No hay medidas preventivas, dijo Raúl Picard

La planta industrial, en destrucción desde la década de los 70: Canacintra

HUMBERTO ORTIZ MORENO

Mientras ganamos imagen en el extranjero como un país confiable, conseguimos el primer lugar mundial en captación de inversión extranjera directa y el gobierno federal obtiene buenas calificaciones por el manejo de la política económica, hacia adentro la planta industrial está inmersa en un proceso de destrucción paulatina: desde la década de los 70 a la fecha, su participación en el valor agregado y la generación de ingreso ha caído de 60 a 40 por ciento.

A unos días de dejar la presidencia de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Raúl Picard del Prado define así en entrevista con La Jornada el momento económico nacional y la situación apremiante del aparato productivo: "en tanto que otros países se preparan para cuando acabe la recesión; nosotros nos estamos debilitando y no se están tomando las medidas preventivas".

Alerta que a lo largo de los años 70 y en la actualidad la fortaleza del peso ha dañado la actividad industrial y a todos los mexicanos. Por ello, "aunque nos ataquen y nos digan retrógradas cada vez que decimos esto", es preciso que las autoridades financieras, sin precipitar una devaluación brusca, pongan a tono la política monetaria con los competidores internacionales y fijen un tipo de cambio realista, que reconozca que México ocupa el sitio 34 en competitividad mundial y que no se fortalezca tanto la moneda, expone.

"Está entrando mucho dinero y no se está esterilizando. Que se pague la deuda, que se saquen los recursos y no estén sujetos a la ley de la oferta y la demanda, porque de seguir así el dólar puede llegar tranquilamente a 8.80 e incluso a 8.70, y esto destruye a la industria exportadora y maquiladora nacionales. Cuando nos demos cuenta vamos a tener graves problemas".

Al respecto, apunta que si el déficit comercial creció el año pasado en 21 por ciento, con 9 mil 700 millones de dólares como saldo negativo y cerca de los 11 mil millones de dólares de ingresos por exportaciones de crudo, para 2002 podríamos "llegar tranquilamente" a los 11 mil millones, o sea el mismo monto por ventas externas de hidrocarburos, y no por concepto de adquisiciones de bienes de capital, sino por productos de consumo.

"Hay que ver las cosas con realismo y voltear al mercado interno, fortalecer la planta industrial y el empleo, y que ya no seamos tan exagerados en el control de la inflación y el tipo de cambio", remarca Picard del Prado.

Alarma por el desempleo

El líder empresarial asevera que vamos a terminar 2002 sin haberle brindado oportunidad de trabajo y bienestar a aproximadamente 2 millones 900 mil mexicanos, porque solamente podrán recuperarse 200 mil de las 500 mil plazas perdidas con la recesión, y este panorama, previno, no es nada halagüeño, porque la mayoría de los desocupados se irá a la informalidad y entonces tenderán a agravarse los problemas sociales y de inseguridad pública.

"En lo económico seguimos perdiendo todos los mexicanos. Caímos 0.3 por ciento del PIB, la industria manufacturera está muy golpeada, llevamos 500 mil empleos perdidos tan sólo el año pasado y los que ya llevamos en 2002, pero ganamos imagen en el exterior y obtenemos buenas calificaciones", dijo con ironía.

Hoy, puntualiza, "ya es hora de que aprendamos de los errores".

Los daños del paquete tributario a la economía mexicana podrán corroborarse en los cierres de recaudación de enero y febrero, ya que seguramente bajará, contrariamente a lo que los legisladores y autoridades pensaban, dice Picard.