Los lobos de Montiel
Arturo
Montiel, el gobernador del estado de México, no da tregua. Cuando
no son policías secuestradores, los escándalos son por espionaje
o por desplegados apócrifos. Pero nada mueve al gobernador mexiquense,
heredero de la dinastía política más poderosa del
sistema que, supuestamente, murió el 2 de julio. Ya Masiosare
había advertido en el número 183: Los lobos del PRI
siguen imponiendo su ley en el estado de México. Era la historia
de El Salado, uno de tantos predios donde sobreviven cientos de familias
engañadas con la ilusión de tener una casa y que, para desgracia
de sus habitantes, limita con el proyecto de 15 mil hectáreas donde
el gobierno mexiquense pretende construir el nuevo aeropuerto. "En medio
del jaloneo por la millonaria inversión, poco eco han tenido las
denuncias de hostigamiento y persecución oficial. ¿Habrá
que esperar otro chimalhuacanazo?". Nada de eso, los vamos a reubicar,
aseguró Carlos Díaz de León, coordinador de Gobernación
estatal, más conocido ahora como uno de los Golden Boys (cabezas
del equipo de espionaje político que rendía informes al gobernador
Montiel).
El asunto dará para más. Hace dos semanas, integrantes de la Asociación Las Brisas de Acolman, AC, enviaron una carta a Vicente Fox en la que piden su intervención para impedir que los habitantes de El Salado sean trasladados a Las Brisas. En sus argumentos, Constantino Fernández Suárez, Josefina Cruz Vargas y Josefina Flores Ramírez, presidente, secretaria y tesorera de la asociación vecinal, señalan una serie de arbitrariedades de autoridades de la Comisión Regional de Uso de Suelo (Cresem) y de la Procuraduría General de Justicia, dirigidas, claro, por Axel García (sí, el legendario cacique del transporte metropolitano convertido por Montiel en fiscal especial para delitos cometidos por fraccionadores) y los conflictos sociales generados por la llegada de 20 familias reubicadas. Y la semana pasada, los habitantes de El Salado fueron amagados con un nuevo desalojo.
¿Otro chimalhuacanazo? Que luego no digan que nadie sabía...
Los alegres números de Usabiaga no lo son tanto
El
martes pasado apareció en los diarios un desplegado de la Secretaría
de Agricultura donde daba a conocer el presupuesto ejercido por esta dependencia
hasta el 31 de julio.
La Sagarpa anunció que ya se ejercieron 7 mil 411 millones de pesos en Procampo del total de 11 mil 715.9 millones de pesos previstos para este año. "A la fecha se han entregado 4 mil 237.5 millones de pesos más que el año pasado para el mismo periodo", proclama.
Es cierto. Pero habrá que recordar que hasta el año pasado los fondos de Procampo eran entregados a los agricultores en agosto, septiembre y octubre, meses después del tiempo de siembra. Los campesinos tenían que pedir créditos a los bancos y a las empresas de fertilizantes y semillas. Y éstos terminaban quedándose con 10 a 15% de los recursos de Procampo.
Ahora, gracias a la presión de los productores, los fondos de Procampo para campesinos con cinco o menos hectáreas se entregan en marzo, abril y mayo. Estos agricultores representan 65% del padrón de Procampo. Es por esto que hubo un mayor ejercicio. "Fue una conquista de los productores", explica Víctor Suárez, de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo.
Este es el único programa de la Sagarpa donde se han ejercido recursos superiores al año pasado.
Por otro lado, la Sagarpa afirma que los apoyos a la comercialización representan 19.2% del presupuesto ejercido (3 mil 341.1 millones de pesos). Víctor Suárez explica que no es así: "Son recursos que la Secretaría de Agricultura se comprometió a entregar a los estados". Por ejemplo, en Sinaloa se firmó un convenio de apoyo con el gobierno estatal, pero apenas se ha desembolsado la mitad. Ya están etiquetados, pero aún no se han ejercido.
Incluso muchos de los apoyos a comercialización se destinaron a grandes empresas como Minsa, Maseca y Cargill, lo cual no estaba presupuestado.
Por si algo faltara, el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, negoció con la Secretaría de Hacienda el desvío de 2 mil 200 millones de pesos previstos para la comercialización de granos básicos al programa de azúcar.
El lector de La Jornada Miguel Angel Granados Chapa hace ver un par de deslices en el reportaje sobre Tepito publicado la semana anterior. Citamos las precisiones:
"Nada más lejos de la verdad que los batallones rojos, 'junto con Venustiano Carranza declararon la primera huelga general del siglo XX en contra del usurpador Victoriano Huerta'. Cuando ocurrió dicha huelga general hacía ya dos años que Huerta había sido derrotado. No la organizaron los batallones rojos, pues habían sido disueltos y el desempleo resultante (ya que los integraban obreros) fue una de las causas de su movimiento, no realizado con Carranza, sino en su contra, en 1916.
"Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis, no
es una novela, sino un estudio antropológico de relaciones familiares.
Lo publicó el Fondo de Cultura Económica y no lo 'decomisó
el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines'. Fue el de Díaz Ordaz el que
despidió del FCE a su director Arnaldo Orfila Reynal por haber publicado
el libro, que fue reeditado muchas veces y convertido en pieza teatral
por Vicente Leñero".
Aclaración
El mapa de Tepito publicado en las páginas centrales de nuestro número anterior fue elaborado por Andrés Ramírez.