Disminuyó la tasa de referencia y es
el momento de financiar la compra de vivienda
Abre la banca el crédito hipotecario
Déficit de 3 millones de casas en el país,
asegura ejecutivo de Banco Santander Mexicano
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Después de siete años de contención
en el crédito hipotecario otorgado por la banca privada, algunos
participantes en este mercado consideran que llegó el momento de
"abrir la llave" para el financiamiento de la vivienda.
Las
condiciones financieras son propicias: en los 12 meses anteriores, las
tasas de interés de referencia disminuyeron 11 puntos porcentuales,
para ubicarse en 8 por ciento, al tiempo que el gobierno federal determinó
impulsar un programa de construcción de vivienda, que además
de atender la demanda de casas-habitación impulse el crecimiento
de la economía.
"Llegó el momento de financiar la compra de vivienda",
señala José Yanes González, director de crédito
hipotecario y automotriz del Banco Santander Mexicano, institución
que desde hace un mes opera un novedoso mecanismo de crédito hipotecario
que permite al usuario emplear sus aportaciones al Instituto del Fondo
para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) para amortizar anticipadamente
los préstamos.
Cada año, la demanda de nuevas viviendas en México
es de 750 mil unidades, pero en el pasado lustro sólo han sido construidas
un promedio de 250 mil anuales. Aunque no existen cifras consolidadas,
Yanes González estima que el déficit nacional de viviendas
alcanza 3 millones.
La construcción de viviendas en un país
como México tiene efectos sociales, pero también económicos.
En tiempos de crisis, los anteriores gobiernos han recurrido a la edificación
de casas-habitación como un recurso para generar empleo e impulsar
al menos 10 ramas industriales relacionadas con la actividad. Algo similar
ocurre en el presente.
El gobierno del presidente Vicente Fox desarrolla un plan
para que este año sean concedidos 500 mil préstamos para
adquisición de vivienda, lo que permitirá construir igual
número de inmuebles. A mediano plazo, la meta de la administración
federal es que para 2005 y 2006 se construyan 750 mil viviendas cada año,
cantidad similar a la demanda anual.
Estimaciones oficiales apuntan que por cada vivienda construida
se generan cinco empleos, tanto en la construcción directa de la
casa como en las industrias relacionadas, como las del cemento, acero,
madera, vidrio, entre otras.
La parte de vivienda es una de las aristas de la estrategia
diseñada por el gobierno federal para tratar de superar la recesión
de la economía sufrida en 2001, cuando el producto interno bruto
(PIB) decreció 0.3 por ciento, y que de acuerdo con la mayoría
de los analistas se prolongará hasta la segunda mitad de 2002.
Además de la construcción de vivienda, el
gobierno federal pretende ejercer la mayor parte del gasto público
en la primera mitad del año y acelerar el impulso a la inversión
realizada por el sector privado en obras de infraestructura mediante los
Pidiregas.
Pero en cuanto a vivienda, el propio Infonavit pretende
financiar por lo menos 300 mil unidades, mientras que otros organismos
de carácter público, como el Fideicomiso del Fondo para la
Vivienda (Fovi) esperan generar el resto de créditos.
El mercado mexicano de casas habitación ha sufrido
una verdadera sequía en los años que siguieron a la devaluación
del peso de diciembre de 1994, cuando el país entró en la
más grave crisis de su historia. Entre 1990 y 1993, fueron otorgados
un promedio de 150 mil créditos bancarios al año para financiar
hipotecas, y el número ha caído a sólo 6 mil en 2001,
comenta Yanes González.
"La vivienda es un detonador de la economía", agrega
el directivo del Banco Santander Mexicano. Considera que la reducción
en las tasas de interés y la expectativa de que la estabilidad financiera
se mantenga en los siguientes meses son un incentivo para que las instituciones
de crédito regresen al mercado de hipotecas.
Es una percepción compartida por Othón Ruiz
Montemayor, director general del Grupo Financiero Banorte, quien asumirá
la presidencia de la Asociación de Banqueros de México en
abril próximo.
Un aspirante a adquirir vivienda tiene básicamente
dos opciones. Una, recurrir al Infonavit o al Fovi, que sólo entregan
préstamos para una propiedad que no supere los 500 mil pesos. La
otra, es buscar un crédito hipotecario de la banca, pero el temor
a experiencias como la de 1995, cuando el repunte de las tasas de interés
llegó a disparar el monto de las mensualidades a cantidades impagables,
provoca todavía recelos.