miércoles 10 de julio de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
VisionES

"Ciudad viviente"

n César Gordillo Aguilar

Probablemente pocos arquitectos modernos han tenido tanta influencia en la construcción del llamado "estilo internacional", que fue dominante a mediados del siglo XX, como Frank Lloyd Wright, y pocos arquitectos contribuyeron a definir el modelo de vivienda que se ha convertido en arquetipo de la vivienda americana, y por ende, imitado hasta la saciedad en la vivienda latinoamericana, como lo es este arquitecto nacido en Winsconsin en 1867. Sin embargo, pocas obras de arquitectos contemporáneos han sido tan poco entendidas como la de Wright, en la que la profundidad de la poética que encierra ha dado pie a que sus seguidores e imitadores entiendan la letra de sus "poemas", mas no el espíritu de los mismos.
El pasado 27 de julio fue inaugurada en la ciudad de México la exposición retrospectiva de Frank Lloyd Wright (18671959) Ciudad viviente, exposición que fue desarrollada por el museo Vitra y que comprende desde espectaculares transparencias iluminadas y reproducidas a tamaño original de dibujos y archivos fotográficos rescatados de los archivos de la Fundación Getty, hasta piezas de diseño como textiles, vitrales, muebles y piezas de sus bloques de concreto texturizados desarrollados con una evidente influencia maya a partir de su viaje a nuestro país. El nombre de la exposición se deriva del proyecto de ciudad ideal que Wright desarrollara bajo este nombre, una ciudad donde las personas serían menos alienadas y donde la integración con la naturaleza se desarrollara en armonía, concepto que también fuera experimentado en un proyecto utópico para la ciudad de Bagdad, y cuya maqueta que se expone como pieza central de la exposición.
Al observar en conjunto la muestra podemos acercarnos a comprender el concepto de "arquitectura orgánica" planteado por Wright, un concepto que se opone a la arquitectura de espacios en celda y de "bloques caja", a la cual contrapone "una arquitectura que se desarrolla desde dentro hacia fuera, en armonía con las condiciones de su ser, a diferencia de aquella que se concibe desde el exterior", arquitectura que entendía como la "obra de arte total" y en la cual el arquitecto debía pensar la vivienda y los espacios de trabajo no como un caparazón que alberga espacios neutros, sino como una propuesta totalizadora donde tenía tanta importancia el detalle como el todo, llevando este todo no sólo al contexto del edificio aislado, sino a la ciudad o al contexto natural mismo, produciendo obras tan memorables como la famosa Casa Kauffman o "Casa de la cascada", verdadero poema de integración entre la naturaleza y la arquitectura.
Otra faceta que es evidente en la muestra es la atracción que Wright tenía hacia las culturas orientales y la maya, culturas en las que admiraba este mismo concepto de fluidez entre espacio arquitectónico y naturalezacontexto y que fueran fuente de inspiración para proyectos como la Casa Barnsdall o el Hotel Imperial en Tokio. Wright reconocía en estas culturas su gran capacidad de manufactura y su creatividad, pero sobre todo reconocía su tradición constructiva y de vivienda, la cual abiertamente reconocía como una carencia de su país natal y ante lo cual proponía una arquitectura que reconociera el valor intinseco del material, buscara la interrelación del espacio interior con el exterior y, sobre todo, reconociera al contexto natural y artificial de su emplazamiento como los principales condicionentes de su diseño, y añadía, finalmente, que esta arquitectura debería "...hacer del lugar habitable una obra de arte total, expresiva y bella en sí misma y más intimamente relacionada con la vida que cualquier pieza aislada de escultura o pintura, (É) una entidad armoniosa que se adapte en color, trazado y naturaleza a las funciones y que fuera en realidad una expresión de su carácter", concluyendo que: "Una vez establecido esto se convertiría en tradiciónÉ"