lunes 27 de mayo de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Tauromaquia

San Isidro y los mexicanos

n Alcalino

Como cada año, la feria isidril camina sobre el mes de mayo con paso a veces firme -la puerta grande, cosa rara, ya que franqueada en varias ocasiones, a veces titubeante, a tenor con unos encierros grandulones y flojos de patas, o sospechosamente esmirriados cuando son las figuras quienes mangonean el cartel. Inexorablemente se va acercando el turno a los foráneos, no más de cuatro esta vez y a corrida por coleta, que es trato reservado a segundones. Como dos de ellos son franceses y se las han puesto bien difícil -Juan Bautista con Palhas y Fernández Meca con los de José Escolar-, queda por verse y resolverse lo que ocurra con los mexicanos Cavazos, en su corrida de despedida, y Zotoluco, convertido por los trust empresariales hispanos en cazador en mamúts desde que demostró, hace ya dos años largos, que lo suyo iba en serio.
Cavazos en Las Ventas. Eloy confirmó allá su alternativa el lejano 20 de mayo de 1971 con ganado de Osborne y saliendo a oreja por toro, lo que le valió abrir la Puerta de Madrid por vez primera. Antes de que llegara la segunda, tras faena de orejas a imponente colorado de Amelia Pérez Tabernero el 27 de mayo del año 72, Eloy había sufrido grave cornada al abrirse de capa en su repetición isidril del 71. Se la infligió un "galache" y no fue obstáculo para que su primera campaña española alcanzara la cifra de 30 festejos, la mayoría en tono triunfal. Eloy hacía entonces un toreo variado, alegre y mandón, salpicado de salidas relampagueantes y detalles garbosos, y respaldado por su estoque infalible y vogirizado por la alzada y codicia del toro español de aquellos tiempos. Igual que Curro Rivera -también por entonces en auge-, el regiomontano se las prometía felices para 1972. Pero no sólo no pudo entrar en las ferias importantes, sino que el número de contratos disminuyó, aunque él y Curro volvieran a salir en hombros de Las Ventas, Rivera tras su célebre tarde de cuatro orejas con una noble corrida de Atanasio, lo que no le sirvió de mucho. Atraído de nuevo por cantos de sirenas, Cavazos haría de nuevo el viaje en 1975, y tuvo que recortar su temporada en vista de que no habría para él cupo en los carteles, sin que le valiera para ello su quinta oreja medrileña, obtenida el 20 de mayo. Entre esa fecha y la de su reaparición española del 91, Cavazos construyó una digna carrera en México, minuciosamente desbaratada en los últimos tiempos. Volverá a Madrid, donde ha hecho el paseo siete veces y cobrado seis orejas -la última del cuarto de Los Bayones el 1 de junio de 1991-, para despedirse en la corrida de la Prensa del viernes 31, con Ponce y Abellán y un concurso de ganaderías, ya sin toreo ni fuelle con qué refrendar triunfos pasados.
Pan duro para El Zotoluco. Para las empresas hispanas, el caso Zotoluco ha sido de fácil solución: ¿De veras quiere y sabe arrimarse al toro de verdad? Pues echémosle a los leones y asunto concluido. Eulalio confirmó su alternativa en Madrid el 16 de marzo del 97 con un encierro del Conde de la Maza, y abrió la isidrada de aquel año sudando tinta ante imponente mansada de José Escolar. Como en su única presentación al lado de las figuras (20-V-2000), les pegó el baño a Ponce y Caballero cortando de paso su única oreja en Las Ventas, el remedio fue devolverlo a lo de Victorino, Guardiola, Palha o Cuadri, a uno de cuyos ejemplares toreó bien y mató mal en su solitaria comparecencia del 2001. La de este año será el 7 de junio, con los temibles saltillos de Adolfo Martín y de alternantes Juan José Padilla y Gómez Escorial, otro par de infatigables gladiadores.