Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 28 de abril de 2002
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Espectáculos
ANDANZAS

50 AÑOS DEL BALLET FOLKLORICO DE MEXICO

Colombia Moya

AMALIA-2GRAN CIERRE DEL vigésimo octavo Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México en la Plaza de la Constitución de esta ciudad hoy, domingo 28 de abril, a las 20 horas. La gran plaza, corazón de nuestra cultura, memoria viva de nuestra historia, convertida por el Gobierno del DF en un poderoso centro de espectáculos que incrementa el palpitar de sus arterías, cerrará este gran festival con el impactante espectáculo del Ballet Folklórico de Amalia Hernández, con su tradicional programa que incluye lo más granado de la prodigiosa imaginería de su artífice y coreógrafa, la extinta Amalia Hernández, celebrando al mismo tiempo los 50 años de vida de dicha agrupación.

CASI ME ESTREMEZCO de susto, emoción, y hasta una gran satisfacción por haber sentido en mi cuerpo en tiempos de bailarina, aquellos ritmos y secuencias, ensayos y aventuras que vivimos aquel pequeño grupo de jóvenes entusiastas, como el nacimiento con Ami en la Sala Chopín, en Televicentro ?con Luis de Llano Pálmer?, nuestros sucesivos viajes a Cuba ?la dulce, la bella y arrebatadora?, aquel programa de danzas aztecas, séris, del cupidito, descalzas y con los trajes diseñados por Dasha, la gran Dasha, o los bailes de jazz con la música de Duke Ellington o Gluck, interpretando un cuentecillo medieval, así como los aplaudidos sones de Michoacán ?con los saltos prodigiosos de Alma Rosa Martínez?, o la apasionada danza de Huitzilopoztli, bailada por Roseyra Marenco, mientras Florencio Yescas se tatemaba los pies sobre el brasero humeante de incienso y los cantos y ritmos ancestrales de los Güiliguis, dándole duro al huéhuetl y teponaztli, en un frenesí danzario que nos dejaba exhaustas.

LUEGO, EL SABOR del éxito se magnificó en el Theatre des Nations, en París, donde Amalia recibió el gran premio de dicho teatro en aquel Festival Internacional de Folclor; la ruta veloz de los trenes a Bélgica, Alemania o Bruselas en aquella breve gira que consolidó ya una compañía grande con cantantes y mariachis, asistentes y secretarias... y nuestra presencia sorprendente para los europeos en las pantallas de Eurovisión.

Y SIEMPRE EL éxito, el aplauso, bajo la estricta disciplina de la generala, hija de general y alumna de Waldeen, pionera de la danza moderna mexicana e intérprete también de la suite de Bach, de los desheredados o de la guerrillera, la coronela de aquella dorada bailarina de quien México se enamoró en los años 39-40 hoy magnificada espléndidamente en el cuadro Revolución, de doña Amalia.

Y ESE FUE su talento precisamente, exprimir la esencia de un México brillante y siempre sorprendente, sintetizar, consumar e imaginar teatralmente, idear secuencias y pasos, rutinas y evoluciones que si bien no se apegan mucho a la realidad folclórica original, sabía traducirlas a un gran espectáculo que abría los corazones y la imaginación hacia México, bajo el rítmo veloz e implacable de un espectáculo que no admitía dilaciones o errores, con actitud y timing perfectamente delineados bajo la escuela de grandes coreógrafos de folclor como lo fueron para ella el Ballet Folklórico ruso, de Igor Mousseyev, o el Ballet Filipino Bayanniham, en un fogueo de 50 años recolectando premios en el mundo y moviendo generaciones de bailarines con su organización casi militar inflexible y dura, sí, dura, pero sólo así Amalia y sus descendientes pudieron armar semejante empresa.

QUEDAN EN EL recuerdo nuestros nombres inscritos más bien en nuestros corazones y menor que en programas, libros, premios u honores; queda la huella de un brillo jamás igualado, como ella misma lo dijera, aquella primera compañía del viaje a Europa y que hoy nuevas generaciones emulan en el corazón del DF para la gente de la Ciudad de la esperanza, tal vez proporcionando un júbilo, alegría patriótica de luz color y movimiento que enciende los corazones y hace sonreir el alma, mientras nuestro destino se juega en el tapete verde de la diplomacia extraña de éstos tiempos sórdidos, inscritos ya en la memoria colectiva del mundo por su repugnante injusticia y violencia.

ASI PUES, VER ahora el Folklórico es indispensable. No se lo pierda y viva, si no lo ha hecho en Bellas Artes, una experiencia inolvidable.

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