Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 24 de febrero de 2002
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Sociedad y Justicia
El Ministerio Público autorizó la entrega de los restos, indica empleada de funeraria

Intensifican búsqueda del presunto cadáver de Ramón Arellano Félix

Versión de que la FBI y la DEA participan en la pesquisa UEDO encabeza indagatoria: PGR

JAVIER VALDEZ CARDENAS CORRESPONSAL

Culiacan, Sin., 23 de febrero. Agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) intensificaron la búsqueda de los cadáveres que presuntamente corresponden a Ramón Arellano Félix y uno de sus pistoleros, Efraín Quintero Carrizoza, muertos en un enfrentamiento con agentes ministeriales el 10 de febrero pasado en Mazatlán.

Versiones no confirmadas indican que integrantes de dos dependencias estadunidenses, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la agencia de combate a las drogas (DEA), participan en estas pesquisas, en las que ya declaró el gerente de la Funeraria Calderón, Gustavo Sosa, empresa que recogió los restos de los ultimados.

Aunque Sosa no fue localizado para confirmar esta versión, Martina Pardo, encargada de la funeraria, declaró que quienes reclamaron los cadáveres inicialmente se comunicaron con ella por teléfono y le mencionaron que llevarían los cuerpos a Guadalajara o la ciudad de México.

Señaló que un hombre que se dijo primo de la víctima y portaba documentación que resultó falsa se presentó para llevarse el cadáver de Ramón Arellano.

Agregó que la autorización para entregar los cuerpos la otorgó la titular de la agencia del Ministerio Público especializada en homicidios dolosos, María Dolores Guadalupe Guzmán Ramírez.

Sin embargo, información extraoficial señala que los cuerpos de los presuntos integrantes del cártel de Tijuana fueron cremados en la firma Eternus, ubicada en Mazatlán.

En tanto, la delegada de la PGR en el estado, María Guadalupe Mora Fausto, ratificó que la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) se encarga de las investigaciones.

En el enfrentamiento del 10 de febrero murieron dos presuntos delincuentes y un agente ministerial, luego de que los primeros se negaron a una revisión de la Policía Ministerial del estado.

El jueves pasado la Procuraduría de Justicia de Sinaloa encontró que Efraín Quintero fue un gatillero del narcotráfico y participó en la ejecución de 12 personas en El Limoncito de Ayala, municipio de Cosalá, el 14 de febrero de 2001.

Con base en información proporcionada por corporaciones mexicanas y estadunidenses, el diario local Noroeste publicó que el otro fallecido, Jorge Pérez López, quien portaba una credencial falsa de la PGR, era en realidad Ramón Arellano Félix, el jefe del cártel de Tijuana.

El capo habría acudido a Mazatlán con el propósito de matar a Ismael Zambada García, El Mayo, otro presunto narcotraficante quien con los Arellano se disputa el control del mercado de la droga en Sinaloa y otras partes del país.

Los agentes de la UEDO procedentes de la capital del país se distribuyeron a lo largo de Mazatlán para tomar declaración a todas las personas que de alguna forma se vieron involucradas en los hechos, y tratan de establecer cómo desaparecieron los cadáveres.

Ya han rendido testimonio policías ministeriales, fiscales, médicos, empleados de la funeraria y de hoteles.


La estela criminal de uno de los capos del cártel de Tijuana comenzó en enero de 1989

JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL

Tijuana, BC., 23 de febrero. Las historias de sangre en torno a Ramón Eduardo Arellano Félix, quien al parecer murió en una reciente balacera en Mazatlán, Sinaloa, comenzaron cuando en enero de 1989 mató a sangre fría a un joven con quien mantenía rencillas personales.

La víctima, identificada como Armando López, El Rayo, fue abatido en las afueras del club deportivo Britania, ubicado en Tijuana. Luego, el 26 de febrero de ese año, Ramón asesinó a balazos a Héctor Raúl Gastélum, quien se atrevió a pedirle que bajara el volumen del aparato de sonido que el capo había instalado en su automóvil.

