Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 13 de marzo de 2002
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Sociedad y Justicia

Auditoría al manejo de recursos federales con 57 observaciones

Irregularidades en el manejo de sus cuentas de cheques; deficiente control en el pago de nóminas -en todas se encontraron entregas a trabajadores que olvidaron firmar de recibido, o que recibió un tercero amparado en una carta poder que no existe-; jineteo de fondos federales cuyos intereses nunca se reportaron, pagos sin respaldo... fueron algunas de las irregularidades que encontró la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados en el manejo de las finanzas de la Universidad de Guadalajara.

Esa auditoría, correspondiente al ejercicio de 1998 y realizada en el año 2000 a petición del entonces diputado federal perredista Gilberto Parra -enemigo político de Raúl Padilla-, con el respaldo de los panistas, es la única que un organismo distinto a la propia institución ha ordenado.

Lo que es hoy el Organo Superior de Fiscalización hizo un total de 57 observaciones al manejo de los recursos de la universidad, sobre todo a la falta de transparencia en el control de los depósitos bancarios y a la falta de racionalidad en el gasto.

Los panistas intentaron que el Congreso local hiciera lo propio con los recursos estatales que recibe la institución. Luego de un debate en el que participó el gobernador (en favor de la medida) y en el que los miembros del Grupo Universidad usaron la "autonomía" de la institución para oponerse, el 17 de febrero de 2000 se aprobó su realización. Pero apenas unos días después, el primero de marzo de ese mismo año, la Comisión de Inspección del Congreso local dio marcha atrás en su decisión.

Y es que las cuentas del gobernador Alberto Cárdenas, correspondientes al ejercicio público de 1997, no cuadraban por una diferencia de poco más de 7 millones de pesos y en el DIF de Zapopan, que manejó la esposa del panista César Coll, había un faltante de medio millón de pesos que se le exigía reembolsar. El perredista Miguel León Corrales denunció que se había dado una "negociación bajo la mesa" y que los panistas se desistieron de su auditoría a cambio de que Padilla y Samuel Romero Valle, entonces diputados, votaran en favor de declarar "solventados" los faltantes de las administraciones del PAN. Y así ocurrió.

Desde que el padillismo tomó el poder en la universidad se han presentado distintas denuncias por irregularidades en el manejo de las cuentas de la casa de estudios, algunas promovidas por sus viejos aliados desplazados, pero ninguna ha prosperado. Incluso cuando a finales del año pasado se descubrió que la institución tenía desde 1996 tres cuentas en dólares no registradas en su contabilidad, una de ellas en las Islas Caimán (que el rector dijo desconocer).

Sin embargo, el secretario general, Carlos Briseño, viejo miembro del grupo desde los años de la Federación de Estudiantes de Guadalajara, afirmó que era "legítimo", porque la universidad tenía que disponer de dólares para sus becarios en el extranjero y "buscar los mejores rendimientos". Ofreció además otros datos: sólo como resultado de sus operaciones financieras, la universidad obtendría alrededor de 150 millones de pesos por concepto de intereses en 2001.

MIREYA CUELLAR

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