LUNES Ť 11 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Anoche realizaron una asamblea para determinar el plan de movilizaciones

Rechaza la CNTE que maestros preparen el regreso a sus estados; llegan más contingentes de Oaxaca

Ť Hoy prevén pláticas en Sonora y mañana en estado de México; pendiente, Puebla e Hidalgo

ANGELICA ENCISO

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) rechazó que los contingentes de maestros, que desde hace 27 días permanecen en esta ciudad, preparen su regreso a sus estados. Anunció que continuará el plantón. Para reforzar las próximas actividades ayer llegaron contingentes de Oaxaca y se espera que arriben más en los próximos días.

Por la noche, la organización realizó una asamblea para determinar el plan de movilizaciones que llevará a cabo esta semana, luego de que rompió pláticas con la Secretaría de Gobernación por el enfrentamiento que se registró el viernes pasado con personal de seguridad.

Antes, en la tarde, se realizó la asamblea de los profesores de Oaxaca, cuyos resolutivos esperó la CNTE para su reunión nocturna. La asamblea que se preveía concluiría alrededor de la madrugada, sería definitiva para determinar el tipo de acciones que emprenderán los docentes en los próximos días. Algunos profesores están por retomar las negociaciones con la Secretaría de Gobernación, aunque no han obtenido avances sustantivos en sus demandas.

Entre los requerimientos de los profesores se cuenta el establecimiento de mesas en las diferentes entidades para atender sus problemáticas particulares. En cuatro estados ya hay avances. Se prevén hoy pláticas en Sonora, el miércoles en el estado de México, mientras que estaría pendiente la definición de Puebla e Hidalgo.

El plantón de docentes que tiene rodeadas las instalaciones de la SEP en esta ciudad, y que también está colocado frente al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ayer lució desolado la mayor parte del día, pese al anuncio de la llegada de más contingentes.

Los maestros que no fueron a la manifestación en recuerdo de la masacre del 10 de junio, salieron a caminar o se quedaron dentro de sus carpas, hechas con delgados plásticos de colores, viendo pasar las horas. Poco sabían de la realización de las asambleas, esperaban la llegada de sus dirigentes y algunos se atrevieron a platicar que, aunque ya estaban cansados y querían volver a sus estados, no lo podían hacer con las manos vacías.