Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 16 de abril de 2002
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Política
Era más duro que el finalmente propuesto por Uruguay, dicen autoridades de la isla

Entre enero y febrero, EU intentó que México presentara un proyecto negativo sobre Cuba

Iba a ser llevado a Ginebra Ahí se decía que no hay ''mejorías satisfactorias'' en derechos humanos Se demandaba la presencia en La Habana de la alta comisionada de la ONU

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 15 de abril. Estados Unidos intentó, entre enero y febrero pasados, que México presentara en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas un proyecto de resolución sobre Cuba, más duro que el finalmente propuesto por Uruguay, dijeron aquí informes oficiales.

El proyecto, según la versión cubana, sólo fue abandonado por México en La Habana, la tarde del 3 de febrero pasado, durante la visita de trabajo del presidente Vicente Fox a la isla.

El canciller cubano, Felipe Pérez Ro-que, entregó a la prensa copias del documento en inglés que, a diferencia del proyecto uruguayo, sostiene que no hay ''mejorías satisfactorias'' en los derechos humanos en la isla, descalifica argumentos de Cuba en la materia y pide a la alta comisionada de Naciones Unidas del ra-mo que vaya personalmente a la isla ''para investigar'' el caso.

Pérez Roque hizo la semana pasada una exhaustiva explicación del trayecto diplomático que ha seguido el caso cubano en la CDH. Afirmó que este y otros documentos relativos que distribuyó son ''pruebas irrefutables de la patraña elaborada desde el Departamento de Estado (estadunidense), con apoyo de algunos gobiernos de América Latina, sometidos a una presión brutal'' por Washington.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Jorge G. Castañeda, anunció el mismo 3 de febrero que México no presentaría a la CDH ningún proyecto de re-solución sobre Cuba y tampoco se uniría a una iniciativa de otro país.

A principios de año, Estados Unidos ha-bía intentado que, con vistas al 58 periodo de sesiones de la CDH ?que empezaba en marzo?, México encabezara ''esa iniciativa, aparentemente novedosa, latinoamericana'', dijo Pérez Roque.

Antecedentes

El propio canciller había afirmado ante la televisión cubana, el pasado 30 de enero, que al menos dos de los once países latinoamericanos miembros de la CDH negociaban entonces el copatrocinio de una iniciativa sobre Cuba. En dos cancillerías, dijo entonces Pérez Roque, la diplomacia estadunidense ''se ha movido activamente'' y tiene ''puestas sus mayores esperanzas''.

El ministro cubano sólo identificó en-tonces a Argentina como uno de los promotores, pero agregó que cancillerías del área estaban ''entusiasmadas, destacándose por sobre las otras en su protagonismo y su deseo de colaborar en esta maniobra''. El gobierno de Vicente Fox quedaba en entredicho, porque el año anterior había intentado promover una iniciativa similar, de lo que al final desistió.

Después de la crisis bilateral surgida en la cumbre de Monterrey, el diario oficial Granma volvió sobre el tema en el editorial que dedicó a Castañeda el 26 de marzo. El rotativo afirmó que fue el canciller mexicano quien concertó con el De-partamento de Estado el plan de presentar la resolución sobre Cuba ante la CDH, en alianza con Argentina y algún otro país latinoamericano.

Según Granma, durante la primera ron-da de pláticas encabezada por Fox y Fidel Castro en La Habana, el líder cubano habló del proceso de Ginebra con palabras ''francas e irrefutables'', que ''fueron escuchadas con respeto'' por el mandatario mexicano.

El diario agregó que la tarde del mismo día, reunido con Pérez Roque, ''Castañeda, completamente desmoralizado por el intercambio y desarrollo de la reunión an-terior entre ambas delegaciones, aseguró que México no promovería un proyecto de resolución contra Cuba. En iguales términos, el presidente Fox le comunicó al presidente de Cuba la posición mexicana, en el encuentro sostenido por ambos en horas de la noche''.

Con esa definición, que Castañeda hizo pública en una conferencia de prensa por la noche, ''fracasa ese intento'', según ex-plicó Pérez Roque el pasado jueves.

Así cayó ''la aspiración, el sueño dorado de que un país con el peso, la autoridad de México, fuera quien encabezara este ejercicio''. La cancillería mexicana ha dejado pasar la versión cubana, sin confirmarla o desmentirla.

El proyecto que no fue

El texto, de factura estadunidense y que iba a ser presentado por México, según las afirmaciones de Pérez Roque, tiene elementos de las iniciativas que los tres años anteriores presentó la República Checa sobre el tema en la CDH.

