Ojarasca 61  mayo 2002

pagina finalmartel

Cerca de Puebla. Fotos: Mariana Yampolsky



 
 

México   (El indio)

Rafael Alberti

uno
 

Todavía más fino, más fino,

casi desvaneciéndose de pura transparencia,

de pura delgadez como el aire del Valle.
 

Es como el aire.
 

De pronto, suena a hojas,

suena a seco silencio, a terrible protesta de árboles,

de ramas que prevén los aguaceros.
 

Es como los aguaceros.
 

Se apaga como ojo de lagarto que sueña,

garra dulce de tigre que se volviera hoja,

lumbre débil de fósforo al abrirse una puerta.
 

Es como lumbre.
 

Lava antigua volcánica rodando,

color de hoyo con ramas que se queman,

tierra impasible al temblor de la tierra.
 

Es como tierra.


 
 
dos
 

Como tierra de cactus y magueyes,

de órganos que edifican verdes templos

con bóvedas de aire, con techumbres

limpísimas de aire, sol y agua.
 
 

Los caminos se cansan, se desploman

de tanta hundida huella de guarache.

Kilómetros y leguas, derrotados,

abandonan las largas lejanías.
 
 

Se sabe, se comprueba que no eres

esa curva monótona y sin músculo

que por los anchos muros oficiales

Diego Rivera ofrece a los turistas.
 
 

Contra el gringo que compra en tu retrato

tu parada belleza ya en escombros,

prepara tu fusil. No te resignes

a ser postal de un álbum sin objeto.
 
 

Que no eres sólo el tema de una estrofa,

ni el color complemento del paisaje,

ni ese perro furioso que se tumba,

dócil, después de herir, al pie del amo.
 
 

Eres México antiguo, horror de cumbres

que se asombran batidas por pirámides,

trueno oscuro de selvas observadas

por cien mil ojos lentos de serpientes.
 
 

Contra los gachupines que alambican

residuos coloniales por tus venas,

prepara tu fusil. Tú eres el indio

poblador de la sangre del criollo.
 
 

Si él y tú sois ya México, ninguno

duerma, trabaje, llore y se despierte

sin saber que una mano lo estrangula,

dividiendo su tierra en dos mitades.


El poema civil "13 bandas y 48 estrellas" es producto del primer viaje americano de Rafael Alberti en 1935. El libro fue publicado en 1936 en Madrid por el poeta Manuel Altolaguirre, y quedó enterrado de inmediato bajo los escombros de la Guerra Civil que comenzó precisamente entonces. No volvió ver la luz hasta 1985. Por lo tanto, es una de las obras menos conocidas del poeta, nacido en el Puerto de Santa María en 1902 y muerto mucho, mucho tiempo después. Esto es lo que escribió de México.
 

regresa a portada