Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 16 de abril de 2002
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Política

El país ''vota por causas y no en contra de países'', justifica el canciller Castañeda

La posición mexicana en Ginebra, parte de la campaña contra Fidel Castro, dicen legisladores

Lamentable, que el gobierno ignore la recomendación senatorial de abstenerse: Sodi

ROSA ELVIRA VARGAS, VICTOR BALLINAS Y CIRO PEREZ

La decisión anunciada ayer por la Presidencia de la República de sumarse en Ginebra a la iniciativa sobre derechos humanos en Cuba promovida por Uruguay, si bien matizada con el argumento de que se trata de un ''voto constructivo'', no convenció a los legisladores del PRI ni del PRD, quienes dijeron que con esa actitud culmina ''la campaña orquestada en contra de Fidel Castro, porque no son hechos aislados, como se demostró en la cumbre de Monterrey''.

Incluso el diputado Sergio Acosta Salazar, responsable del área de relaciones exteriores del PRD, apuntó que su grupo parlamentario ya había adelantado por dónde vendría el voto en Ginebra y de una vez llamó al resto a la oposición a unirse para promover la salida de Jorge G. Castañeda de la cancillería.

El senador Demetrio Sodi aseguró que finalmente el voto de México en la ONU es contra Cuba, y es contrario a los principios y el sentido de la política exterior mexicana. ''Es lamentable que el gobierno ignore al Senado de la República, que apenas el jueves pasado emitió un punto de acuerdo para que la delegación mexicana en Ginebra se abstuviera de votar contra la isla.''

Gustavo Carvajal Moreno, del PRI, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, dijo que el sentido del voto ''sí implica un cambio en la política exterior mexicana'', aunque indicó que la relación con La Habana va más allá del gobierno de Vicente Fox, pues está fincada en la amistad y la solidaridad entre ambos pueblos.

Desde 1988, cuando por primera vez el tema de los derechos humanos en la isla caribeña fue planteado en Ginebra, México ha dado en diez ocasiones su voto en abstención, en dos (1990 y 1999) votó en contra de cualquier iniciativa de condena, y sólo en otras dos (1989 y este 2002) se ha sumado a propuestas que se manifiestan por enviar relatores sobre derechos humanos a la isla y que en rigor para muchos significa un voto contra Cuba.

El canciller Jorge G. Castañeda justificó de manera insistente la determinación del gobierno de Vicente Fox, con el argumento de que la iniciativa presentada por Uruguay es ''constructiva, prudente y positiva''. Es constructiva, dijo, porque llama a Cuba a firmar o ratificar varios pactos de derechos humanos interamericanos e internacionales; porque le propone algo concreto, que es recibir a la alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Mary Robinson, y ver en qué pueden cooperar, y porque explícitamente se reconoce ''lo que ha hecho la isla en los derechos sociales de la población''.

Un voto de ''cambio y continuidad''

Se trata, en la lógica del canciller, de un voto de ''cambio y continuidad'', y significa que México ''vota por causas y no en contra de países''.

Pero a los legisladores de la oposición no los persuade la argumentación oficial. Demetrio Sodi aseveró que México votó así por presiones de Estados Unidos. ''Cada vez México es un país más débil para tomar esas decisiones.''

Desde el gobierno federal se insistió ayer en que México cumplió con el ofrecimiento que hiciera a Cuba de no promover ninguna iniciativa contra la isla en materia de derechos humanos. Sin embargo, los hechos ocurridos en la cumbre de Monterrey, cuando Fidel Castro denunció presiones para dejar la sede del encuentro antes de la llegada del presidente estadunidense, George W. Bush, sin duda gravitan y definen la lectura sobre la decisión mexicana.

Joaquín López Dóriga se lo preguntó a Castañeda y éste respondió así: ''Yo no quisiera entrar en este terreno especulativo. Creo que habrá muchos que querrán especular en una dirección o en otra; yo preferiría no hacerlo''.

Los panistas Tarcisio Navarrete, de la Cámara de Diputados, y César Jáuregui, del Senado, aplaudieron la posición del gobierno de Fox respecto a Cuba y dijeron que la iniciativa uruguaya está dotada de un ''enfoque constructivo''.

Navarrete concedió que evidentemente es un voto crítico, pero entre países soberanos, dijo, ello no significa ''un acto de agresión, sino un compromiso de solidaridad con los pueblos''.

Así, para el gobierno de Vicente Fox y la cancillería, el punto de acuerdo de la semana pasada en el Senado de la República pidiéndole abstenerse de actuar en Ginebra contra Cuba, o la carta signada por decenas de intelectuales y artistas demandando el rechazo oficial a cualquier iniciativa de condena a la isla, simplemente no pesaron al momento de tomar la decisión.

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