Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 17 de abril de 2002
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Economía

MEXICO S.A.

Carlos Fernández-Vega

EN UNOS CUANTOS días, la correduría Merrill Lynch ha transitado de la intriga desestabilizadora a la euforia golpista y de ésta a la desesperación por haber sido agarrada con los dedos en la puerta. La empresa apostó en grande, pero jugó mal: abrió sus cartas antes de tiempo y el resultado fue desastroso.

EN LOS ULTIMOS días, tres fueron los comunicados que la correduría más grande de Wall Street difundió sobre el "asunto" venezolano y su futuro inmediato: ƑHa terminado la magia negra?, que advertía sobre el caos económico y político provocado por Hugo Chávez; Lucrando de la transición, que daba cuenta de la súbita mejoría económica tras el golpe de Estado y recomendaba la inversión inmediata en ese país, y el más reciente, Giro inesperado, que amenaza con el "castigo" del mundo financiero internacional por el regreso del teniente coronel, y previene sobre "la reanudación de la fuga de capitales en un futuro no distante y las presiones sobre el tipo cambiario".

HACE UNOS DIAS, Merrill Lynch, eufórica, aconsejaba a su clientela que aumentara sus inversiones en Venezuela, porque las ganancias prácticamente llegarían solas. Ahora asegura que "es difícil imaginar que la inversión privada no se reducirá más en el plazo inmediato... Una estrategia que favorezca mayor inversión (extranjera) en ese país parece riesgosa". La correduría, pues, en un nuevo escándalo que se suma a su participación, presuntamente fraudulenta, en la quiebra del gigante Enron.

MAS ALLA DEL PAPEL jugado por la correduría en el "asunto" venezolano, hay que considerar la decidida participación de la plutocracia autóctona, como el caso de la familia Mendoza Giménez, dueña de la tercera fortuna en América Latina, propietaria del inmenso engranaje empresarial Polar, el mayor conglomerado industrial de ese país, y enemiga -sólo en los negocios- de Gustavo Cisneros, el dueño de Venevisión dibujado ayer en este mismo espacio.

DE ACUERDO CON la revista Poder de Venezuela, Lorenzo Mendoza Giménez, jefe del clan (36 años, con una fortuna estimada en 4 mil 500 millones de dólares, según Forbes, para quien "los días de las grandes fortunas dinásticas son cosa del pasado"), encabeza el grupo de 40 empresas que domina el escenario industrial de ese país sudamericano.

LA PUBLICACION SEÑALA que "en un país como Venezuela, con una sociedad elitista en la cual los apellidos pesan mucho más que la capacidad, y donde los jefes exigen y no consultan, las palabras de Mendoza resultan refrescantes. La suya es una actitud que ha caracterizado la bien organizada maquinaria corporativa de Polar durante muchos años. Esa actitud progresista es uno de los principales motivos por los cuales el grupo, con ingresos anuales de 2 mil 400 millones de dólares, se ha mantenido en una senda de crecimiento y destaca en el área de las antiguas empresas familiares que otrora fueron tan numerosas''.

LA FAMILIA MENDOZA se introdujo "imperceptiblemente en el medio de las grandes familias acaudaladas de Venezuela, custodiando celosamente tanto el potencial de negocios de Polar como su privacidad. En su calidad de presidente ejecutivo, Mendoza Giménez es el rostro público de la familia: es el único que concede ocasionalmente entrevistas y una que otra aparición pública, usualmente relacionada con las actividades de las juntas directivas de las asociaciones gremiales y de obras caritativas en las que participa. Ni siquiera las páginas sociales, ni las sesiones de chismes del Country Club (el santuario de la burguesía de Caracas) mencionan mayor cosa acerca de este cerrado clan. Se sabe que pasan gran cantidad de tiempo con los otros miembros de la familia, realizan viajes a exóticos y remotos lugares como China, y ofrecen de cuando en cuando alguna fiesta encopetada.

"EN CONTRASTE CON el bajísimo perfil social de la familia, sus negocios son extremadamente notables en el país. Uno no puede desplazarse a ningún sitio en Venezuela sin encontrarse con alguna manifestación de Polar. La mayoría de las veces se trata del ubicuo oso blanco, que es el símbolo por excelencia de la cerveza Polar, que constituye la fuente inicial de la fortuna de los Mendoza... La historia de Polar data de 1855, cuando la familia Mendoza fundó una fábrica de jabón: Mendoza y Compañía. Se mantuvieron en la producción de jabón hasta la década de 1930, cuando el abogado Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury (el patriarca) intuyó la existencia de un importante mercado potencial para la cerveza y decidió intentar la fabricación de esa bebida. Luego de mucha investigación y de varios viajes a Europa, en 1939 un carguero holandés esquivó las bombas nazis para llevar a las costas venezolanas el equipo de producción de cerveza. Dos años después la cervecería abrió sus puertas con 50 trabajadores que producían cada mes un total de 30 mil litros de cerveza de dos tipos diferentes. Para ese entonces, Mendoza Fleury tenía un doctorado en ciencias políticas y tenía 44 años. Luego sirvió durante 14 años como cónsul de Venezuela en Filadelfia y como delegado ad honorem ante Naciones Unidas... En 1950 los Mendoza lanzaron otro de los más sólidos productos de Polar: una bebida no alcohólica de malta llamada Maltin. Sin embargo, el producto que llevó a la empresa directo al corazón de los venezolanos, fue Harina PAN.

"EN SU CALIDAD de presidente ejecutivo, preside actualmente un imperio de más de 40 empresas con cerca de 17 mil empleados que producen una enorme lista de productos para la alimentación (muchos de los cuales son líderes en su ramo), como pasta, arroz, aceite de maíz, helado, vino, agua mineral, gaseosas, golosinas y botanas. El conglomerado produce 4 por ciento del producto interno bruto venezolano, excluyendo el petróleo, y su división cervecera es la décima cuarta a nivel mundial, en un mercado doméstico valuado en más de mil 700 millones de dólares. El negocio se amplió en 1996, cuando Polar se convirtió en la embotelladora de Pepsi Co. en Venezuela, mientras que Gustavo Cisneros es el embotellador de Coca-Cola. Cisneros también ha competido con mucha fuerza este año para obtener la propiedad del popular equipo de beisbol de Caracas, Leones. No es necesario comentar que el tradicional y lucrativo contrato de exclusividad de Polar para el expendio de cerveza en el estadio ya es cosa del pasado. Se dice que Mendoza Giménez ha estado reuniéndose personalmente en son de paz con su compañero multimillonario Gustavo Cisneros, en un esfuerzo por dar fin al publicitado enfrentamiento entre ambos grupos. Tradicionalmente las dos familias mantienen relaciones cordiales, pero no son amigas cercanas".

ASI ES, MAS DE 10 mil millones de dólares en las chequeras personales de estos dos líderes empresariales al servicio del "asunto" venezolano.

Las rebanadas del pastel:


PARA LA COLECCION de las celebérrimas frases del gobierno del cambio: "La administración del presidente Vicente Fox no está casada con un solo modelo económico" (cómico Luis Ernesto Derbez, quien asegura que en sus tiempos libres despacha como secretario de Economía).

[email protected] / Fax: 55 45 12 53

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