La ONU, Portugal y EU piden renovar esfuerzos
por alcanzar la paz en Angola
Confirma Lisboa la muerte del líder rebelde
Savimbi
REUTERS, DPA Y AFP
Lisboa, 23 de febrero. El gobierno de Portugal
confirmó hoy la muerte en combate con el ejército, ocurrida
el viernes, del líder rebelde Jonas Savimbi, cuyo cuerpo fue mostrado
a la prensa en la localidad de Lacuse, en la provincia angoleña
de Moxico.
Savimbi cayó junto con algunos de sus seguidores
en una emboscada de tropas gubernamentales en Moxico, y pereció
durante el tiroteo, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores
portugués.
Las
emisoras de televisión de Angola y extranjeras mostraron imágenes
del cuerpo del líder la Unión Nacional para la Independencia
Total de Angola (UNITA), el cual, según la agencia de noticias angoleña
(Angop) fue enterrado hoy en el cementerio de Luena, capital de Moxico.
Según Angop, además del dirigente rebelde
habrían muerto dos generales en el enfrentamiento entre el ejército
y las fuerzas de la UNITA en la región de Luvu, al sureste de Luena,
mientras que otros dos estrechos colaboradores de Savimbi habrían
logrado escapar.
Tanto el corresponsal en Angola del canal privado de televisión
portugués (SIC), como el de la estatal televisión RTP, confirmaron
que el ejército mostró a los periodistas el cuerpo de Savimbi,
de 67 años, acribillado por 15 balas.
La cancillería portuguesa exhortó al pueblo
angoleño a poner fin al conflicto en ese país africano, con
el propósito de lograr la reconciliación nacional y la paz,
para lo cual garantizó el apoyo incondicional de Lisboa en todos
los esfuerzos dirigidos en esa dirección.
"La muerte de Savimbi, con todas las trágicas implicaciones
humanas que un hecho tal siempre reviste, tiene inevitablemente consecuencias
profundas para el movimiento al que pertenecía y, consecuentemente,
para la vida de Angola", señaló.
El primer ministro de Portugal, Antonio Guterres, instó
al pueblo angoleño a aprovechar la muerte de Savimbi para encontrar
la paz, cuyo proceso, dijo, debe avanzar de acuerdo con el pacto de Lusaka
de 1994, e involucrar a todas las fueras políticas angoleñas.
Savimbi fue considerado por Washington un "luchador por
la libertad" y protegido durante la guerra fría. Finalmente
el gobierno estadunidense lo repudió, a medida que se convirtió
en obstáculo permanente para la paz.
En la primera reacción oficial sobre el deceso
de Savimbi, Washington pidió a las partes beligerantes de Angola
renovar su esfuerzo por restaurar la paz en el país.
"La muerte del líder de UNITA es otra baja en una
guerra que debió haber terminado hace mucho tiempo", expresó
en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher.
El secretario general de la Organización de Naciones
Unidas, Kofi Annan, manifestó la voluntad del organismo para lograr
la paz en el país africano, anunció en Nueva York un portavoz,
quien añadió que la muerte del líder rebelde ha creado
una nueva situación que debe ser aprovechada por todas las partes
para avanzar en el proceso de pacificación.
En una reunión con el gobierno de Luanda, la troika
de observadores de paz en Angola, Portugal, Estados Unidos y Rusia, tomaron
conocimiento formal de la muerte de Savimbi, mientras el gobierno angoleño
dio a entender que quiere iniciar el fin de 27 años de guerra civil.
En Luanda, mientras la población festejaba la noticia
de la muerte de Savimbi, las autoridades reaccionaron con un inusual despliegue
de policías en las calles, y demandaron a la población permanecer
en sus viviendas.
Jonas Malheiro Savimbi fue el fundador de la UNITA, organización
que, según él, nació con "12 hombres con cuchillo",
y dirigió el movimiento desde 1966, aunque ya existían otros
cinco grupos que desde un lustro atrás mantenían una guerra
contra los colonizadores portugueses.
La guerra de Savimbi se remonta a 1975, tras la independencia
de este país, que fue gobernado por Lisboa durante cinco siglos,
y cuando el marxista Movimiento Popular de Liberación de Angola
(MPLA) tomó el poder, apoyado por tropas cubanas.
Su organización, UNITA, financiada y apoyada en
un principio por Estados Unidos en su combate contra el comunismo, reunía
sus fondos en los últimos años con la venta de diamantes
y había sido acusada de numerosos actos sangrientos. En su momento,
la organización recibió también apoyo del régimen
segregacionista de Sudáfrica.
Savimbi vio una oportunidad de acceder al poder en 1991
durante las elecciones generales y se declaró vencedor, pero en
1992, sin reconocer que fue derrotado en los comicios, reinició
las hostilidades que había cesado el año anterior mediante
un acuerdo de paz entre MPLA y UNITA.