Ojarasca 56  diciembre de 2001

veredas.tiffveredas.tiff



Amenazan de muerte al presidente municipal de Guelatao

Aldo González, presidente del municipio de Guelatao en la Sierra Juárez de Oaxaca y miembro de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca (Unosjo), recibió el pasado primero de noviembre, en su correo electrónico, un mensaje que contenía amenazas directas de muerte.

En estos tiempos los mexicanos hemos aprendido a tomar en serio las amenazas en contra de luchadores sociales. Así, ha corrido por las organizaciones del Congreso Nacional Indígena la petición de enviar cartas a las autoridades correspondientes en las que se exija "el respeto irrestricto a los derechos humanos de todos y cada uno de los miembros de la Unosjo, así como las medidas pertinentes para garantizar su vida, integridad física y seguridad personal ...[y que] se realice una investigación profunda, apegada a la ley y expedita de los hechos, para deslindar responsabilidades y castigar conforme a derecho a los responsables del hostigamiento y amenaza".

¿Qué pudo haber motivado un mensaje de este tipo? No se necesita mucho para despertar la ira del caciquismo de la Sierra Juárez, menos ahora que se siente acorralado por los límites que le impone el crecimiento de organizaciones sociales.

Habría que considerar la lucha por la defensa de los recursos naturales de las comunidades serranas, en la que ha participado Aldo González. Durante el mes previo a la amenaza, se generó en la región de Guelatao una coalición de más de veinte presidencias municipales y organizaciones indígenas y productivas con el objetivo de responder ante la contaminación de maíz transgénico, recién descubierta en la zona.

La participación social del zapoteco Aldo González no es reciente. Formó parte de un amplio grupo de indígenas del norte de Oaxaca que, a pesar de nunca haber sido parte de una organización formal, actuaron de una manera destacada en las negociaciones de los Acuerdos de San Andrés, como asesores del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Un grupo que incluía zapotecos, mixes y chinantecos que había teorizado sobre lo que se vivía en los pueblos serranos y que con la muerte de Floriberto Díaz perdió a uno de sus más brillantes pensadores. Una palabra indica la esencia de su orientación autonómica: comunalidad. En diálogo con los regionalistas, este grupo puso la base conceptual de lo que se negoció frente al Estado en San Andrés. Queda como anécdota que Aldo González fue cesado por el Instituto Nacional Indigenista como director de la radio de su natal Guelatao, por ausentarse para asistir a estos diálogos que han resultado históricos para los indios de México.

Miembro de la generación de jóvenes dirigentes de la Unosjo, Aldo ha participado en la promoción de una amplia gama de proyectos productivos, desde la apertura de caminos en la poco comunicada Sierra Juárez, el impulso al café orgánico y la permanencia de la milpa como la base de vida productiva local.

Como asociado de la Unosjo, Aldo González ha sido miembro activo y propositivo del Congreso Nacional Indígena. En su octava y más reciente asamblea, fungió como coordinador de la mesa dedicada a repensar la estructura interna de este espacio nacional de los indígenas.

La persistencia y el tino con el que Aldo González ha llevado alguna o todas estas acciones puede haber pisado algún callo del autoritarismo serrano o incluso del autoritarismo nacional. ¿Cuál callo, cuál autoritarismo? Son preguntas que se debería estar haciendo mucha gente, en particular las que trabajan en los organismos de impartición de justicia.
 
 

Primer Congreso Estatal Indígena de Puebla
"Los pueblos no somos propiedad de nadie"

"Así como los ancianos en Tajín, en Teotihuacán, en Chichen Itza, en Monte Albán se reunían frecuentemente para congregar la palabra, y buscaban a las personas sabias de cada barrio, de cada comunidad, de manera que les representaran cuando sesionaban sus consejos de ancianos, así también ahora nosotros los pueblos totonaco náhuatl, mixteco y popoloca nos hemos reunido en el territorio del Totonacapan los días 20, 21 y 22 de julio convocados por la Unidad Indígena Totonaca Náhuatl (Unitona), para juntar nuestro pensamiento y nuestra palabra en el Primer Congreso Estatal Indígena de Puebla." De esta manera da inicio la declaratoria producto de esta reunión, cuyos resultados fueron presentados en la Octava Asamblea del Congreso Nacional Indígena.

