Además de generar conocimiento nuevo y original, uno de los papeles fundamentales de la ciencia y la tecnología es contribuir a la resolución de los diversos problemas que como país enfrentamos, mediante su aplicación. Por ello, la asignación de un presupuesto suficiente en ambos rubros ha llegado a ser considerado un asunto de alta prioridad y de seguridad nacional.

A finales de la semana pasada el ingeniero Jaime Parada Avila, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), citó a una conferencia de prensa con el propósito de manifestar su optimismo sobre la bonanza de 2002, ya que la institución que encabeza tendrá un presupuesto de 4 mil 336 millones de pesos, cifra superior en un 25 por ciento a la que se ejerció el año pasado. Esa fue su respuesta a los múltiples señalamientos críticos que diversos integrantes de la comunidad científica han manifestado públicamente a través de opiniones y cartas, muchas de las cuales han sido dirigidas a El Correo Ilustrado de La Jornada.

Sin embargo, las explicaciones ofrecidas por el ingeniero Parada Avila no han resultado del todo convincentes para muchos de los integrantes de la comunidad científica. En esta ocasión, Lunes en la Ciencia ofrece los argumentos de investigadores de distintas instituciones, quienes sustentan sus opiniones en la información difundida por el propio Conacyt.