Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 12 de julio de 2002
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Cultura
Analiza en un libro el nexo cautivos-captores

Pilar Calveira indaga sobre los desaparecidos en Argentina

Las víctimas despejan la verdad, advierte Juan Gelman

CESAR GÜEMES

De forma contraria a lo que la tortura buscaría, la desaparición de la memoria vía el castigo físico o sicológico, el dolor de las personas que padecieron en los campos de concentración argentinos hace 25 años (equiparable al que se infligió en cualquier sitio de esta índole, sea México o Alemania) está presente. Pilar Calveiro fue secuestrada por un comando de la Aeronáutica el 7 de mayo de 1977, y luego de un largo proceso de vejación y tortura, cuando el orden medianamente se restableció para su persona y su entorno, decidió compartir su experiencia y la de otros que atravesaron por tan penosa circunstancia.

El resultado de esa indagatoria personal y social es el volumen Desapariciones, memoria y desmemoria de los campos de concentración argentinos, que en breve pondrá a circular la editorial Taurus en su serie La huella del otro, cuya información ofrecemos aquí a manera de adelanto.

Al inicio, Juan Gelman expresa: ''Este libro es una hazaña. Pilar Calveiro atravesó la situación más extrema del horror militar y ha tenido la difícil capacidad de pensar la experiencia. Es singular que sean los sobrevivientes de los campos de las víctimas que más ahondan en lo que aconteció. Salen así del lugar de víctima que quiso imponerles para siempre la dictadura militar y sólo ellas saben a qué costo. Su contribución al despeje de la verdad y la memoria cívica es inestimable para la sociedad argentina. Que algún día -espero- reconocerá esa deuda".

El testimonio de Calveiro se convirtió, merced a un severo ejercicio de la memoria, en análisis que aborda los aspectos de la relación entre el cautivo y sus captores. El capitulado abarca desde Poder y represión hasta Sobrevivencia, trivialización y memoria, y corta en diagonal apartados como Resistencia y fuga, Ni cruzados ni monstruos y Campos de concentración y sociedad.

Advierte Calveiro: ''Sólo la actualización hace de la memoria un acto de resistencia porque impide congelar, fijar la historia en un relato domesticado. La repetición incansable de una 'misma' historia siempre igual a sí misma y, por tanto, cada vez más distante de la vivencia; la cuadriculación de las experiencias múltiples bajo parámetros y explicaciones que se pretenden definitivos; la reducción de lo múltiple, complejo y sobre todo contradictorio a simplificaciones que eluden la insuficiencia de nuestra comprensión, sólo conducen a la banalización y 'normalización del horror'. Cuando la memoria se convierte en un relato 'cómodo', se desliza inexorablemente hacia el archivo y pierde toda su fuerza resistente".

Terror y miedo, registros diferentes

Quien lea Desapariciones... tendrá no una historia lateral o suavizada de los acontecimientos. Por el contrario y sin caer en la tentación de lo mórbido, Calveiro apunta: ''No describiré los distintos métodos utilizados, pero sí haré mención de los más frecuentes. Es importante saber qué se le hace a un hombre para entender cómo se lo aterroriza y se lo procesa. El terror corresponde a un registro distinto del miedo. Mientras uno está sentado, leyendo, el terror es apenas un concepto que se asocia vagamente con una especie de miedo grande, tal vez con un género cinematográfico, pero basta seleccionar cualquiera de estas técnicas, al que en lo personal parezca más tolerable, y pensar en su aplicación sobre el propio cuerpo, de manera irrestricta e ilimitada, repetida e interminablemente, para tener una aproximación a cómo se produce el terror. Interminablemente quiere decir exactamente sin fin, hasta la muerte o hasta un final arbitrario que no depende de uno".

Gelman, poeta, quien como Calveiro reside en México, señala: ''Pilar sale airosa del campo de concentración y, con ella, vivos o muertos, todos sus compañeros de dolor. Es decir, este libro es también una victoria".

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