Suaviza advertencias sobre la falta de fondos para pagar sueldos en el sector estatal

Duhalde ofrece desactivar pronto el corralito

El mandatario intenta anular posibles nuevos brotes de inconformidad popular

DPA, REUTERS Y AFP

Buenos Aires, 23 de febrero. El presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, prometió este sábado desactivar "lo más rápido posible" el impopular corralito financiero, al tiempo que bajó el tono de amenaza sobre la falta de fondos para pagar los salarios en el sector estatal, en un intento por aplacar las protestas sociales que se prevé podrían agravarse si no se saldan los sueldos completos de los empleados públicos.

"Hay que buscar todos los medios y todas las formas para liberar lo más rápido posible los depósitos de la gente, que también es un derecho humano que debe ser tomado en cuenta", dijo Duhalde desde la provincia de Tucumán al hablar en su programa radial Conversando con el Presidente.

El mandatario intentó mitigar el nuevo frente de tormenta que amenaza llegar luego de que la víspera asegurara que no hay dinero para pagar los salarios públicos, lo que a consideración del líder oficialista de la Central General de Trabajadores (CGT), Rodolfo Daer, podría ocasionar un estallido social.

Este sábado, el presidente admitió que existen "algunos problemas" para pagar los sueldos a los empleados estatales y de los jubilados del Estado, pero dijo que podrían abonarse en dos partes o hasta determinado monto.

De hecho, la caída en la recaudación impositiva de febrero pone en aprietos al gobierno para hacer frente al pago de las remuneraciones a unas 250 mil familias de trabajadores públicos.

Duhalde confirmó su asistencia a la cumbre mundial de Financiación para el Desarrollo, que se realizará en Monterrey, México, del 18 al 22 de marzo entrante, y agregó que no permitirá a las empresas petroleras aplicar fuertes aumentos de los precios del combustible, a fin de que se adapten a las reglas del juego de la economía del país.

El gobierno también analiza un gravamen excepcional que deberían pagar las grandes empresas para destinar su recaudación a programas sociales, ante el reciente reclamo de la Iglesia católica para que los que más ganan ayuden a los más débiles.

Así lo confirmó el vicejefe de gabinete, Juan Pablo Cafiero, quien señaló que se piensa en una medida con la cual las empresas que más han ganado o mejor pueden proyectar sus ganancias en el futuro hagan un aporte extra en pro de alcanzar los más de 2 mil millones de pesos (unos 930 millones de dólares) que se requieren para acortar la brecha social.

Explicó que esta medida se toma porque es un "acto de justicia", aunque reconoció que se necesitaría recaudar unos 3 mil 600 millones de pesos (alrededor de mil 674 millones de dólares) para financiar los planes sociales a los que se pretenden destinar.

En este contexto, los representantes del gobierno, las empresas y los sindicatos, que integran la mesa de diálogo socio-laboral-productiva, acordaron hoy incrementar la asistencia social para paliar la pobreza que afecta a casi la mitad de la población.

Los integrantes de la concertación coincidieron en reclamar la universalización de los subsidios por desempleo y ampliar la seguridad social de las personas sin cobertura, por ejemplo a los trabajadores rurales y las personas mayores de 75 años sin recursos.

En el documento de la mesa de diálogo se reiteró además la necesidad de un aporte "desinteresado" de las compañías y los sectores que obtuvieron amplias ganancias con las privatizaciones de los servicios públicos y los sectores -especialmente el exportador- que se vieron beneficiados por la devaluación del peso. También se impulsó la eliminación gradual de las jubilaciones de privilegio.