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Olvidadas mujeres de la revolución
La soledad y el fuego de Dolores Jiménez y Muro
Cronología de la vida de Dolores Jiménez y Muro
Bibliografía sobre Dolores y su entorno socio político

Poemas de Dolores Jiménez y Muro

En la inauguración del monumento que el Estado de
San Luis Potosí dedica
AL INMORTAL HIDALGO


Los que sintáis ardor dentro del pecho
Del patrio amor la llama abrasadora,
Venid a este lugar en donde ahora
Se manifiesta a Hidalgo gratitud
Venid, venid, traed mármol, y traed bronce,
Y el monumento labren vuestras manos
Del grande entre los grandes mexicanos.
Del modelo de cívica virtud.


Y llenos de cariño y respeto
Con letras de oro dibujad su nombre,
Y a los pies de la estatua del grande hombre,
Laurel y siempreviva colocad.
Entonad cantos épicos que expresen
Admiración y afecto a su memoria:
No olvidéis sus hazañas ni su gloria,
Y por la senda que os trazó marchad.


¿No merece todo el que primero
Dio en nuestro país de libertad el grito,
El que abnegado fue hasta lo infinito.
El que en Chihuahua mártir sucumbió?
Si: porque con su ejemplo y sus palabras
Despertó en nuestro pueblo el santo anhelo
De emancipar el caro y rico suelo,
Donde esclavo de España la luz vio;


Y ese deseo en el pueblo fue cual chispa
Que da principio a incontrastable hoguera,
Pues a despecho de la España fiera
Se pudo nuestra patria independer.
Y fue libre, fue libre, y vino un día
En que ya no hubo súbditos ni reyes:
El pueblo rey se dio las nuevas leyes,
Que debían cambian todo su ser.

Y dio otro paso, y dióse la enseñanza
Lo mismo al noble que al de humilde cuna:
Y el congreso, la prensa y la tribuna
A todos accesibles fueran ya.
Entonces tuvo México oradores,
Y poetas, y valientes generales;
Cuyos nombres la historia en sus anales
Con justo y noble orgullo guardará.

Y sigue su camino: ya fulgura
Al lado de las mas cultas naciones,
Por haber observado instituciones
Que darse pudo porque libro fue,
Por eso el que inició una idea tan grande
El ídolo es de una nación entera,
Que le tributa admiración sincera,
Pues á un héroe y á un mártir en él ve.

Hijos del Anáhuac, seguid sus huellas:
Libres y grandes ya os contempla el mundo:
Procurad con un celo sin segundo
Tan gratos nombres siempre merecer
Y jurad que si veréis que invadida
Se ve de nuevo nuestra patria bella,
Laureles mil conquistareis para ella,
O moriréis por ella con placer.


EN EL ANIVERSARIO
DEL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1810

Hoy que en bellos discurso nuestros sabios
Narran las glorias de la patria mía,
Yo voy también a desplegar mis labios
Para exhalar un canto de alegría.

Porque cual de una fuente se derrama
El agua cuando ya se encuentra llena,
De mi alma que por México se inflama
Se desborda el placer que me enajena.


Hace años hoy que un grande y noble anciano
Cura del pobre pueblo de Dolores
Dijo al pueblo:"Se libre y soberano,
"Derroca á tus infames opresores.

"Deja tu hogar, arriesga tu existencia,
"Ten en el porvenir los ojos fijos;
" Y de México harás la independencia
" Y serás grande tú, libres tus hijos."

Oyolo el pueblo, y luego entusiasmado
A las armas corrió con ardimiento
En un brillante triunfo confiado,
Y absorto con su grande pensamiento.

Un día, cuando era niña, me contaron
Este episodio poético y grandioso,
Y mis oídos gozosos lo escucharon
Mi corazón movióse presuroso.

Y desde entonces, siempre en este día,
Me acuerdo de esos grandes ciudadanos,
Y se llena de orgullo el alma mía,
Porque esos héroes fueron mis hermanos.

Nací cual ellos bajo el mismo cielo,
Amo á mi patria con filial ternura,
Su bien, su honor, es mi mayor anhelo
Y su dolor mi más grande amargura.

Por eso pongo un velo a mis pesares
Y lleno de inefables emociones
Hoy canto que se exhalan mil cantares
Y mil y mil sinceras bendiciones.

Eres ¡Oh! Patria bella, muy amada:
¡Dios quiera que ese amor eterno sea!
¡Que seas del mundo entero respetada!
¡Que seas grande, muy grande, y yo lo vea!

San Luis Potosí, Septiembre de 1874.
Publicado en La Sombra de Zaragoza. Periódico Oficial del Estado
Septiembre 15, de 1874 p. 3 Tomo. VIII Núm. 787



CREPÚSCULO

A mi querida hermana Josefa Esther.

Muy lejos, más allá de aquellos montes,
Bajo otros muy distantes horizontes
De los que desde aquí la vista alcanza,
Existen seres que amo con ternura,
Existe lo que hiciera mi ventura,
Lo que inspira sueños y esperanza.

Allá van sin cesar mis pensamientos
Todos los días y todos los momentos,
Llenos de fuego intenso que hay en mi alma,
Y allá me impele siempre mi deseo,
Pues nada más allá sentir mi deseo,
Pues nada más allá sentir yo creo
Algunas horas de ventura y calma.

En este suelo la natura ostenta
Su magnífica y grácil hermosura
Que yo con entusiasmo veo y admiro;
Pero tanta belleza yo prefiero
Otra ciudad que con el alma quiero,
Con la que siempre sin cesar deliro.

Por eso a la hora poética y divina
En que empieza la estrella vespertina
A fulgurar en el azul cielo,
Me place hacia ese rumbo estar mirando,
Que otros días transcurridos recordadno
Porque ahora es mi único consuelo.

Publicado en: Joaquín Antonio Peñalosa,
Literatura de San Luis Potosí siglo XIX.
San Luis Potosí, S.L.P., Eds. UASLP 1991, pp . 272-273

Trabajo de investigación de: Oresta López / Varinia Hernández

 

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