Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 30 de junio de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería de La Jornada
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  


 

Economía
La Jornada y Casa Lamm organizaron mesa redonda para analizar la ley respectiva

La radio pública necesita independencia económica para no depender del régimen

Quince familias controlan las frecuencias comerciales; hay sólo 6 concesiones ciudadanas

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

La reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión (LFRT) "es inaplazable" para librar a la radio pública de la subordinación política al régimen en turno, y así convertirla en un medio de servicio público con acceso a patrocinios y donativos que le permita salir de la asfixia económica en que se encuentra, coincidieron investigadores y promotores.

En la mesa redonda La radio de servicio público en México, organizada por La Jornada y Casa Lamm, Aleida Calleja, directora de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, afirmó que los gobiernos prácticamente han excluido a la sociedad mexicana de la radio. Muestra de ello es que sólo 10 por ciento de las frecuencias son explotadas por el sector público y 90 por ciento restante por empresas privadas.

Los números que dio Calleja reflejaron la desigualdad en el acceso a los medios de comunicación de la que dieron cuenta los participantes. En 40 años el gobierno sólo ha concedido seis permisos de radio ciudadana, mientras que ha permitido la concentración de la radio comercial en 15 familias.

También expresaron esta preocupación Alma Rosa Alva de la Selva, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; Angel Diez, coordinador de Radios Indígenas en el Instituto Nacional Indigenista, así como Hilda Saray, secretaria general del sindicato de trabajadores de Radio Educación, quienes participaron el viernes pasado en el foro México después del 2 de julio y el mundo actual.

Alva de la Selva señaló que la radio estatal se encuentra alejada de la sociedad y más a la orden de proyectos partidistas. Esta situación ha provocado, aseveró, que la radio estatal tenga públicos muy reducidos y escasa notoriedad.

Hace falta, dijo, una reforma a fondo de la Ley Federal de Radio y Televisión que reconozca a este medio de comunicación como de servicio público, que le dé una personalidad jurídica propia y que garantice la participación social y le posibilite conseguir ingresos vía patrocinios, prestación de servicios o donativos.

Sin embargo, expresó su preocupación de que esta meta no se consiga pronto, pues la mesa de trabajo que por primera vez promovió el gobierno para analizar una reforma legal "avanza con lentitud", sobre todo porque los representantes de los partidos políticos no han acudido a las discusiones. "Parece que para los partidos el tema no es rentable", señaló.

Para que la radio se convierta en un medio público, agregó, hace falta que la sociedad mexicana reclame su participación en estos espacios radiales, ya sea buscando tener representación en los órganos de gobierno, interviniendo en la elección de contenidos o en el propio manejo de las estaciones.

Aleida Calleja señaló que en México las concesiones de radio y televisión se manejan como propiedad privada, lo que afecta un patrimonio que pertenece a todos los mexicanos.

Indicó que las condiciones para dar un servicio de radio comunitaria son muy desventajosas. El permisionario tiene que depositar al gobierno un millón de pesos para la creación de un fideicomiso, dar 52 mil pesos por el costo del trámite y comprometerse a no difundir comerciales ni aceptar ningún patrocinio.

La concentración de las frecuencias de radio en unas cuentas manos, dijo, atenta contra la libertad de expresión y el derecho a la información de los mexicanos, además de que limita la pluralidad informativa. El problema de fondo, refirió, es que en México la información se sigue viendo como una mercancía y no como un derecho humano.

Angel Diez informó que en la actualidad 24 emisoras integran el Sistema de Radiodifusoras Culturales Indigenistas, las cuales transmiten en 31 lenguas indígenas y en español para un auditorio potencial de 6 millones de radioescuchas indígenas y casi 16 millones no indígenas.

Consideró que es preciso revisar la legislación en la materia. Las radiodifusoras indígenas, afirmó, pugnan por el establecimiento de un programa de acceso a los medios que fomente la creación y facilite la elaboración de programación pluricultural independiente.

Proponen además que se defina el concepto de idioma nacional, y se incluya expresamente a las lenguas de los diferentes grupos indígenas dentro de este aspecto. Por ejemplo, que los mensajes de emergencia o de interés general se traduzcan a las lenguas de la población indígena a la que están destinados.

Hilda Saray, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de Radio Educación, refirió la situación de sobrevivencia en la que se encuentra esta emisora. Desde los años 90, añadió, los directivos no han tenido un proyecto sólido, las instalaciones se han ido deteriorando, lo mismo que los salarios, lo que ha provocado el éxodo de profesionales de la comunicación a estaciones comerciales.

En estas condiciones, dijo, Radio Educación no puede continuar. "Es imperativo darle un nuevo giro a la historia de estos medios de comunicación para que retomen el papel protagónico que les toca jugar en el proceso democratizador de la cultura".

Coincidió con los otros ponentes que, para alcanzar ese propósito, es indispensable una reforma legal que reconozca el derecho de los ciudadanos a tener voz en las estaciones del Estado y también para que tengan la posibilidad de operar sus propios medios.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año