Martes 22 de enero de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n La UAP propuso a Petróleos Mexicanos diagnosticar el daño, confirmó
Puede ser el peor desastre ecológico del estado, el de Acatzingo: Monroy

Jorge Machuca Luna n

El daño a las tierras de cultivo de Acatzingo afectadas el jueves pasado por el derrame de más de 10 mil barriles de petróleo crudo podría ser el desastre ecológico más grave del estado, después de la tala de bosques, consideró Juvencio Monroy Ponce, investigador del Instituto de Ciencias de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
En entrevista, el miembro del equipo de investigadores de microbiología del suelo, confirmó que la máxima casa de estudios de la entidad entregó a Petróleos Mexicanos (Pemex) una propuesta para evaluar con precisión el daño ambiental a las tierras de Acatzingo, Huixcolotla, Progreso de Juárez y Actipan de Morelos, estudio necesario para luego iniciar la "remediación del suelo", dijo Monroy.
La rehabilitación del suelo donde se cultivaba hortalizas podría ser llevada a cabo por personal de la UAP, el proceso requeriría un plazo mínimo de ocho meses; el entrevistado calculó que el derrame petrolero pudo haber afectado a unas 70 hectáreas sólo en Acatzingo -y no a 20 o 30 como se creyó inicialmente.
Previó que el hidrocarburo haya penetrado en la tierra de manera tanto vertical como horizontal, por lo que zonas que en apariencia no resultaron contaminadas superficialmente, en capas inferiores pueden haber absorbido parte del hidrocarburo.
"Tiene que evaluarse la concentración de hidrocarburo en el suelo; como se desplazó la pluma de contaminación, el hidrocarburo es absorbido verticalmente o puede migrar lateralmente. Incluso se puede ver una mancha en la superficie y junto un sitio que no esté afectado y que en apariencia no tiene nada (de petróleo), pero quizá sí esté contaminado", aseveró el investigador.
Juvencio Monroy mostró a este diario fotografías aéreas que captó Raúl Gil Mejía por encargo de la UAP, en que las que se muestra que el petróleo se desplazó a través de los canales de riego de las tierras de labranza, lo que le ayudó a alcanzar con rapidez los campos de por lo menos cuatro poblaciones en las que hasta ayer aún se veía vehículos de Petróleos Mexicanos succionando el líquido regado.
De acuerdo con el declarante, el estudio de afectación del suelo debe incluir el análisis de "la distribución volumétrica (del petróleo) en el suelo, la afectación a la biota -todos los seres vivos, fauna y flora- y al medio abiótico -el medio físico-, así como la condición estratigráfica -el estado de contaminación que guardan los estratos que forman el suelo-" y el agua que existe en la zona.
Criticó que personal del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de otras instituciones educativas hayan propuesto corregir el daño en Acatzingo utilizando bacterias importadas de Estados Unidos que tendrían la función de degradar los componentes del petróleo.
"Si están hablando de bacterias compradas, incluso producidas en Estados Unidos, cuidado, esas bacterias están manipuladas genéticamente, nadie sabe ni el fabricante indica cuáles pueden ser las consecuencias de emplear esas bacterias que han sido manipuladas genéticamente", alertó.
Describió que una mejor opción para la "biorremediación del suelo" sería cultivar bacterias tratadas en laboratorio que hayan salido a partir de la tierra local libre de contaminantes; "se les dan las condiciones para que desarrollen la capacidad de degradar hidrocarburos(...) se les dan las condiciones de nutrientes, de humedad para(...) inocular después el suelo con las cepas obtenidas ahí mismo".
Asimismo, añadió que los estudios del suelo deben llevarse a cabo utilizando las normas exigidas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que fueron fijadas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, como la EPA 418.1 y EPA 8310, que sirven para detectar concentraciones de benzopireno, benzoantraceno y benzofluoranteno, componentes cancerígenos contenidos en el petróleo crudo.
Por último, Juvencio Monroy puntualizó que serán directivos del Sector Ductos Sureste de Pemex, con sede en Minatitlán, quienes determinen quién se encargará de hacer el diagnóstico de los daños y cuál propuesta de remediación del suelo será la aplicada en la zona dañada de Acatzingo.