Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 17 de abril de 2002
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Economía

Débiles vínculos con otras economías, vulnerabilidad financiera y escaso ahorro, las causas

No está conjurado el fantasma de la deuda externa en Latinoamérica: FMI

La región acumula un débito que representa 31.2 por ciento del de los países en desarrollo

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Washington, DC, 16 de abril. Como un fantasma de tiempos pasados que se resiste a ser conjurado, la carga de la deuda externa constituye todavía uno de los mayores problemas económicos para los países latinoamericanos, sostuvo el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El organismo aseguró que en la última década los países de la región han logrado mejorar su estabilidad macroeconómica, pero reconoció que persisten condiciones que impiden afirmar que el problema de la deuda sea cosa del pasado.

Con la suspensión de pagos de la deuda externa argentina como telón de fondo, el FMI se ocupa esta semana, durante la reunión conjunta con el Banco Mundial, de analizar las causas que han impedido a la región superar la fuerte carga de una deuda externa que alcanza los 812 mil 800 millones de dólares, que representan 31.2 por ciento del total del endeudamiento externo de los países en desarrollo.

Hace 20 años, una súbita caída de los precios del petróleo y de otras materias primas latinoamericanas sumió a la región en la crisis de la deuda externa, en una dinámica que provocó que los años 80 fueran conocidos como ''la década perdida''.

A partir de entonces, los gobiernos de la zona comenzaron a aplicar en sus países los programas de ajuste estructural, que abarcaron la liberalización de las economías y la privatización de empresas públicas para obtener recursos que financiaran el pago del endeudamiento con el exterior.

Pero la historia no ha concluido. En el Panorama económico mundial 2002, que será presentado esta semana durante la reunión conjunta de los dos organismos financieros multilaterales, se afirma que los países de la región no han logrado conjurar completamente el fantasma de la deuda externa.

El Panorama, preparado dos veces al año por el FMI, establece que la región ha logrado avances considerables en mejorar su estructura macroeconómica, pero persisten tres factores de vulnerabilidad: una integración con la economía mundial relativamente baja; inestabilidad en la aplicación de políticas macroeconómicas, y escaso desarrollo de los mercados financieros locales.

''Las causas de la crisis en el pago de la deuda externa de los países latinoamericanos son complejas y tienen varias aristas. Poseen raíces políticas, económicas y legales. Pero los factores principales que han exacerbado las dificultades financieras externas en las naciones emergentes de América Latina son los relativamente débiles vínculos que mantienen con el resto de las economías y las debilidades financieras internas asociadas a los bajos niveles de ahorro doméstico'', expone el FMI.

La percepción del Fondo Monetario Internacional sobre la persistencia del problema de la deuda externa en la región contrasta con la visión que tiene sobre el mismo tema el gobierno mexicano. A mediados de marzo pasado, el presidente Vicente Fox declaró que la deuda externa había dejado de ser un problema. Esto, incluso cuando México es uno de los países en los que el servicio por endeudamiento exterior tiene una fuerte carga sobre el gasto público.

Sólo en 2001 el monto de intereses y comisiones sobre la deuda externa alcanzó los 26 mil millones de dólares. Actualmente, el saldo del endeudamiento público con el exterior alcanza 76 mil millones de dólares. Entre 1990 y 2000, el gobierno mexicano transfirió al exterior 287 mil 527 millones de dólares para cubrir exclusivamente los intereses generados por los pasivos contratados con el exterior, cantidad que cubre tres veces el saldo actual.

''Aunque la deuda externa latinoamericana no representa un porcentaje importante del producto interno bruto regional (de 9.5 por ciento) sí es alta como proporción de las exportaciones'', al alcanzar 35.7 por ciento de las ventas externas de la región, indicó el FMI.

Así, el organismo indicó que la deuda externa regional es una fuente importante de vulnerabilidad macroeconómica en América Latina, al afectar principalmente a las finanzas de los gobiernos, así como por generar mayores dificultades de liquidez cuando las tasas de interés internacionales sufren variaciones significativas.

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