Predominio del Ejército en el combate a cárteles de la droga


Libro blanco del narcotráfico

Gustavo Castillo y Jesús Aranda /I * El peso del combate al narcotráfico en México descansa en las espaldas de la Secretaría de la Defensa Nacional. En su "coadyuvancia" en la lucha contra el cultivo y tráfico de drogas, el Ejército Mexicano recibió 68.2 por ciento de los 753.9 millones de dólares que el gobierno federal destinó a esas funciones y aportó el equivalente a 74 por ciento del total del personal involucrado en esas tareas, al comisionar diariamente a más de 20 mil efectivos.

Lo anterior, de acuerdo con las últimas cifras oficiales desglosadas en este rubro, correspondientes a 1998 y que se dan a conocer en el llamado Libro blanco contra el narcotráfico elaborado por la Procuraduría General de la República (PGR) con información de las secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores, Hacienda y Crédito Público; Sedena y Marina, que abarca ųbásicamente la gestión de Jorge Madrazo Cuéllarų del primero de enero de 1997 a marzo de este año.

En el documento se subrayan tres razones principales para combatir el narcotráfico: la defensa de la seguridad nacional;, la salud de los mexicanos y la cooperación internacional.

En contraste con la visión del gabinete de transición de Vicente Fox, el Libro blanco contra el narcotráfico considera esta actividad como un riesgo para la seguridad nacional.

La participación de las fuerzas armadas, especialmente del Ejército Mexicano, demandó la adquisición de mayor equipo y la intervención directa de militares (desde generales hasta tropa) en funciones de inteligencia e investigación en contra de los cárteles de la droga.

Tal es el caso de 111 integrantes del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) ųcuerpo de elite del Ejércitoų, considerados en el documento como "agentes especiales" adscritos, hasta el 31 de marzo pasado, a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS).

Además, en funciones policiacas sobresale la actuación del general Guillermo Alvarez Nara, quien fue designado en la gestión de Madrazo Cuéllar como director operativo de la Policía Judicial Federal, cargo que aún ocupa. La otra cara de la moneda fue el caso del general Jesús Gutiérrez Rebollo, fiscal antidrogas, quien está en prisión acusado de pertenecer al cártel de Amado Carrillo Fuentes.

En el Libro blanco contra el narcotráfico se menciona que de los 27 mil 74 hombres que participan en el combate al cultivo ilícito de estupefacientes y en la intercepción de enervantes, el Ejército Mexicano aporta 20 mil efectivos ųaunque la Sedena precisa que en 1999 involucró diariamente a 26 mil 797 elementosų, en tanto la Armada de México colabora con alrededor de 2 mil elementos, cifras que en porcentaje representan 74 y 6 por ciento, respectivamente, y que contrastan con los agentes federales que la PGR destina a estas tareas: de acuerdo con el documento, son del orden de 5 mil 380.

El costo para el Ejército ha sido alto, tan sólo en 1998 un total de 33 efectivos resultaron heridos y 15 perdieron la vida. Para el año siguiente el informe da cuenta de un total de 25 efectivos muertos, entre soldados y agentes federales.

Recursos asignados

"El esfuerzo presupuestal por parte del gobierno mexicano ha sido enorme. Basta mencionar que el monto de recursos asignados a la campaña permanente contra el narcotráfico, de conformidad con el Presupuesto de Egresos de la Federación para 1998, fue aproximadamente de 753.9 millones de dólares. De ellos, 106.8 corresponden a la PGR; 514.6 a la Sedena y 148.4 a la Secretaría de Marina. El total de recursos asignados para 1999 fue de 769.8 millones de dólares", señala el documento.

Sin embargo, tanto para el año pasado como para el 2000, no se especifican las partidas presupuestales asignadas a cada una de las dependencias antes mencionadas.

En lo que se refiere a la "inversión aplicada durante 1999 sólo para el equipamiento, reclutamiento y capacitación contra el narcotráfico fue de mil 607 millones de pesos, provenientes de los presupuestos de las dependencias que participan en esta labor", asimismo precisa que "para el año 2000 los recursos presupuestados a este rubro ascienden a 3 mil 72 millones de pesos, lo cual representa un incremento de 91 por ciento respecto a lo destinado en 1999".

Mención aparte merecieron los mil 195 millones de pesos del presupuesto de la Policía Federal de Caminos que, según el documento, se suman a la lucha contra el narcotráfico.

Estado mayor conjunto antidrogas

En medios castrenses se estudia apenas la posibilidad de crear un estado mayor conjunto en el que participen las tres fuerzas armadas (Ejército, Fuerza Aérea y Armada), bajo el mando de un civil. Pero en el combate antidrogas el gobierno federal creó ya un "estado mayor conjunto", el cual "da directamente las órdenes de intercepción y aseguramiento a las fuerzas de reacción aerotransportadas, marítimas y terrestres".

Dicho estado mayor conjunto se ubica en el Centro de Planeación para el Control de Drogas (Cendro) de la PGR y tiene la encomienda de "permitir la toma inmediata de decisiones, la movilización de recursos y el inicio automático de los operativos". Dicho organismo está integrado por PGR, Sedena, Armada y Secretaría de Gobernación.

Para la detección y erradicación de cultivos ilícitos se considera la utilización de plataformas aéreas en la totalidad del territorio y mares nacionales, mediante un conjunto de radares y sensores para detectar y rastrear aviones, barcos y vehículos terrestres ilícitos. Con este objetivo se contará con 7 plataformas con autonomía de vuelo de 9 a 12 horas, equipadas con radares aéreos de largo alcance y alta resolución, sensores electro-ópticos de largo alcance y sistemas de navegación avanzados. Estas plataformas enviarán señales vía satélite al centro de mando para tomar a tiempo decisiones operativas.

Todo esto, según el documento, traerá consigo una "renovación de la distribución de las fuerzas de reacción aéreas, marítimas y terrestres", así como un " incremento del presupuesto destinado a la adquisición de la infraestructura de rastreo e intercepción de aproximadamente 400 o 500 millones de dólares para 1999 y 2000".

Además, la "nueva estrategia" se complementa con otras acciones: tareas de inteligencia; investigación de los delitos relacionados con lavado de dinero y los precursores químicos; ubicación y desmantelamiento de los laboratorios productores de drogas sintéticas.

Para esto, la Sedena distribuyó 144 embarcaciones Pro line a lo largo del territorio nacional, manejadas por el Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (Ganfes); adquirió 76 aviones Cessna 182 y, por otro lado, "dicha institución se encuentra en proceso de adquisición de un módulo conformado por 3 plataformas aéreas".

Mientras que para la detección temprana, rastreo, registro y reacción, los militares ųen colaboración con la PGRų ponen en operación helicópteros con equipo avanzado de navegación, operación nocturna y comunicaciones cifradas. Además utiliza sus aviones F-5, Pilatus, T-33, Citation y King Air.

En conclusión, la participación mayoritaria del Ejército en la lucha antidrogas se refleja en que las principales detenciones de narcotraficantes fueron militares los que realizaron las capturas. El informe precisa que la lucha se ha concentrado en las organizaciones criminales que tienen sus bases de operación en Tijuana, Sonora, Ciudad Juárez, Guadalajara, la región del Golfo y Cancún.

Un ejemplo de la "colaboración" de la Sedena con la PGR, destaca el documento, es el inicio del proceso penal "integral" en contra de la organización de Amado Carrillo Fuentes denominado el "maxiproceso". Investigación que, paradójicamente, se inició con la detención del general Jesús Gutiérrez Rebollo, cuando éste era el fiscal antidrogas.