En diciembre siguiente, los hermanos Arellano Félix mandaron asesinar a los miembros de la familia de narcotraficantes Machi Ramírez, con quienes se disputaban hasta entonces el control de la plaza.

También han estado involucrados en hechos sangrientos fuera de Baja California. El 8 de noviembre de 1992 se produjo un enfrentamiento armado en el que murieron varias personas dentro de la discoteca Christine, en Puerto Vallarta, Jalisco.

Ese fue el primer choque entre la banda de los Arellano Félix y Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, pero seis meses después, el 24 de mayo de 1993, ocurrió el enfrentamiento más violento entre ambas organizaciones y que marcó el destino del grupo colocándolo en el escenario internacional, cuando fue asesinado el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y cinco personas más en el aeropuerto de Guadalajara, Jalisco.

Antes, el 3 de marzo de 1994 Javier Arellano Félix, El Tigrillo, el menor de los hermanos, escapó con apoyo de policías judiciales estatales de un arresto seguro en medio de un tiroteo.

Ese día, a bordo de una camioneta Suburban azul viajaban El Tigrillo e Ismael Higuera Guerrero, El Mayel ?actualmente preso?, junto con cuatro agentes de la Policía Judicial del Estado comisionados en ese entonces en la delegación de Playas de Tijuana, cuando en una calle de la delegación de La Mesa fueron interceptados por una Suburban verde en la que viajaban agentes federales encabezados por el comandante Alejandro Castañeda y se produjo una balacera. Cuatro hombres murieron, incluido Castañeda.

El 28 de abril de ese año fueron asesinados el entonces director de seguridad pública municipal, José Federico Benítez López, y su escolta Ramón Alarid, porque el jefe policiaco rechazó un soborno de los capos.

El 11 de junio de 1994 los hermanos Arellano Félix colocaron un auto-bomba frente al hotel Camino Real, donde se celebraba la fiesta de 15 años de la hija de Enrique Fernández, festejo al que se suponía acudiría como invitado Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos. Las autoridades estiman que el atentado fue idea de Ramón Eduardo Arellano.

En noviembre siguiente Fabián Martínez, El Tiburón, y David Barrón Corona, El CH, asesinaron en esta frontera a dos jóvenes narcojuniors apodados el Smeke y El Chuy Marroquín, aparentemente por órdenes de Ramón Arellano.

Cuatro meses más tarde otros dos narcojuniors fueron asesinados por Emilio Valdés Mainero, El Cabezón, por órdenes de su compadre Ramón Arellano. Se trataba de Hendir y Enaín Meza, hijos del narcotraficante Héctor Nahum Meza, El Toro Meza.

Secuestro, tortura y muerte

El 18 de junio de 1995 fue asesinado Dante Espartaco Cortés, fotógrafo del periódico El Mexicano en esta frontera, quien tenía rencillas con Fabián Martínez. En octubre, dos policías judiciales del estado fueron acribillados en pleno centro de la ciudad por El Tiburón.

En febrero de 1996 fue asesinado en la ciudad de México el ex comandante operativo de la PJF en Baja California, Sergio Armando Silva Moreno. Cuatro días después, en esta frontera, fue también asesinada Rebeca Acuña Sosa, amante de Silva Moreno.

En abril siguiente, Gerardo Cruz Pacheco asesinó a un ex militar al servicio de los Arellano Félix, el muerto era ex el delegado de la PGR en esta entidad Arturo Ochoa Palacios.

En mayo fue ejecutado otro ex delegado de la PGR en la entidad, Sergio Moreno Pérez, quien fue secuestrado y torturado junto con su hijo Osmary Moreno Burgos.

En junio de 1996, dos militares allegados al general Jesús Gutiérrez Rebollo fueron acribillados por gatilleros de los Arellano Félix cuando fueron confundidos con gente de Amado Cruz en una carretera cercana a Guadalajara. El 19 de julio fue acribillado en el Distrito Federal el ex comandante de la PJF en Baja California Isaac Sánchez Pérez.