Con la asistencia de 17 organizaciones indígenas poblanas, más organizaciones eclesiales, estudiantiles y populares, se llevó a cabo en Huehuetla, Puebla, este Congreso cuya declaratoria constató la pérdida de la organización tradicional a causa de los programas gubernamentales de apoyo diseñados para crear dependencia y la pérdida de las tierras que pasan a manos de prestamistas.

Siempre respaldados en el articulado del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) los asistentes al Congreso rechazaron la reciente reforma constitucional y se pronunciaron por el reconocimiento de sus autoridades tradicionales como el consejo de ancianos y la asamblea comunitaria, insistieron en que se respete su derecho a ser consultados en vez de imponer mecanismos de desarrollo, rechazaron los monocultivos, las semillas transgénicas y la biopiratería, denunciaron el rezago en la atención a la salud y la marginación de las prácticas curativas tradicionales.

Siendo anfitriona de la reunión la Unitona, que ha participado en algunos de los esfuerzos de autonomía educativa más profundos (como el Centro de Estudios Superiores Indígenas Kgoyom), no podían faltar las demandas sobre la educación. Se exigió el pleno cumplimiento del artículo tercero constitucional que obliga al Estado a dar educación laica, gratuita y obligatoria. Se propone que "para la elaboración de los programas de educación se consulten a los ancianos y las autoridades tradicionales".

Los asistentes concluyeron: "Los pueblos indígenas estamos seguros de que alcanzaremos la autonomía a través de la organización, el conocimiento de nuestros derechos y exigiendo respeto a los gobiernos y los partidos políticos. Los pueblos indígenas no somos propiedad de nadie".
 
 

El CNI renueva sus estrategias

La Octava Asamblea del Congreso Nacional Indígena (CNI abrió una nueva etapa en la organización interna de este espacio indígena. Celebrada el 18, 19 y 20 de noviembre en la ciudad de México, la asamblea trabajó en cuatro mesas que representan campos estratégicos en el desarrollo de el CNI.

Una mesa analizó las estrategias para el reconocimiento y pleno ejercicio de los derechos indígenas, en las que hizo un balance de las acciones de rechazo a la reciente reforma constitucional en materia de derechos indígenas y se diseñaron estrategias para fortalecer las controversias constitucionales que se han presentado ante el poder judicial y enfrentar y frenar la campaña en curso con la que se pretende iniciar una cascada legislativa que llevaría los candados a los derechos indios contenidos en la reforma constitucional a todas las leyes secundarias y a las legislaciones estatales.

En otra mesa se evaluó los esfuerzos que, independientemente de la legislación, se están desarrollado para fortalecer la autonomía de los pueblos. Esfuerzos realizados en apego a las declaraciones de autonomía que han realizado diversas comunidades indias del México que elevan los Acuerdos de San Andrés a ley propia y los hacen efectivos mediante la construcción de autonomías comunales y municipales.

Entre las conclusiones de esta mesa se menciona "impulsar la autonomía territorial de nuestras comunidades, expresada fundamentalmente en el manejo soberano, por parte de las comunidades, de los recursos naturales que les pertenecen o que utilizan para su reproducción material y espiritual".

Para la discusión de los problemas de género dentro del movimiento indígena se constituyó una mesa específica.

Quizá la mesa que atrajo al mayor número de representantes indígenas fue la dedicada a la reorganización interna de el CNI. Su acuerdo más importante fue la creación de la Comisión Nacional de Enlace y Coordinación, que se integró con carácter provisional hasta la próxima asamblea nacional, con el fin de convocar a representantes de comunidades, organizaciones y pueblos y construir sobre la base de propuestas de las regiones del CNI una instancia capaz de darle mayor consenso y organicidad a sus líneas de acción.
 
 

Eugenio Bermejillo
veredas.tiffveredas.tiff

fariacasa

Paranaguá, Araripe. Foto: Lina Faria
 

regresa a portada