MARTES 29 DE AGOSTO DE 2000

* Esta catástrofe muestra el mal estado de las infraestructuras vitales rusas: Putin


Ardió 24 horas la torre de comunicaciones; cuatro muertos

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 28 de agosto * Poco más de 24 horas hicieron falta para extinguir las llamas que destruyeron la torre de telecomunicaciones de Ostankino. Hacia las 17:40 de este lunes se logró apagar el incendio y se confirmó la muerte de cuatro personas, un saldo que pudo ser mayor si el siniestro hubiera ocurrido en un día laboral.

En una actitud que contrasta con la indiferencia que mostró los primeros días de la reciente tragedia del submarino Kursk, el presidente Vladimir Putin trató de proyectar la imagen que esperan de él los rusos y convocó una reunión urgente de gabinete para analizar la situación. "Esta nueva catástrofe muestra en qué estado se encuentran las infraestructuras vitales y el país mismo", reconoció Putin, quien estimó que es inaplazable tomar medidas para garantizar la seguridad en torno a la torre y restablecer la transmisión televisiva.

Putin instó a sus ministros a no permitir que "los desastres nos impidan ver lo principal: la magnitud de los problemas que afronta el país", y advirtió que no se debe olvidar el impulso a la economía, pues "de nuestro trabajo en este ámbito dependerá que vuelvan a ocurrir o no catástrofes similares".

Horas después se confirmó la muerte de una elevadorista, un coronel de bomberos y dos técnicos. Ayer se dieron por desaparecidos y esta tarde sus cuerpos fueron encontrados siete niveles por debajo de la planta baja de la torre, en el amasijo de hierro a que quedó reducido el elevador en que se encontraban. Este cayó al vacío desde una altura de 360 metros y luego recibió el demoledor impacto del contrapeso del ascensor.

Se rumora que podría haber otras personas desaparecidas, pero las autoridades han optado por no confirmarlo ni desmentirlo.

Apagado el incendio, la principal preocupación de los servicios técnicos es evitar que se desplome la parte superior de la torre. La antena, de 120 metros de largo, tiene una inclinación de cinco grados hacia el este, la cual podría aumentar de afectarse la estructura de la torre como consecuencia del enfriamiento de los materiales.

De hecho, la antena de metal está ensamblada en el cuerpo de hormigón del resto de la torre, que ha sufrido serios daños por dentro. Temperaturas muy altas destruyeron la mitad de los 150 cables de acero que servían para dar estabilidad al edificio.

Las autoridades aseveran que no hay peligro de que la torre se venga abajo, pero persiste el riesgo de que se desprendan fragmentos o la antena completa, por lo que lo más probable es que a partir de mañana se intente desmontarla, y se refuerce la estructura del edificio.

El siniestro dejó a los 10 millones de moscovitas sin televisión. Sólo transmite un canal en banda decimétrica, el TNT, y sólo es posible captarlo en algunos distritos de la ciudad.

Políticamente, no es un hecho secundario dado que TNT pertenece al opositor grupo Media-Most del magnate Vladimir Gusinski y está siendo utilizado para emitir los noticiarios de su principal canal, NTV. Además, su sistema satelital de señal restrin- gida, NTV-Plus, funciona normalmente y cubre más de 130 mil abonados. Los beneficios de NTV-Plus apenas comienzan pues este lunes recibió más de 7 mil solicitudes para instalar el decodificador.

Esto preocupa seriamente al Kremlin. El ministro de Información y Prensa, Mijail Lesin, dijo que "los noticiarios de NTV se aprovechan de la situación y distorsionan la realidad, engañando a los telespectadores".

No es extraño que Putin haya fijado como prioridad "reanudar lo antes posible las emisiones de los canales públicos", pero el plazo de dos o tres días anunciado hoy por Lesin parece demasiado optimista. Los expertos creen se logrará entre una semana y tres meses.

En el resto del país, con altibajos, la situación es mejor debido a que la señal de los principales canales es subida a satélites desde otro lugar distinto a la torre de Ostankino y, por la extensión de Rusia, las regiones cuentan con su propia red de retransmisores.

Trascendió que las ventas y rentas de videos aumentaron drásticamente en todo Moscú. Gerentes de librerías dijeron que esperan también que sus ventas aumenten ante la falta de televisión.