las expectativas de crecimiento, además de haber favorecido el logro de un óptimo avance de la inversión extranjera, el mantenimiento de tasas de interés a la baja y un tipo de cambio estable.

Todo ello, afirmó, nos permite asegurar que pese a la volatilidad en algunos aspectos, la economía mexicana deberá crecer este año entre 1.8 y 2 por ciento que, si bien parece bajo, no lo resulta tanto cuando se considera "de dónde venimos", así como lo que está ocurriendo en otros países latinoamericanos.

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