En el país, 165 crímenes por homofobia en 9 años: Villamil

Repunta en México y EU el lenguaje homofóbico, afirma Saxe-Fernández

KARINA AVILES

El investigador de la UNAM John Saxe-Fernández afirmó que no sólo ha habido un repunte del lenguaje homofóbico en México, sino en países como Estados Unidos, donde desde el poder se expresa un rotundo rechazo a diversas formas de la sexualidad.

Por su parte, el periodista Jenaro Villamil expresó que uno de los personajes señeros en México de la "homofobia empoderada" se llama Diego Fernández de Cevallos. Destacó que a partir de 2000 se ha registrado un aumento significativo de los mensajes homofóbicos en las zonas donde gobierna el Partido Acción Nacional (PAN).

Al hacer un análisis del trabajo Ojos que no ven. Psiquiatría y homofobia, del investigador Jacobo Schifter Sikora, de la Universidad Nacional de Costa Rica, Jenaro Villamil manifestó que la homofobia es una enfermedad sociocultural que se relaciona con todo lo que amenace la moralidad de la normalidad.

En una discusión organizada por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, dijo que la posición asumida por el Vaticano, la Iglesia mexicana y los Legionarios de Cristo sobre el escándalo de los sacerdotes pederastas para encubrir los delitos expuestos por los testigos son una muestra del clima de homofobia.

Por otro lado, enfatizó, "un personaje señero en México de la homofobia empoderada es el senador Diego Fernández de Cevallos, quien además, como personaje público, puede representar muy bien un cúmulo de odios culturales: misógino, racista, homófobo, clasista.

"Y no es casual que el debate en torno a su condición ética en la política y en los negocios esté mezclado también con recientes posiciones de menosprecio a la vida intelectual y de estigmatización de los intelectuales, a quienes llamó terroncitos de azúcar, pues ahí hay una connotación de menosprecio desde la posición del macho."

Villamil, coordinador de asuntos especiales de esta casa editorial, apuntó -con base en cifras de la Fundación de Crímenes de Odio por Homofobia- que de 1993 a la fecha se han registrado en el país 165 casos de crímenes con razones claras de homofobia.

El periodista recordó que dos días antes de que se discutiera en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal la iniciativa de ley de sociedades de convivencia, el semanario del arzobispado de México, Desde la Fe, calificó a los autores de ésta como gente inestable emocionalmente, promiscua, de poco fiar, etcétera. "Nos recetó una serie de prejuicios homófobos que además nunca se hacen en relación con la institución eclesiástica".

También señaló que si hubiera una movilización más politizada, la política de salud del Estado mexicano sobre el VIH- sida sería distinta y habría campañas permanentes "que no vemos".

En su turno, John Saxe-Fernández, investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, destacó el repunte del lenguaje homofóbico no sólo en México sino en naciones como Estados Unidos, donde hay una posición desde el poder de absoluto rechazo a diversas formas de la sexualidad.

Manifestó que la libertad de la homosexualidad sólo es posible en un contexto de liberación sexual, lo cual no sólo es un problema teórico, sino instrumental-político. Dijo que la liberación es posible, pero requiere de una nueva moralidad; "esto es un problema de poder, es un problema de política", enfatizó.

Por su parte, el autor de la investigación Ojos que no ven, Jacobo Schifter, destacó que la manipulación que se ha hecho del sicoanálisis desde el poder explica por qué no tuvieron repercusión las teorías que no ven la homosexualidad como una enfermedad o una patología.

En ese sentido, habló del "coqueteo" del sicoanálisis con los gobiernos y con los regímenes políticos, y se refirió a Estados Unidos, donde la estrecha relación del sicoanálisis con el ejército echó a los homosexuales de las fuerzas armadas.