Estas exigencias
forman parte del modelo de flexibilización laboral, que
implicará pauperizar el costo de la mano de obra, perder
la jornada fija de ocho horas, el derecho a prestaciones
y a reparto de utilidades; así lo consideraron
investigadores y representantes del sector obrero;
mientras, para el sector privado esta flexibilización
representaría una oportunidad de trabajo para miles de
mexicanos que permanecen en la economía informal, ya que
podrían ser contratados por hora.
La opinión de estos líderes se dio en el marco de la
consulta que inició la delegación de la Secretaría del
Trabajo el mes pasado, y que precisamente concluye hoy,
si no es que en el último momento se decide ampliar el
plazo de recepción de propuestas, para lo que se
instaló módulos de información y distribución de
formatos en diferentes puntos de la ciudad.
Cabe señalar que hasta el pasado martes se había
recibido apenas 101 propuestas, según informó el
delegado de la dependencia, Carlos Ortiz Rosas, las
cuales en su mayoría procedían del sector privado,
universidades y algunas organizaciones obreras.
Sin embargo, dicha consulta está de más, consideraron
los entrevistados, ya que desde el año pasado, cuando se
instaló la mesa para el diálogo de los sectores
productivos, se diseñó el anteproyecto de ley con
representantes históricos del sector obrero que no
consultan con la base trabajadora y que viven de las
cuotas sindicales, obviamente con condiciones de vida que
no son las del obrero común.
Los trabajadores, al margen de
la consulta
"En este caso, prácticamente no
hay bases de las cuales parta la discusión. Una consulta
que se reduce a presentar propuestas de reforma a los
diferentes artículos de la LFT no vale", consideró
el abogado laborista Samuel Porras Rugerio, quien llevó
el caso del líder de la Unión de Vendedores Ambulantes
28 de Octubre, Rubén Sarabia. Lo mejor sería penar el
incumplimiento de dicha normatividad por parte de los
empresarios
Aseguró que la reforma laboral no debe realizarse
conforme a las condiciones internacionales, sino que la
LFT debe modificarse pra erradicar las cláusulas de
exclusión, regular el reparto de utilidades, castigar el
fraude patronal en todas sus modalidades y promover
reformas para sancionar a los servidores públicos del
sector.
Abelardo Cuéllar Delgado, que al igual de Porras
Rugerio, quien pertenece a la Red de Solidaridad y
Defensa Laboral, aseguró que es necesario que los
trabajadores sepan que los responsables directos de la
reforma laboral serán los partidos políticos
representados en el Congreso.
"Si el PAN decide irse a una reforma, deberá asumir
su responsabilidad con relación a su electorado. El PRD
tendrá que definir su posición respecto a la reforma a
la LFT, lo mismo que el PRI y el resto de los partidos,
pues esta consulta sólo es parte del proceso, parte de
la mercadotecnia para convencer de que es necesaria una
reforma".
Para la Unión Nacional de Trabajadores (UNT),
representada en el estado por el secretario general del
sindicato de Volkswagen, José Luis Rodríguez Salazar,
el desconocimiento de los obreros sobre esta consulta ha
generado apatía. Criticó que el proyecto de reforma
laboral nació mal desde el momento en que primero se
integró la mesa para el diálogo de los sectores
productivos -donde no están representados los sindicatos
independientes-, y luego se abrió al resto de la
sociedad.
Por ello, de aprobarse las reformas a la LFT, sin el
consenso de los trabajadores, y parece que así pasará,
"será una reforma ligth que no traerá ningún
beneficio a la clase trabajadora", y advirtió que
la UNT no firmará ningún documento que afecte a los
intereses de la unión y de sus sindicalizados.
La ley es rígida, hay que
flexibilizarla: Coparmex
"A nosotros nos parece que desde
su inicio la Ley del Trabajo tuvo un espíritu de defensa
de la clase trabajadora, pero faltó el contenido de la
defensa de la empresa", aseguró el presidente de la
Coparmex, Heberto Rodríguez Regordosa.
"Nuestro punto de vista", abundó el líder
empresarial, "es que la LFT es demasiado rígida y
por ello se debe buscar la forma de flexibilizarla. Esta
propuesta no tiene que interpretarse como la pérdida de
las conquistas de los trabajadores, pero sí se debe
llevar a la incorporación de esquemas que faciliten la
contratación de personal".
Por ejemplo, las personas que están subempleadas o en la
economía informal se podrían beneficiar si en la LFT se
incorporara el esquema de contrato por hora, con
prestaciones y otras ventajas. En general, dijo el
líder, "lo que queremos es que esta reforma a la
ley no sufra el fracaso de la reforma fiscal, por eso nos
parece adecuada la vía del diálogo entre los sectores
productivos".
El objetivo, hacer más barato el
trabajo: Sánchez
Por otra parte, investigadores de la
UAP reiteraron la importancia de analizar con calma esta
propuesta, porque es un hecho que los perjudicados serán
los trabajadores. El académico de la Facultad de
Economía de la Universidad Autónoma de Puebla Germán
Sánchez lamentó que las modificaciones no signifiquen
una reforma profunda e integral que incidan en la
modernización de las relaciones laborales y el repunte
de la productividad.
Más bien, dijo, los cambios hacen énfasis en conceptos
como la flexibilización laboral y la contratación
informal, con el objetivo de hacer más barato el trabajo
e incrementar las jornadas laborales de acuerdo a la
tendencia global. Muestra de lo anterior, es que en el
año 2000 el 43.7 por ciento de los asalariados contaban
con un contrato verbal, lo que significa que 10.7
millones de trabajadores laboran confiados en la palabra
y buena voluntad de los empleadores, dijo el
investigador.
Por su parte, el tambien investigador de la facultad de
Economía de la Universidad Autónoma de Puebla Guillermo
Campos indicó que con la reforma laboral se pretende
implantar totalmente el modelo de flexibilización
laboral que se ha venido imponiendo en los mercados de
otros países, cuyo propósito es terminar con las
jornadas fijas de ocho horas y establecer horarios
móviles, eliminar aquellas normas que encarecen la
formalización del empleo, como es la elaboración de
contratos, prestaciones, reparto de utilidades e
indemnizaciones por despido, entre otros.
"Aunque es necesaria la modernización del mercado
laboral, no precisamente la flexibilización es la
respuesta a este requerimiento, considerando las
condiciones de un mercado laboral en desarrollo, como lo
es el mexicano", sostuvo.
Al manifestar que la consulta para la reforma laboral
está viciada de origen porque no llegó a quienes más
interesa, Guillermo Campos aseguró que lo que el
gobierno de Vicente Fox Quesada pretende es construir un
escenario en el que se cumplan las virtudes de modelos
utilizados en el extanjero, cuyos ejes son la
productividad y la competencia perfecta, pero estas
construcciones difícilmente darían resultado en
México, dijo.
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