Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 10 de marzo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Editorial
VIENTOS DE LOCURA BELICA

Si fueran ciertas las informaciones publicadas por uno de los principales diarios estadunidenses, que dice disponer de documentos secretos, se confirmarían las peores sospechas de muchos analistas internacionales sobre los planes del presidente George W. Bush. Este, según el diario, habría dado órdenes de estudiar ataques atómicos contra Irak, Irán, Libia, Siria, Corea del Norte, Rusia y China. Entre estos países figuran dos potencias nucleares que además forman parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Los otros países son potencias regionales que podrían disponer en cualquier momento de armamento nuclear para su defensa o para acciones de represalia si fueran atacados.

Ya en los documentos del Consejo de Seguridad estadunidense que formulan previsiones hasta el 2015 estaba contenida, para quien supiera leer entre líneas, esta amenaza macabra para toda la humanidad, que podría verse envuelta en una guerra nuclear generalizada.

La guerra en Yugoslavia (en realidad para sacar a Rusia del juego en el Mediterráneo), la guerra fomentada en Chechenia y las maniobras militares estadunidenses en Georgia, en el Cáucaso petrolero, así como la guerra en Afganistán para controlar el petróleo del Caspio, reducir el papel de Rusia en la zona y cercar a China son algo más que inquietantes coincidencias. Asimismo, el bombardeo a la embajada china en Belgrado, la incursión en territorio chino de aviones espías de Estados Unidos, el regalo al Presidente chino de un avión repleto de micrófonos espías para que los servicios de seguridad de Pekín los encontraran, a modo de amenaza (y de paso medir la magnitud de la reacción china ante las provocaciones), tampoco son accidentes.

El presidente Bush, en su ignorancia y aventurerismo, se inclina siempre a jugar con fuego y a apretar el pedal de los preparativos bélicos (con presupuesto récord para tal fin y con la construcción del escudo estelar, denunciado como aventura armamentista por China, Rusia y la Unión Europea) con lo que pasa por encima de sus aliados y de las Naciones Unidas, decidiendo por sí mismo la suerte del mundo y cuáles son, según él, los "Estados canallas" o los próximos blancos de su guerra. Eso es sumamente inquietante y permite creer en cualquier locura.

Es de desear, pues, que una investigación seria dé luz de inmediato sobre la veracidad de la información publicada por el cotidiano estadunidense. Sean cuales fueren los resultados de la misma, de todos modos el daño ya está hecho, dado que la brutalidad de la diplomacia de Estados Unidos da verosimilitud a las peores hipótesis y siembra la peor suspicacia en el ámbito internacional.
 

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año