También desestima argumentos que Cu-ba suele invocar al polemizar en la materia (sobre la no injerencia en asuntos internos, el peso de los derechos económicos y sociales de la población y el impacto del bloqueo económico por parte de Estados Unidos). La versión entregada por la cancillería cubana es la siguiente:

''La Comisión de Derechos Humanos, recordando su resolución 1992/61, que designa un relator especial sobre derechos humanos en Cuba; tomando en cuenta que el gobierno de Cuba no ha realizado mejorías satisfactorias en la situación de los derechos humanos; reafirmando la obligación de todos los estados miembros de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales como se demanda en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

''Reconociendo que los derechos humanos son absolutos y universales, que no son ni internos ni externos y que el ejercicio de la soberanía no puede ser usado como excusa para justificar ninguna violación de los derechos fundamentales de los ciudadanos; reafirmando que, si bien es importante garantizar los derechos económicos y sociales, esas garantías no deberían ser usadas como excusa para dejar de acentuar los derechos civiles y políticos.

''Manteniendo que no es válido restringir los derechos humanos en una sociedad, o violar las libertades fundamentales, con el pretexto de oponer el Estado a los intereses extranjeros; que ninguna acción hostil del exterior, ni la guerra ni el aislamiento ni el bloqueo ni el ostracismo pueden justificar la violación de los derechos humanos; afirmando que es nefando para la condición de los derechos humanos o para las organizaciones internacionales el uso de criterios selectivos basados en consideraciones políticas al hacer observaciones sobre la situación de los derechos humanos en otras naciones.

''1. Llama a la alta comisionada para los Derechos Humanos a visitar Cuba para investigar la situación de los derechos humanos;

''2. Pide al gobierno de Cuba que permita a la alta comisionada la oportunidad de llevar adelante su mandato por completo, en particular permitiéndole visitar Cuba.''

Sobre la yugular del gobierno peruano

Al rechazar México el patrocinio de ese texto, ''Estados Unidos comienza las presiones sobre el gobierno de Perú'', dijo Pérez Roque. ''Estados Unidos se lanza sobre la yugular del gobierno peruano.''

Según el canciller, la pretensión de que Perú apadrinara el documento también fracasó, esta vez por un error de la diplomacia estadunidense, que empezó a discutir el texto con embajadas latinoamericanas en Washington, atribuyendo la autoría al gobierno de Lima.

El documento, muy similar al uruguayo, fue también presentado por el propio Pé-rez Roque a los periodistas el pasado 5 de abril, junto con un anexo que según el funcionario cubano era un comentario del Departamento de Estado, en el que se pe-día más energía en la acusación a la isla (la falta de ''progresos satisfactorios'').

Perú rechazó públicamente haber elaborado la iniciativa y el canciller cubano di-jo entonces que el gobierno de Lima ''nos ha manifestado su profundo disgusto por lo que considera una manipulación evidente y un intento de utilizar a Perú en este asunto''.

Sin embargo, el 9 de abril en Ginebra, Perú hizo circular de manera informal un proyecto de resolución sobre Cuba. Según Pérez Roque, a principios de la semana pasada funcionarios peruanos desplazados a esa ciudad invitaron con extrema reserva a una cena, primero, y luego a un desayuno a diplomáticos de otras naciones para promover el documento.

Ese proyecto, ya respaldado por los peruanos, era en sustancia el texto que Lima había desconocido, aunque agregaba un reconocimiento al papel ''esencial'' de la lucha contra la pobreza y reconocía ''los avances obtenidos por la República de Cuba en la realización de los derechos sociales''.

Según el relato de Pérez Roque, un nuevo giro se produjo cuando el pasado martes 9, el Congreso de Perú acordó pedir al presidente Alejandro Toledo que se abstuviera en el tema cubano en Ginebra. El plazo para presentar proyectos en el tema vencía en la CDH el miércoles 10 a las seis de la tarde, por lo cual, bloqueado el patrocinio peruano, ''el gobierno de Uruguay es llamado a escena por el go-bierno del imperio''.

A las 17:45 del miércoles 10, Uruguay inscribe en la CDH su moción sobre Cu-ba, copatrocinada por Argentina, Canadá, Guatemala y Perú, miembros de la comisión, y apoyada por El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá, no miembros.

En una de las conversaciones con los periodistas, consultado sobre las expectativas respecto al voto de México, Pérez Roque dijo que esperaba una abstención, porque sería ''un voto valiente, un voto que Cuba apreciaría, por cuanto significaría no votar a favor del proyecto que Estados Unidos organiza y presiona para que sea aprobado''.

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