El 17 de agosto murió ejecutado el coordinador de Ministerios Públicos Jesús Romero Magaña, ultimado frente a su domicilio en esta ciudad, donde se encontró una importante cantidad de dinero.

En septiembre fue asesinado el comandante de la PJF Ernesto Ibarra Santés junto con otras tres personas cuando fue sorprendido dentro de un taxi en la ciudad de México. Una semana después fue asesinado Jorge García Vargas, comandante del desaparecido Instituto Nacional Contra las Drogas, también en el Distrito Federal.

El 3 de enero de 1997 fue asesinado Odín Gutiérrez Rico, ex fiscal especial de la Procuraduría General de Justicia del estado quien investigaba la muerte de Benítez López. Ese año fueron ejecutados otros dos comandantes de la Policía Judicial Federal encargados de las investigaciones. A finales de 1997, dos agentes federales fueron acribillados frente al edificio sede del Poder Judicial Federal en esta frontera, después fue gravemente herido el periodista Jesús Blancornelas, en un incidente en el que murieron su guardaespaldas y David Barrón, El CH, gatillero de los Arellano Félix.

Durante 1998 se registraron otras muertes atribuidas al cártel de los Arellano Félix, incluidas las de los narcojuniors, Guillermo Cornejo, Luis Ortega y Alberto Pareyón, así como de Yadira Meza, hija del Toro Meza y hermana de Erán Hendir y Enaín Meza, ejecutados en 1994 por la banda, así como las 19 personas acribilladas en el rancho El Rodeo, de Ensenada.

El 24 de marzo de 1999 otro crimen fue atribuido a gatilleros de Ramón Arellano: la ejecución frente a su domicilio del ex ministerio público federal Pedro Gallardo Machain.

En agosto de ese año fue acribillado, también frente a su domicilio, el narcotraficante José Contreras, ex lugarteniente de Rafael Caro Quintero.

En enero de 2000, tres jóvenes recién llegados de Jalisco y Sinaloa fueron tiroteados con cuernos de chivo cuando se encontraban en un restaurante de mariscos. Se informó que los occisos no portaban armas, sin embargo, les fueron encontradas identificaciones falsas del Instituto Federal Electoral, según revelaron las investigaciones del Unidad Orgánica de Homicidios de la PGJE.

En abril, dos agentes del Ministerio Público Federal y un agente policiaco adscritos a la delegación de la Fiscalía Especial de Atención a Delitos contra la Salud (FEADS) en Baja California fueron asesinados a golpes y luego sus restos arrojados a un barranco de más de 100 metros de profundidad en la región conocida como La Rumorosa.

Los occisos fueron identificados como José Patiño, director de Ministerios Públicos de la fiscalía en la entidad; Oscar Pompa Plata, agente del Ministerio Público, y el policía Rafael Torres Bernal. Los tres formaban parte de un equipo que investigaba en esta frontera las actividades del cártel de los Arellano y el asesinato del abogado Gustavo Gálvez Reyes, defensor de Jesús Labra Avilés, cerebro financiero de la organización, detenido el 11 de marzo en esta misma localidad.

Un año más tarde, el 7 de mayo pasado, la PGJE reportó el asesinato de tres agentes de la Policía Ministerial del grupo de homicidios, los cadáveres fueron localizados en el poniente de Mexicali, en las inmediaciones del canal Tulichek, ubicado en el ex ejido Xochimilco del valle de Mexicali. Mostraban varios impactos de bala, así como huellas de tortura. Las investigaciones atribuyeron el crimen al narcotráfico.

Aunado a estos delitos, las autoridades atribuyen a la organización de los Arellano Félix buena parte de los más de 300 crímenes sin resolver y que se encuentran archivados sin identificar siquiera a las víctimas. Se trata, en casi todos los casos, de personas que fueron encontradas ejecutadas en distintos puntos de la ciudad y con características similares en la forma en que fueron ultimadas.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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