Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 12 de abril de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Mundo

"Reconocimiento" a su defensa de los derechos humanos y a su lucha contra la impunidad

Baltasar Garzón, candidato al Nobel de la Paz 2002

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 11 de abril. Baltasar Garzón, el juez español que abrió los procesos judiciales contra el ex dictador chileno, Augusto Pinochet, y contra las Juntas Militares argentinas, en lo que constituyó un hito en la llamada "justicia internacional", es desde hoy candidato al Premio Nobel de la Paz de 2002.

La propuesta de candidatura del polémico magistrado, que algunos califican como "juez estrella" y a quien otros le echan en cara su pasado político, partió de la Fundación de Artistas e Intelectuales por los Pueblos Indígenas de Iberoamérica; de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, con sede en Quito, y del ayuntamiento de Torres, su localidad natal.

"Estas asociaciones consideran la candidatura de Garzón como un reconocimiento a su defensa incansable de los derechos humanos y a su lucha contra la impunidad, que sentó un precedente en pro del establecimiento del Tribunal Penal Internacional", que cuenta además con el respaldo de diversas personalidades de la política y la cultura, como Federico Mayor Zaragoza, ex director de la UNESCO; el escritor catalán Manuel Vázquez Montalbán, o los cantautores Joaquín Sabina y Eduardo Aute.

El Círculo de Bellas Artes de Madrid fue el escenario en el que se presentó oficialmente la propuesta del magistrado, elogiado por las asociaciones por "el procesamiento y detención de los responsables de crímenes de lesa humanidad de América Latina, su apoyo a los pueblos indígenas de Iberoamérica, su lucha contra diversas formas de corrupción y la defensa de la libertad de expresión". Estos procesos judiciales permitieron la detención en México de Ricardo Miguel Cavallo, presunto torturador y genocida de la dictadura militar argentina (1976-83).

El magistrado de la Audiencia Nacional española no asistió al multitudinario acto, pero envió un mensaje en el que elogió la creación de la Corte Penal Internacional (CPI) y criticó la escalada militar del ejército israelí en los territorios ocupados palestinos.

Garzón, nacido en 1953, se convirtió en una especie de "símbolo de la justicia internacional" después de los procesos, todavía abiertos, contra probados genocidas latinoamericanos, al lograr con sus actuaciones la detención de Pinochet, en Londres.

La lista de procesos a cargo de Garzón en la Audiencia Nacional es casi interminable, si bien destacan los sumarios abiertos contra presuntos miembros de ETA y las personas del llamado "entorno" de la organización armada, en los que ha incluido a partidos políticos, medios de comunicación y asociaciones vinculadas a la izquierda separatista radical vasca.

Así, con la tesis del entorno mantiene el voluminoso sumario 18/98, por el que ha encarcelado a más de un centenar de personas que posteriormente, en su mayoría, han sido puestas en libertad por falta de pruebas. En el marco de este sumario ordenó el cierre del desaparecido diario vasco Egin y declaró ilegales a las asociaciones de familiares de los presos y de asistencia jurídica, Gestoras pro Amnistía, y a la organización juvenil Jarrai-Haika.

Fue uno de los jueces instructores de los casos de la guerra sucia contra ETA, auspiciada por el gobierno del socialista Felipe González, al formarse y actuar el grupo paramilitar financiado por las arcas públicas, el Grupo Antiterrorista de Liberación (GAL).

Sus detractores lo acusan de cometer dos errores en su trayectoria profesional: haber formado parte del gobierno durante la administración de González -quien lo nombró delegado del Plan Nacional contra las Drogas- y la publicación del libro Garzón. El hombre que veía amanecer, escrito por Pilar Urbano en connivencia con el juez, lo que provocó que le abrieran un expediente disciplinario por unas declaraciones vertidas en el libro, en las que emitía juicios de valor sobre personajes que había juzgado y en las que relacionaba al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, con el centro de espionaje español.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año