Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 12 de junio de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  FotoGalería
  Librerías de La Jornada
  Correo Electrónico
  Busquedas
  

Economía

MEXICO S.A.

Carlos Fernández-Vega

ERA DE SUPONERSE: los expertos cartománticos citados hace unos días por el presidente Fox, que auguraban un generoso crecimiento económico para 2002 de 4 por ciento, no aparecieron ayer en el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, durante la presentación del Programa Nacional del Financiamiento del Desarrollo (Pronafide).

A CAMBIO, EL INQUILINO de Los Pinos ofreció la siguiente versión: "Como dije hace unos días, las expectativas de los especialistas sobre el crecimiento de la economía durante el resto de este año se sitúan en 2.8 por ciento para el tercer trimestre del año 2002, de alcanzar 4.1 por ciento para el trimestre número cuatro del año. Estas expectativas, junto con los datos duros que ya conocemos para este año, ratifican nuestra confianza de que en el año 2002 alcanzaremos un crecimiento anual cercano a 2 por ciento, como también lo señala así el Banco de México".

EN REALIDAD, LO DICHO hace unos días por el presidente Fox fue, textual, que "la expectativa para la economía en este trimestre es la de alcanzar un crecimiento cercano a 2 por ciento -y en el resto del año cifras superiores- para terminar 2002 con crecimientos por encima de 4 por ciento. Este es el mejor pronóstico que se tiene en este momento, pronóstico que hacen los expertos, quienes estiman que nuestra economía alcanzará ese crecimiento".

LA DIFERENCIA ENTRE una versión y otra no es precisamente de matiz, como tampoco la es la existente entre lo comprometido durante la campaña electoral en materia de crecimiento económico (7 por ciento) y la oferta presentada, en igual renglón, por el Pronafide: 2.8 por ciento como promedio anual en el sexenio del cambio. Las estimaciones sobre el avance del producto interno bruto contenidas en el mencionado programa son las siguientes: un espantoso cero por ciento en 2001; 1.7 en 2002; 3.5 en 2003; 3.7 en 2004; 3.8 en 2005, y 4.1 en 2006, lo que promedia el citado 2.8 por ciento para la administración foxista.

ESE SERIA EL PRECARIO escenario, de acuerdo con la cartomancia del cambio, si en este país los que toman las decisiones no terminan de entender que sin las "reformas estructurales" promovidas por la administración Fox -idénticas a las aplicadas generosamente en los tres últimos sexenios tricolores de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, con los resultados por todos padecidos- el país, de plano, no sale del hoyo.

EN CAMBIO, SI LAS pasmadas neuronas legislativas finalmente entienden los beneficios que acarrearían las susodichas reformas (energética, laboral, fiscal, financiera y en el renglón de las telecomunicaciones, entre otras), entonces el panorama sería mucho más placentero: 7 por ciento de crecimiento económico en 2006 -con los mismos porcentajes para los años anteriores descritos líneas arriba-, lo que ubicaría el promedio sexenal en lo que a avance del producto interno se refiere no en 2.8 por ciento, sino en 3.28 por ciento, 4.8 décimas de punto porcentual por arriba de lo que lograría ese México sin "reformas estructurales".

ƑQUÉ PASARIA EN ESTE país -de acuerdo con la versión oficial- si se concretan esas "reformas estructurales" promovidas por el gobierno? Generosamente, los funcionarios del cambio tuvieron a bien rebajarse al nivel de los mortales para explicar el resultado: "Hemos llegado a un punto donde debemos dar un paso adelante, si no realizamos las reformas estructurales en materia financiera, de telecomunicaciones, laboral y energética no podremos mantener o mejorar el lugar que hoy ocupamos en la dinámica economía mundial. En cambio, si logramos ponernos de acuerdo, las fuentes de ingresos públicos, de carácter permanente, crecerán en más de 2 por ciento del PIB en los siguientes cuatro años. Además, los mayores ingresos derivados de las reformas ayudarán a mantener los bajos niveles de inflación y de las tasas de interés que hoy disfrutamos. Por ello, estamos fortaleciendo el diálogo con nuestros legisladores, para encontrar pronto los puntos de coincidencia que nos permitan avanzar en estos temas. Lo más importante es que tendremos mayores recursos para invertir en las personas, en las mujeres, los hombres, los jóvenes, las chiquillas y los chiquillos más necesitados de nuestro país. Y podremos así integrarlos al desarrollo y superar los graves rezagos sociales que padecemos en la actualidad (Vicente Fox)''.

''SOLO CON LA APROBACION de las reformas estructurales pendientes, México podrá iniciar su recuperación económica. Sólo mediante políticas fiscal y monetaria congruentes y la solución de las reformas estructurales en México se alcanzará un crecimiento económico elevado y sostenido; (sólo así) se podrá recuperar el poder adquisitivo de los salarios, abrir más fuentes de inversión, más fuentes de empleo y dar certidumbre para la toma de decisiones de inversión... El Pronafide busca resolver problemas estructurales de la economía, contribuir a la prosperidad económica como medio para reducir la pobreza, crear empleos y mejorar los salarios. Se requiere que los diversos grupos que conforman el complejo mosaico político y social de nuestro país concuerden en una plataforma económica básica que propicie la iniciativa individual en un entorno con regulaciones mínimas y que garantice estabilidad macroeconómica (Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda)''.

"EL GOBIERNO MEXICANO impulsa reformas en la economía para buscar que el principal motor de crecimiento sea el sector interno, a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado... El Pronafide pretende, si se hacen reformas estructurales, llegar a 2006 con una tasa de crecimiento de 7 por ciento, que el ahorro interno alcance el 22 por ciento del producto interno bruto (el doble de la proporción actual) y que la tasa de inflación sea de 3 por ciento" al cierre del sexenio. Si el país cuenta con reformas estructurales habrá mayores fuentes de empleo, se lograría reducir la deuda pública de manera gradual y se alcanzaría un leve superávit fiscal en el 2006. Si hacemos las reformas estructurales el principal motor de la economía será la demanda interna y se reduciría la dependencia del sector exportador (Agustín Carstens, subsecretario de Hacienda)''.

LA ADVERTENCIA, PUES, pesa sobre la conciencia de aquellos pasmados que no alcanzan a entender lo fácil que es hacer bien las cosas, especialmente cuando el inquilino de Los Pinos convence al asegurar que con las "reformas estructurales avanzaremos a reducir la brecha entre la vanguardia y la retaguardia, y podremos hacer de México el país justo, incluyente y próspero que todos queremos legar a las generaciones futuras".

MAS CLARO, NI EL AGUA.

Las rebanadas del pastel:


SI EL GOBIERNO DEL CAMBIO quiere que las cosas se hagan rapidito y de buen modo, y pretende incrementar el ahorro interno hasta un equivalente a 22 por ciento del PIB, Ƒpor qué no convence a los mexicanos y mexicanas que mantienen alrededor de 20 mil millones de dólares depositados en el sistema financiero de Estados Unidos que se comprometan con su país? Si no es así, Ƒquién va a ser el guapo que ahorre?

[email protected] / fax: 55 45 12 53

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año