Roena, fuera de peligro
Tras días de angustia en los que se esperaba lo peor el músico puertorriqueño Roberto Roena fue dado de alta y desde la semana pasada reposa en su departamento de Laguna Gardens, San Juan, en compañía de su esposa Antonia Nieves.
Como dimos a conocer aquí de manera oportuna, el bongocero, bailarín y director de orquesta fue internado de emergencia el pasado 4 de marzo en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario de Carolina, luego de sufrir un ataque de apoplejía justo cuando lavaba su auto cerca de su residencia.
Este que fuera su segundo derrame cerebral en menos de tres años, resultó ser el más fuerte y riesgoso ya que le mantuvo inconsciente por algunos días y sin habla tras volver en sí.
Los días que permaneciera en el nosocomio fueron dramáticos para amigos y familiares. Aun los médicos no estaban seguros de su recuperación.
El propio bongocero no se explica cómo logró salir de ésta. "Ha sido una extraña y alegre experiencia. Como pasar de la oscuridad a la luz. šUn milagro! Puedo bailar, tocar y, sobre todo, hablar bien", expresó sin salir de su asombro.
Desde que sufrió el derrame cerebral que le mantuvo inconsciente por casi una semana mucha gente estuvo atenta a la evolución de su salud. "Me faltan palabras para expresarle lo mucho que agradezco lo que sienten por mí. Ahora veo las cosas con más claridad y sé que debo cuidarme. Tengo 62 años y si quiero llegar a los setenta debo renunciar al cigarrillo, las copas y las amanecidas", dijo retomando su habitual sentido del humor.
Pese a las recomendaciones médicas de reposo absoluto (rumbero tenía que ser), Roena se hizo presente en el pasado Día Internacional de la Salsa que se celebró en San Juan y participó en el homenaje dedicado al maestro Rubén Blades.
"Yo no me podía perder algo así, pues se trataba del reconocimiento que los puertorriqueños le dábamos a ese gran compositor amigo mío y compañero de muchas aventuras", señaló el bongocero tras descargar en uno de los temas del panameño.
Un poco agitado por el esfuerzo confesó estar pensando en reorganizar su agenda de trabajo para cumplir al pie de la letra las sugerencias médicas.
"Quizá lo que más nos convenga hacer sean circuitos universitarios o presentaciones en festivales.", precisó.
Por lo pronto la Apollo Sound, con Victor Calderón en el bongó, sigue trabajando, cumpliendo compromisos, mientras que el maestro Roena recupera energía.
ERNESTO MARQUEZ
